Huyendo del Amor

¿Mala elección?

Jamás me pasó esto, jamás me quede en blanco por un tipo. 

Pero vamos que la vida nunca es justa, precisamente hoy que recién me presentan  mi equipo de ventas donde debo demostrar toda la autoridad posible, no se me ocurre mejor cosa que quedarme parada en medio del salón con la mayor cara de tarada que pude encontrar ¡mierda!.

José, mi adorado jefe siempre ha sentido curiosidad por el hecho de que nunca supo de ningún novio o alguna persona que saliera conmigo y tampoco llegó a verme con  nadie, ni siquiera salgo de parranda con mis compañeros y siempre asisto sola a las reuniones de la empresa y de igual manera me marcho. 

Creo que pensaba que me podrian gustar las mujeres pero con mi reacción he dejado completamente claro que no es así. 

Él es lo más parecido a un amigo que tengo. No permito que nadie se acerque demasiado a mi vida pero  este hombre de  sonrisa sincera y actitudes nobles poco a poco han conseguido sonsacar algo de información sobre mi vida. A veces hablamos y nos reímos en los almuerzos e incluso una vez fui a su casa a cenar con su mujer e hijas. 

Una hermosa familia realmente, pero aún así prefiero rechazar las invitaciones que patricia, su mujer, me hace con frecuencia. No que no me caigan bien, pero prefiero mantener las relaciones sociales lo más lejos posible. No me gustan los afectos ni quiero interesarme en alguien, preocuparme y agarrar cariño para más tarde sufrir cuando se marchen dejando un enorme vació en mi  interior. No señor. Nunca más.

Los minutos parecen desaparecer a mi alrededor, digamos que todo pasó en cámara lenta pero de alguna extraña manera demasiado rápido, es que no supe en qué momento josé le pidió al adonis griego que pasara a la sala y no sé en qué momento salí al pasillo, pero cuando reaccioné me hallaba con una taza de café en la mano y una mirada cómplice de parte de mi jefe justo en frente mío. 

¡puto!

-Creo que acabo de perder 50 dolares con mi mujer- exclama risueño

yo le miro interrogante.

-Aposté que te gustaban las mujeres y patricia acaba de ganar, con tu reacción no me caben dudas de que te sientes MUY- recalca ese “muy” con un guiño de ojos que me hace querer golpearle el rostro con lo primero que encuentre y exigir que no lo vuelva a hacer. Pero me aguanto, es mi culpa. Realmente parecía una estúpida atarantada cuando ví a ese hombre así que me hago cargo. Debería recibir la medalla a la torpe del año.-muy-muy….-

-Ya, ya, ya entendí-Interrumpo su cascada de “muis” pero no puedo interrumpir lo que iba a decir.

-Bueno está bien- Dice poniendo las manos a modo de rendición, para luego estallar en una sonora carcajada mientras me restriega en la cara el único fallo que he tenido frente a sus ojos con el sexo opuesto.-Muy atraída por los hombres, por ESE hombre.

-UFFF ¡a veces no te soporto!- Digo indignada, mi orgullo duele y maldita sea que tengo muchas ganas de descargar mi enojo, sé dónde lo voy a hacer, tiro la taza con los restos de café que quedaban y emprendo mi marcha hacia mi objetivo, unos pasos antes de llegar a la sala de juntas José me toma por el brazo, creo que fue muy buena idea, de lo contrario aquellos pobres chicos no hubieran durado ni siquiera un día aquí.

A partir de aquí puedo decir que el destino empezó a jugar en mi contra, a partir de allí y el hecho de no haber cruzado esa puerta y pedirle a ese maldito trozo de pecado andante que se largara por haber llegado tarde.

justo aquí empieza el juego del destino en mi contra, en contra de mi lema.

Si hay personas, pro- vida, pro-justicia, pro-mujer, pro-aborto, pues MI lema es PRO-NO-AMOR.

De haber cruzado esa puerta con todo el enojo que tenía, la historia de mis pesadills y contra mis ideales jamás hubiera tenido lugar. 

¡Puto destino y mil veces puto!!!!

 




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