Hush ©

Capítulo 7 “Ágatha”

Volví a tomar el álbum y contemplé las fotos de mi hermana. Rocé su rostro todo tachado con las yemas de mis dedos y sentí un hueco justo en el medio del pecho. 
¿Por qué esa cosa fue por mi hermana? ¿Qué es lo que realmente pasó aquella noche? 
Solía tener pesadillas pero nunca logré recordar todo con claridad,  mi mente había borrado todos los sucesos de aquella noche en la que Heather perdió la vida.
El ruido de la puerta hizo que me sobredaltara y guardé rápidamente el álbum debajo de la almohada. 
Era mi padre que venía con unos cuantos papeles y con una sonrisa algo cansada, como si todo este tema de mi abuelo de alguna u otra forma lo abrumaba.

—Vania —susurró y se acercó hasta la punta de mi cama —. Cielo, me sorprendió que hayas mencionado a tu abuelo después de tantos meses —bajó su mirada algo ansioso —. ¿Pasó algo?

Arrugué mi frente algo confundida. 
—Yo... creo que estoy teniendo una etapa de superación y me gustaría estar entre sus recuerdos aunque sea por un rato —bajé mi vista, en parte lo que dije era cierto, no pensaba contarle el sueño que tuvieron mis amigos. Ellos perdieron mi confianza desde el primer día que me dijeron mentirosa —. El abuelo siempre fue bueno conmigo y solía contarme historias o me enseñaba bitácoras con recuerdos de su juventud, de pronto sentí que sería una lástima si perdiéramos todo eso.

Mi padre asintió lentamente, como si hubiera prestado una atención muy centrada en lo que acababa de decir.
—Tú madre piensa que te hará mal seguir recordando a tu abuelo ya que era el único que... —aclaró su garganta y subió sus cejas.

—El único que creía lo que yo veía —dije completando su oración.

Mi padre volvió a asentir y me tendió unos papeles.
—Las cosas de tu abuelo están en la casa de tu tía abuela Ágatha, su hermana —mi padre me mostró unos cuantos números anotados —. Aquí está su dirección, su número telefónico y tus datos para que vea que eres la nieta primogénita.

—No sabía que el abuelo tenía una hermana, ¿Qué no era hijo único? —dije tratando de acomodar mis pensamientos —. No entiendo, ¿Por qué ella necesitaría saber que soy la nieta primogénita?

Me padre tomó mi hombro en un leve apretón y seguido de eso me dio un beso en la frente.
—Mi padre... tu abuelo me dijo que tarde o temprano ibas a querer reclamar sus pertenencias, es por eso que quería saber si habías descubierto algo —éste me miró nervioso y luego sacudió su cabeza —. ¿Sabes qué? Olvida eso último que dije, ve con cuidado y si tienes a alguien que te acompañe mejor... y no le cuentes nada de ésto a tu madre.

Se fue sin dejar que le preguntara o dijese algo.
Me quedé sentada en la cama con los papeles entre mis manos mirando fijamente la pared ¿Qué fue lo que pasó? ¿Acaso estoy delirando si digo que mi padre actúo mucho más raro de lo normal?
Normalmente él era muy distante conmigo y hasta controlaba que estuviera medicada, casi nunca quería hablar  y desde la muerte de Heather no era capaz de sostenerme la mirada.
Ahora lo noté compasivo, sus palabras resonaban cálidas en mi mente, sentí un poco de tranquilidad al notar su franqueza y aquel beso sobre mi frente me hizo sentir querida.
Su cambio de actitud me hizo sentir rara, como si hubiera estado al frente de una persona totalmente diferente.

Centré mi atención en los papeles, la casa quedaba a una hora de viaje y no dudé en mandarles un mensaje a los chicos.
Sin falta mañana a primera hora iremos. 
Me sentía muy confundida y algo asustada, ¿Por qué nunca supe que mi abuelo tuvo una hermana? ¿Qué otras cosas más nos ocultó?
Me fijé de reojo y ya eran las doce de la noche, aún así Lion me contestó y dijo que mañana nos reuniriamos todos en la puerta de mi casa, desde aquí iremos en su auto hasta donde se encontraba Ágatha.

Sentí algo de nervios que me provocaron un leve dolor de estómago, me recosté y me tapé hasta la mitad de los hombros. Me abracé a mí misma e intenté dormir, pero el rostro de mi abuelo se hacía presente una y otra vez. 
Tomé entre mis manos el rosario que él me había regalado y lo apreté con fuerzas ya que una mala sensación comenzó a invadir mi habitación. En cuanto noté que cada vez hacía más frío, pude predecir lo que vendría después. 
Intenté estar relajada y no alterar e demasiado, hice inhalaciones profundas e intenté pensar en cosas bonitas, en recuerdos que tenía con Heather o en anécdotas gracias junto con mis amigos.
Un escalofrío interrumpió mis pensamientos y apreté mis labios en cuanto sentí el ruido unos pasos... sus pasos.

Tenía mis ojos cerrados y los abrí para encontrar su cuerpo de pie en una esquina al lado de mi escritorio.
Estaba estático y con una sonrisa que iba de una oreja a la otra, sus labios eran tan finos que daban la impresión que estaban por partirse. La luz de la luna reflejaba su pálido rostro y sin despegar el contacto visual, él inclinó la cabeza hacia un lado y el otro.

—Vania —dijo sonriendo y con un tono divertido —. Vania —se siguió riendo pero luego se detuvo y me miró seriamente.

Quería cerrar los ojos pero no podía, la tensión en su mirada hacía que esté atenta a cualquier movimiento que hiciera.
Unas oleadas de calor comenzaron a invadir mi cuerpo, ahora su rostro estaba neutro y poco a poco fue encorbando su espalda.
«Ya va a pasar, mañana verás a los chicos y estarás bien» me lo repetía a cada segundo.
Tenía miedo y quería gritar pero estaba petrificada, no podía mover mi cuerpo, me sentía atrapada.

—Vania —ésta vez su voz sonó grave y comenzó a caminar lentamente hacia mí.

Pude sentir unas lágrimas caer por mi mejilla y mi mentón que se tensionaba a cada llanto en silencio que intentaba largar.
Sus manos fueron a mi cuello y comenzó a ahorcarme.
Sus ojos grises y si vida me miraban gozando mi pánico y mi desesperación por zafarme.
Sentí la adrenalina recorrer mis brazos y mi pecho, un fuego acompañado con un ardor inundó mi garganta. El aire ya no ingresaba a mis pulmones y los músculos de mi cuerpo, tensionados e inmóviles, fueron perdiendo fuerza hasta rendirse por completo.
Dejé de pelear y cerré mis ojos.



#9712 en Thriller
#3885 en Suspenso
#2060 en Terror

En el texto hay: fantasmas, miedo, terror

Editado: 05.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.