Hurricane

Capítulo XXV

-Aún no comprendo, ¿Por qué Ashton haría algo así por ti? -preguntó Michael con una mueca.

Ambos caminábamos a paso tranquilo tomados desprolijamente de la mano, la mía aún presentaba una clara temblorina.

-Tampoco yo. Pero igualmente estoy agradecida, si no fuera por él seguiría encerrada.

-Yo hubiera hecho lo mismo pero no llamaste... -dijo con cierto enojo.

-No quise llamar a nadie, me tomó por sorpresa que Ashton fuera por mí, no se lo pedí. Sé que tú también habrías ido por mí. -sonreí.

Me sentía tan culpable por estarle ocultando aquel beso, pero no tenía la valentía suficiente para hablarle de ello. No quería perderlo.

El camino entero no dejé de pensar en mi madre y Hong Kong, le dije que si conseguía el empleo me iría con ella, pero ahora no estaba tan segura; tenía tanto por resolver, quería saber quien estaba detras de todo esto, si la persona de los mensajes era la misma que asesinó a Leyla y tampoco quería abandonar a Michael a mitad del camino. Yo lo necesitaba tanto como él a mí.

Tenía que elegir si ser cobarde e irme o quedarme y solucionar este desastre.

-Vamos, Heather. -me animó. -No estamos lejos de la funeraria, puedo ver a varios chicos de la escuela.

-¡Maldición, Phoebe! -grité.

¿Cómo pude olvidarme de ella? La última vez que hablamos estaba destrozada.

-¿Qué pasa con ella? -preguntó Michael abrumado.

-Anoche me llamó. Estaba muy mal, tengo que hablar con ella.

Sin pensarlo dos veces, me to be a un autobús con rumbo a su casa.

-Ve al funeral, te alcanzó ahí más tarde.

Le dije mirándolo a los ojos antes de que la puerta se cerrara frente a nosotros.

Narrador Omnisciente

Heather miraba por la ventana impaciente, creando en su mente posibles respuestas a lo que le ocurrió a su amiga, ¿qué tal y para ese momento ella ya se encontraba muerta? No se lo perdonaría nunca.

El autobús pareció tardar se siglos en llegar a su destino, que hasta considero la posibilidad de que se haya subido al transporte equivocado. Pero cuando por fin llegó, corrió hastala puerta de la residencia Astrof dónde paras sorpresa esta se encontraba entre abierta.

-¿Phoebe? - grito entrando a la morada.

La casa tiene un aspecto bastante normal, no había cosas rotas, ni muebles fuera de lugar, eso le causó tranquilidad a Heather, pero aún tenía curiosidad de saber que había ocurrido para que su amiga le llamara a altas horas de la noche tan alarmada.

Subió las escaleras hasta llegar a la segunda planta y se dirigió a la recámara de Phoebe, sin pensárselo dos veces y la encontró con la mirada perdida, sentada justo al frente del ventanal.

-¿Phoebe?

-Heather. -murmuró, parpadeando un par de veces.

Se giró de la silla y la miró, parecía que había salido de su trance.

-¿Todo bien? -preguntó Heather mientras se acercaba cautelosamente a ella.

Como su hubiera tocado una herida aún abierta, Phoebe hizo un puchero y comenzó a sollozar, abriendo sus brazos pidiendo desesperadamente un abrazo. Heather la acunó en ellos y no sabía qué más hacer, nunca la había visto tan mal ante una situación, pero buscaba el momento para atreverse a preguntarle qué le sucedía.

Phoebe sabía que se tenía que tranquilizar si quería explicarle Heather lo que pasó, pero no entendía cómo pudo ser tan estúpida para dejarse llevar por la situación, cuándo ni siquiera estaba segura de querer hacerlo.

Una vez que recobró en la calma, habló.

-Anoche... Me acosté con un muchacho. Perdí mi virginidad ebria ¿ya sabes lo que siento? -dijo ahora más bien con un tono molesto.

Heather no sabía que decir , a pesar de que si sabía lo que era perder la cantidad con alguien que no quieres.

-Ayer... tú... tú estabas muy borracha, ¿sabes? -dijo ella con una gran mueca acariciando el cabello de Phoebe.

-¿¡Cómo pude ser tan tonta?!

-Phoebe, tranquila. No seas tan dura contigo misma. Cometiste un error, pero no debería significar nada, estabas ebria cuando pasó, no quisiste hacerlo. -contestó serenamente.

-Sí, pero eso no fue lo peor.

Su mirada fue hacia abajo y sus ganas de llorar regresaron.

-Mis padres me descubrieron haciéndolo, debiste ver la expresión en sus rostros. La borrachera se me bajo al instante y el chico salió corriendo, yo no pude hacer más que vestirme.

«Flashback»

-¿Qué has hecho Sophia? -exclamó su madre envuelta en rabia y vergüenza.

-Creeme que esto lo vas a pagar caro. -añadió su padre con severidad.

Ambos estaban parados en la entrada de la puerta , cruzados de brazos mientras su hija luchaba por abrocharse la camisa.

La señora Astrof se encontraba dolida, decepcionada por encontrar a su hija en esa situación. Mientras que su padre estaba fúrico, no podía creer que la hija que él mismo crió le hiciera tal falta de respeto... y en su propia casa.

-¡Esto es un error! yo no- no quise- no-  -intentó explicarse la adolescente.

-¡Basta! -gritó su madre.

-¡No, ustedes basta! ¿¡No entienden que ni siquiera me gustan los chicos?! -soltó de sopetón.

No supo en ese momento lo que ha acabado de hacer y que como lo dijo su padre, lo pagaría muy caro.

«Fin flashback»

-...Como decirte... Fue peor para ellos saber de mi homosexualidad que verme teniendo relaciones con ese chico. No quise decirles, al menos no de esa manera. Cuando menos me di cuenta ellos ya me habían dicho que me enviar y a Cranberra a un internado.

-Phoebe, lo siento muchísimo. -Heather la abrazó más fuerte que nunca, no esperaba verla atravesando tal situación, al menos no tan pronto.

-No me quiero alejar de ti, menos con lo difícil que lo estás pasando.

Heather quedó conmovida con la nobleza de Phoebe, como a pesar de lo que estaba pasando no se olvidaba de su amiga. Sintió una gran culpa al saber que ella estaba considerando irse a Hong Kong mientras que tu amiga no quería dejarla a un lado.




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