Hurricane

Capítulo VI

Salí del baño con Phoebe detrás de mí. Volví a recibir miradas de todos, lo que necesitaba.

—Quiero la atención de todos aquí y ahora. —grité.

Todas las cabezas restantes se giraron y pusieron su atención en mí.

—Quiero que sepan que no permitiré una situación así nunca más. —alcé la voz—. No les daré esa satisfacción de verme caer. Soy la reina de esta escuela y eso no cambiará por un simple mensaje sin pruebas.

—¿Con que eres la "reina de la escuela"? ¿Uh? —escuché a mis espaldas—. Tú eres lo que eres gracias a nosotros.

Era Leyla, ya había tenido problemas con ella en el pasado y lo que menos necesitaba ahora era que se volviera a poner en mi contra.

—Veamos a dónde llegas si nadie aquí te quiere. —continuó.

—Oh, Leyla, como ya lo dije no dejaré que me humillen otra vez, no me interesa que hagas lo que hagas para dejarme mal.

Di por terminada la conversación y me fui hacia el comedor.
Phoebe no se separó de mí el resto del día cosa que agradecía, ya que intenté intenté hacerme la fuerte pero admito que me sentí débil y rota por dentro con esa situación pero siempre había sido una chica dura ante la escuela y no era el momento para ser débil, aunque patética fui de todas formas.
Phoebe estaba siendo demasiado buena conmigo, a pesar de que yo antes a penas notara su existencia. Al final de clase me dio su número y me fui caminando a casa ya que me quería ahorrar los comentarios en el bus.

Entré a casa y me tire al sofá, saqué mi celular y revisé mis redes en las que todas hablaban de mí y él mensaje; pensé que lo mejor sería apagarlo pero llegó un mensaje y era de Ashton.

«Hola Hea, supe lo que pasó hoy.»
«Ja ¿Quién no?» Respondí.
«Lo siento, no lo merecías.»
«Creí que estabas molesto.»
«Fue sólo la impotencia del momento.»
«Sonó a que hablabas en serio.»
«Olvida lo que dije, ¿Podemos hablar?»
«Ya lo estamos haciendo»
«Me refiero en persona, ¿Puedo ir a tu casa?»
«Claro, sólo no vengas a juzgarme tu también.»
«No lo creo. Estoy ahí en 5 minutos, ¿Ok linda?»
«Ok Ash.»

Ashton llegó después de lo previsto ya que tuvo el detalle de llevar una pizza con mis ingredientes favoritos. Lo saludé dándole un beso en la mejilla y nos sentamos a comer en silencio.

—Estuvo deliciosa. —comenté.

—Estoy totalmente de acuerdo. ¿Podemos ir a afuera a hablar? —cambió el tema.

Salimos del apartamento y nos sentamos en las escaleras.

—Bien,.. ¿De qué quieres hablar? —pregunté.

—Pues de lo que pasó hoy.

—No quiero hablar sobre como alguien me puso en ridículo frente a la escuela. —negué.

—No, mi punto principal no era ese. Habló de nuestra discusión Heather, sabes que las amistades entre chico y chica son las más difíciles pero son más fuertes.

—Lo sé, Ash, yo no quise ser grosera contigo sólo hay días en los que no quiero estar con nadie y ni yo me soporto ¿sabes?

—Lo entiendo, yo sólo quería ayudarte pero si quieres tiempo para estar sola por mí está bien. —dijo en tono comprensivo que nunca lo había escuchado hablar.

—Gracias. Es bueno tener alguien como tú después de un día como éste.

—Somos amigos. —sonrió—. Ahora sobre el mensaje, ¿sospechas de alguien?

—No. Había pensado en Leyla pero no lo sé; no creo que haya tenido razones para hacerme esto. (Hasta hoy, claro.)

—¿Quién fue la última persona con la que hablaste?

Lo pensé unos segundos.

—Michael. —espeté.

—¡Diablos! ¿Discutieron?

—Sí...

—Puede que Michael estaba muy enojado y...

—Espera, ¿Insinuas que Michael lo hizo? —pregunté confundida.

—No Heather, es decir, no estoy seguro. Pudo haber sido cualquiera pero piénsalo; es lógico.

—No lo sé, Ash. —dudé. —Michael ha sido un idiota pero no creo que haya hecho eso.

—Sólo piénsalo, él muchas veces reacciona raro a las cosas y una simple discusión le pudo haber dado razones para hacerlo.

Me quedé reflexionando varios segundos y Ashton estaba en lo correcto en varias cosas.

—Creo que puedes tener razón, él ha actuado raro, muy raro los últimos días.

—Sólo ten cuidado ¿Sí?

—Lo haré.

Entonces no resistí más y lo abracé fuertemente.

—Eres el mejor Ash.

Ashton besó mi frente y apoyó su mentón en mi cabeza. Así nos quedamos durante varios minutos hasta que decidimos entrar a casa, aunque hubiera preferido quedarme en aquella posición ya que me era reconfortante.

—Oye Heather...

—¿Qué pasa? —respondí.
Estábamos sentados muy cerca del otro viendo una película.

—¿No te parece extraño que nunca hayamos sido más que amigos? —preguntó.

—En realidad... no. A ninguno nunca nos gustaron nunca los compromisos y formalidades.

—Cierto, pero si la diversión. —susurró acercándose más a mi rostro.

—Exacto. —dije y terminé el espacio entre nosotros dándonos un apasionado beso.

Ashton hizo un movimiento y quedó encima de mí, por debajo de mi blusa acariciaba desde mis senos hasta mi cadera pero sin perder la atención en mis labios, yo enredaba mis dedos en su cabello y con otra acariciaba su musculosa y fornida espalda.
Pero a mí también me gustaba ser la que controlaba así que cambié en curso y ahora yo quedé encima de él.

Mi parte favorita de Ashton siempre había sido su cuello, por alguna razón siempre era mi debilidad. Yo daba un suave masaje en este mientras el beso continuaba y no tenía intenciones de parar por lo placentero que era.

Era increíble como un faje podía arreglar todo o bueno, en mi caso con Ashton siempre había funcionado así.
Hace menos de cinco horas él y yo seguíamos molestos con el otro y ahora... Sólo disfrutábamos del momento.

Ya habíamos limado las asperezas y todo estaba bien ahora. Ashton se fue 3 horas después ya que ambos nos habíamos quedado dormidos. Yo no quería que se fuera, quería permanecer aferrada a su torso todo el día incluso toda la noche; me hacía sentir segura.




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