Huyendo al Cucaani

Capítulo 3: El experimento orgánico

María Josefina, mi amiga de infancia, se convirtió luego en mi compañera de universidad; con ella desarrollamos la idea de nuestra tesis eligiendo un tema que creíamos innovador: la utilización del cabello humano en el suelo. Estábamos seguras de que este elemento capilar iba a revolucionar la agricultura orgánica, y que podría convertirse en lo que llamamos un producto estrella de la Tecnología verde. La Tecnología verde es un concepto que empezó a utilizarse recientemente a nivel mundial, se refiere a una tecnología que no daña al medio ambiente apuntando a la “ecoeficiencia”.


 

Un día caluroso de noviembre del 2017, María Josefina, recuerdo, me manifestó su inquietud sobre nuestro tema de investigación.


- “Cristina, me preocupa sobremanera que no estemos encontrando bibliografía sobre el uso del cabello en la agricultura. ¿De qué arista podríamos partir para la redacción de la Revisión Bibliográfica? Entiendo que podemos empezar poniendo a prueba nuestro experimento sin bibliografía previa alguna, que se vea como algo innovador, pero el protocolo universitario nos exige añadir trabajos pre existentes”, insistió con voz angustiosa.

- “María Josefina, exactamente tenemos un mes para sentar las bases del contenido de la tesis. La verdad también es algo que me desconcierta, pero no perdamos las esperanzas de hallar al menos un par de trabajos de investigación sobre el uso del cabello humano en la agricultura”, le manifesté optimista.

- Luego ella agregó: “Amiga, desde hoy nos tomamos un café y nos olvidamos de las tertulias mañaneras que a veces la extendemos por horas y horas. Desde hoy, Cristina nos dedicaremos a la tesis, única y exclusivamente a la tesis. ¡Estamos a medio año de defender la investigación, a muy poco de lograr convertirnos en Ingenieras Agrónomas!, exclamó algo más tranquila.

- "Amiga mía, valdrá la pena el esfuerzo. ¡¡¡Estamos muy cerca de lograrlo, yupi!!! ¡¡¡A por ello!!!", expresé.      


Mayo del 2018. Llegó el mes de la defensa. Ambas estábamos ansiosas, pero a la vez muy preocupadas. La mesa evaluadora estaba integrada por cuatro profesionales del rubro agropecuario, de ella un ingeniero bigotudo era considerado el más problemático. Bueno, es lo que comentaban sobre él en los pasillos de la facultad. No voy a mencionar su nombre, pero había sido un alto funcionario público. Este ingeniero tras leer nuestra tesis en su fase preliminar había cuestionado casi todo. En nuestro idioma guaraní, nos enteramos, había manifestado a sus colegas en una tarde de té en la sede de la universidad: "¿Mba'eichapa akârague jaipuruta ja abonahagûa yvy?" (¿Cómo el cabello vas a utilizar para abonar el suelo?).


Con María Josefina terminamos muy inquietas la verdad tras este chisme. Queríamos graduarnos con la mejor calificación. Sabíamos que nuestro tema era bueno, pero ante todo innovador. Una de las principales bibliografías la encontramos, finalmente, hurgando en los archivos digitalizados de la Universidad de Mississippi. La tesis investigó el uso del cabello humano en cultivos de rápido crecimiento en contenedores. Muy similar a lo que queríamos focalizar. Nosotras partimos de elaborar un compost utilizando 2 kilos de cabello humano con 40 kilos de arena con pocos nutrientes. Dejamos reposándolo por 3 meses. Listo el abono, lo utilizamos en el suelo en porciones 50% y 50 % para la siembra de las lechugas (Lactuca sativa).


En esa etapa de mi vida, recuerdo, mi padre Don Víctor era mi principal sostén; él escuchaba cada una de mis ideas y, como su hija, todo lo que le comentaba, le parecía genial. Siempre motivándome. Mi mejor mánager como siempre lo dije. ¡Cómo olvidar aquel día en que me acompañó a buscar los plantines de las hortalizas de J. Augusto Saldívar! Ya estaba muy enfermo, sin embargo, no se rendía. Ese día, un jueves caluroso, nos levantamos bien temprano. Tío Wil hizo de conductor. Primero, fuimos al Poder Judicial a visitar a algunos de los clientes de papá. Luego, fuimos a Saldívar, considerado el cinturón verde del Departamento Central. Por el camino, papá se sintió cansado y decidió recostarse en el asiento trasero de la camioneta. Mientras tanto íbamos hablando de temas varios, pero principalmente de mi tesis, y del último partido de Olimpia contra Cerro. Pese a su dolor intentaba demostrarnos que supuestamente estaba mejorando de salud. Hora y media después llegamos a la finca; recogimos los plantines de lechuga, agradecí al amigo productor por recibirnos ese día en su huerta, y nos vinimos inmediatamente a Villa Hayes. Papá no estaba bien. Papá se estaba yendo. Los médicos no querían decírnoslo, es que era tan joven cuando enfermó, pero los vicios y las malas decisiones, jamás perdonan.  


Al día siguiente, con María Josefina trasplantamos los plantines de Lactuca sativa al lugar definitivo que fueron unos contenedores reciclados de pallets. Con nuestra tesis también buscábamos alentar la reutilización de lo que la sociedad normalmente consideraba basura. El cabello humano que utilizamos era aquel desechado por las barberías y peluquerías de la ciudad. Una tesis pro ambientalista que nunca nos imaginamos íba a molestar a muchos y hasta iba a cambiar drásticamente el destino de nuestras vidas en poco tiempo.


De los 6 tratamientos que probamos, encontramos que el T3 daba mejores resultados en la nutrición del suelo. Sin embargo, ese mismo tratamiento no arrojaba las lechugas más vigorosas a la hora de la cosecha. Debíamos encontrar el motivo; tras varias horas de lecturas hallamos la respuesta en el libro "Fertilidad de suelo" de A. Fatecha, un célebre catedrático paraguayo, quien había dedicado sus años a investigar sobre el suelo y su valor para la agricultura eficiente y sustentable. Nuestro sitio experimental había sido la terraza de mi casa, donde se sentía mucho el calor. Con María Josefina tratamos de atenuar el impacto de los rayos solares instalando mallas media sombra sobre la zona experimental y también sobre los mismos contenedores. Además de llevar a cabo los cuidados culturales de riego 3 veces al día y la remoción de suelo para aireación.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.