Capítulo 4 “El origen”

Me desperté algo sobresaltada. Al principio me sentí un poco desorientada, pero en cuanto vi a Lion que yacía dormido a unos centímetros de la cama, pude respirar ondo y tranquilizarme un poco.
Me quedé un rato en silencio mirando fijamente el techo, no quiero hacer ruido y mucho menos despertarlo. Además no creo que sus padres sepan que pasé la noche, y tampoco quiero meter a Lion en problemas. 
Estiré mis manos lentamente, y comencé a buscar algún estado de relajación. Hacía varios días que no dormía bien, ya que por las noches esa cosa me acechaba sin piedad alguna.

—Buenos días —dijo Lion mientras se sienta lentamente —¿Cómo dormiste?

—Bien —dije corta de palabras.

Este asintió lentamente y se puso de pie —Iré a buscar algo de comer, y cuando te sientas lista hablamos de las cosas.

—¿Tus padres saben que estoy aquí? —dije algo avergonzada por la pregunta.

—Si, tú no te preocupes por nada. Ya regreso —dijo mientras cierra la puerta a sus espaldas.

Me quedé estática mientras recorro cada centímetro de la habitación. 
Cambió mucho desde la última vez que estuve aquí. 
La noto más oscura y deprimida, al parecer los póster en las paredes se incrementaron, y puedo notar un pequeño acúmulo de ropa a un costado del armario. 
Lion nunca expresó lo que sintió con la muerte de mi hermana, pero puedo notar que lo expresa perfectamente en su habitación. 
Sin pensarlo, comencé a comer mis uñas algo ansiosa por todo lo vivido en las últimas horas, y me pone aún más nerviosa saber que tendré que hablarlo con Lion.

—Llegué, aquí te traje un té y tostadas sin los bordes, como te gusta a ti —dijo sonriendo de costado mientras me entrega la bandeja.

—Gracias —dije apreciando su gran gesto hacia mí.

Siento que su mirada me quema, y sé que está demandando respuestas por lo que vio anoche. 
Traté de no darle tanta importancia mientras tomo unos sorbos de mi té.

—¿Por qué tiraste sobre la mesa? —dijo atento a mis movimientos.

Dejé la taza a un costado y limpié mis labios con la palma de mi mano —Bueno, no es algo fácil de hablar, y hoy en día no me siento muy apoyada y entendida por ninguna person...

—Puedes confiar en mí, yo puedo ayudarte Vania pero debes decirme que es lo que realmente pasa —dijo interrumpiendo mi argumento.

Apreté mis labios y traté en lo posible de no derramar ni una lágrima. 
No me gusta mostrarme débil en frente de los demás, y mucho menos que sientan lástima por mí.

—¿Recuerdas que de pequeña yo tenía un amigo imaginario? —dije intentando buscar las palabras justas.

—Si, recuerdo que lo describías divertido y que te hacía sentir feliz —dijo Lion con una media sonrisa, su expresión delataba la nostalgia al revivir aquellos momentos.

—Bueno, al parecer esa criatura nunca se fue —dije bajando la cabeza y fijé mi vista a mis dos manos entrelazadas —Supuestamente los amigos imaginarios desaparecen cuando tenemos siete u ocho años, por lo menos eso fue lo que supe cuando lo investigué —suspiré profundo con miedo a mirarle el rostro a Lion, no quiero que piense que estoy loca —Pero eso no fue todo, con el pasar del tiempo ésta cosa se volvió más oscura y morbosa, todo empezó una noche que no se movió de la punta de mi cama. Podía sentir sus ojos penetrante, buscando el placer en mis miedos. Me hablaba de mis pesadillas todo el tiempo, algunas veces se burlaba, y todo empeoró cuando note que era capaz de lastimarme —entre un sollozo levanté un poco mi blusa —Ésta fue la primera vez que me atacó, lo hizo con una de sus uñas. Cuando grité mis padres vinieron rápido y me dijeron que seguramente me corté con el filo de mi cama —tapé mis ojos abatida —Esta cosa me viene persiguiendo desde hace años, y vive en mi casa. Cada día la veo más deforme, distorsionada, como si se estuviera convirtiendo en algo peor, algo moustroso —ésta vez lancé un llanto desesperante e involuntariamente mis manos comenzaron a temblar —esta cosa atacó a Heather, y yo lo vi y no hice nada para detenerlo...

Lloré porque soy una estúpida, porque soy una tonta que no tiene ni fuerzas para enfrentar sus miedos. 
Lloré harta de que me sienta una ridícula cada vez que tengo que hablar de mi "amigo imaginario" 
Lloré porque me siento sola y sin alguien capaz de entenderme o apoyarme. 
Lloré porque estoy cansada de fingir que todo está bien.

Sentí los brazos de Lion rodearme por completo, y eso hizo que me desmorone aún más. 
Mi cuerpo no para de temblar, y de sudar frío. Me siento perseguida por algo inhumano, y realmente me resigno a encontrarle alguna solución. 
Lion me sostuvo por unos minutos, sentí que realmente intentaba apaciguar mis penas, por primera vez en años me siento contenida y escuchada. 
Ni Heather fue capaz de comprenderme.

—Vania, no te preocupes estoy aquí —dijo mientras acaricia mi cabello —No me iré a ningún lado, prometo ayudarte. Sólo dime que tengo que hacer.

Entre sollozos logré articular algunas palabras —Con lo que acabas de decir me ayudas un montón.

—¿Cómo haremos para detener a esa cosa? —dijo aún sosteniendo su abrazo en mí —Tiene que haber algo.

—Yo... no lo sé —dije perdida totalmente —No lo sé.

Nos mantuvimos un rato más en silencio, hasta que Lion se separó lentamente de mí. 
Se fue rápidamente hasta su ordenador y comenzó a buscar un par de cosas. 
Con su mirada en total concentración, no paraba de buscar notas e informaciones en Internet.

—Tal vez lo que necesitamos saber está en la casa —dijo atento mientras sigue leyendo una nota —Tal vez lo que buscamos es algo que pasó hace mucho tiempo, y que la energía de alguna u otra forma se transmitió hacia ti.

Suspiré profundamente —En el sótano mis padres guardaron los registros de la casa. Son registros vigentes desde el año 1870.

Lion silbó por lo alto —¿Te parece si buscamos un poco de ayuda extra? —dijo mientras elevaba su celular en lo alto.