CAPÍTULO 20- Un mundo corrupto. Parte 2.
(Faltan 17 horas con 21 minutos para volver al mundo 1.)
¡Prepárate para morir, Rey Demonio...! ¿Eh? ¡¿Se convirtió en un plato con frijoles?! Ay, tengo hambre. ¡Bueno, a comer! ¡Ñam, ñam, ñam! Un tortilla... ¡Aquí está! ¡Ñam, ñam, ñam! ¡Me encanta controlar mis sueños! No puedo saborear al 100% la comida, pero sí un poco. ¡Me siento in...! ¡Uwaaaah!
¡¿Un puño salió del plato?! ¡Me golpeó en la cara! ¡Ouch! ¡Ahora una pierna me pateó en el estómago!
E-esto no está pasando en mi sueño, ¿verdad? ¡Despierta, Daniel!
Abro los ojos, y lo primero que veo, ¡son hombres que me están golpeando...! ¡Uwaaaah!
¡Me patearon el estómago y me sacaron el aire!
¡¿Por qué me despiertan de esta manera?!
—¡¿Eh?!
Me toman de la camisa y me levantan de la cómoda banca. ¡¿Q-qué les pasa?! ¡¿Ahora qué hice?!
Son tres hombres mayores con máscaras completamente blancas, al igual que sus trajes.
¡N-no, me están asaltando...! Ah, no tengo dinero, no me preocupa que me roben. Bueno, tengo dinero, pero de otro mundo... ¡¿Y por qué no me preocupo?! ¡Tonto, te van a golpear peor al saber que no tengo nada! ¡Debo defenderme!
—¡Este es nuestro territorio!
—¡No están permitidos los vagabundos en este lugar!
Oh, no, son miembros de una pandilla. ¡¿Que tan mierda de persona se debe ser como para golpear a un vagabundo sin hogar?! ¡Malditas escorias! ¡Se metieron con el vagabundo equivocado!
Sinceramente, no quiero pelear, pero estoy seguro de que intentarán hacerme daño. Es mejor que me vaya preparando para defenderme.
Tienen armas guardadas, las usarán conmigo si tienen la oportunidad. Debo tomarlos con la guardia baja.
—N-no lo sabía, me iré inmediatamente.
—¡No te irás sin recibir tu castigo!
Maldita sea, lo sabía
Me da un golpe en la cara con su puño derecho y caigo al suelo. Me dolió mucho, no lo negaré, pero esto me dará la oportunidad que quiero.
Me empiezan a patear en el suelo, mientras se ríen, logrando mi objetivo: que bajen la guardia.
¿Realmente disfrutan torturar a un chico indefenso? ¡Entonces no me dejan otra opción!
—¡Muslar asio!
Veo en cámara lenta un pie, a unos 5 centímetros de aplastar mi nariz, y logro atraparlo con ambas manos. Lo empujo con todas mis fuerzas y lo saqué volando varios metros... ¿Qué?
Yo... le rompí la pierna... Literalmente, la pierna se dobló a la mitad, pero no hacia atrás como una pierna normal lo haría, ¡sino que la mitad de su pierna se dobló al frente! Le rompí la pierna, y me duele con solo ver eso... Toda la sangre que cayó sobre mi cara. Su hueso se puede ver, sobresaliendo grotescamente. Tan asqueroso.
No, no, no. ¿Por qué? S-solo lo empujé. ¡¿Por qué se dobló de esa manera?!
Me invadió un profundo sentimiento de culpa. No soporto ver sufrir a las personas, incluso a estos hombres que me golpearon. Exageré, debo controlar mejor mi fuerza. Sus gritos de dolor resonaban en mi cabeza, y cada vez que los escuchaba, una punzada de remordimiento me atravesaba.
Yo solo quería empujarlo, no dañarlo de esa manera.
—¡¿Eh?!- Gritaron sus compañeros, asustados con tan repentina acción de mi parte.
Aprovechando su distracción, me impulso con mis pies y me alejo de ellos con un salto. Me sigue doliendo escuchar los gritos de ese hombre, pero mi vida está en peligro, en cualquier momento sacarán sus armas y me matarán. Debo defenderme.
Vuelvo a saltar una vez más y me levanto del suelo.
Me siento como un monstruo, me da miedo saber que posiblemente ese hombre puede perder la pierna, pero ellos tienen armas y me golpearon solo por "entrar en su territorio". Son pandilleros muy peligrosos, así que es posible que ellos ya hayan matado a algún inocente. Me siento culpable, pero no lo suficiente como para permitirme bajar la guardia y tratar de ayudarlo. Lo siento, pero son las consecuencias de aprovecharse de las personas indefensas.
—Por favor, déjenme en paz.
—¡Maldito!
¡Debo evitar que tomen sus...! No, no tomaron sus armas. ¿Qué están...? ¿Eh?
El brazo derecho de uno de ellos se vuelve de metal y corre hacia mí. ¿Por qué no usa su arma? Bueno, mejor para mí.
Intenta golpearme en la cara, pero fácilmente lo esquivo moviendo mi cabeza hacia la izquierda, y abrazo su enorme brazo con mis brazos. Si lo jalo demasiado fuerte, podría arrancarle el brazo, así que usaré la mitad de mi fuerza, o al menos haré el intento.
Pateo sus piernas con algo de fuerza y logro que pierda el equilibrio, y antes de que caiga al suelo, comienzo a dar vueltas como un trompo.
Veo de reojo a su amigo, ¡y está a punto de sacar su arma! ¡Ahora!
Espero apuntar bien.
Lo suelto, lo saco volando y... ¡Sí! ¡Logré golpear al otro hombre usando el cuerpo de su compañero, antes de que lograra apuntar su arma hacia mí! ¡Gané! Y esta vez, no rompí ni el brazo ni las piernas, y usando la mitad de mi fuerza, logré dar muchísimas vueltas cargando el cuerpo de ese hombre sin dificultad alguna... Si uso toda mi fuerza para empujar algo, puedo doblar cualquier extremidad. ¿Y si lo golpeo directamente? Tal vez podría destruir una cabeza.
Mi fuerza es... simplemente peligrosa para los humanos.
... Si intento controlarme y no usar todo mi poder, mis enemigos tendrían la ventaja, porque estaría tratando de derrotarlos sin matarlos, lo que les daría la ventaja porque no me atrevería a usar otros metodos para derrotarlos por miedo a matarlos.
Cada día que pasa, comprendo más la razón por la que Dios me dijo que no tuviera miedo de matar. Matar a unos pocos, para salvar a billones de humanos. Tal vez esté mal matar, pero no pondré en peligro mi vida y la de billones de personas, solo para sentirme humano.
Sé que me volveré un monstruo, pero valdrá la pena.
Editado: 09.10.2024