Respira hondo y sigue

-Alto ahí, alto ahí pequeña fiera-  Lo miro raro. ¿Me dijo pequeña a mí, que mido 1.74 que es muchísimo frente a su metro sesenta? tal vez por  la edad pero tampoco es que sea tan viejo, quizá unos cuarenta y dos o un poco más-Y ya deja esa mirada, sabes que no te quiero incomodar, pero tienes que aceptarlo, esa cara que pusiste- empieza a reír de nuevo y mi paciencia se agota ¿qué amanecí con cara de payaso y no me dí cuenta? al ver mi mirada entiende que llegué a mi límite. Es mejor que valla al grano. Tengo una masacre de  empleados que hacer. una risita malvada resuena en mi cabeza y creo que me he vuelto completamente loca. Puto adonis, puto josé y puta cara que fui a poner. Creo que si hubiera tartamudeado al hablarle hubiera sido menos el ridículo.

-Ya está Norma, tema olvidado. Solo quiero recordarte que el chico no tiene la culpa y que tu tambien fuiste nueva y en esta empresa nunca nadie te trato mal. Recuérdalo y aplícalo.- K.O.mis planes de venganza se acaban de ir al traste. ¡maldición! hora del plan B. 

Cara de poker. Que ninguno se intente hacer el gracioso porque realmente hoy no lo pienso tolerar.

-Lo entiendo- miro su manoa poyada aún sobre mi brazo-¿Puedo irme?-

Cuando por fin me adentro en la oficina y  veo la escena que me recibe resulta una enorme señal que esto va a ser todo un reto y que el pecado andante va a ser un problema mayúsculo tanto para sus compañeras como para mi misma. 

El tipo del que aún no conozco el nombre se encuentra semi sentado sobre la mesa central mientras casi todas las sillas están vacías. 

Solo dos de los chicos se hallan en el lugar que deberían, con el trasero sobre la silla pero algo me dice que estos estaban haciendo el papel de vigilantes, muy malo por cierto ya que, con lo agitados que están, a penas y tuvieron tiempo para sentarse ellos, sin tener la decencia de avisar a sus compañeros, aunque dudo que con lo ensimismados que estaban se dieran cuenta de otra cosa que no fueran ellos mismos, más específicamente las chicas, pues todas ellas están rodeando al intento de dios griego como si se lo quisieran comer. “ya van a ver” ¡maldición! que estupideces estoy pensando. 

El grupo de admiradoras se encuentra tan distraído entrevistando a su nuevo “ídolo” que ni siquiera reparan en mi presencia. José nada más cruzar la puerta puso cara de “todo tuyo” y se largó.

Giro los ojos con resignación. Esto es como volver a la secundaria. ¿es en serio?

Dios dame paciencia es todo cuanto puedo pensar antes de carraspear por tercera vez y no obtener la atención del grupito ¡esto tiene que ser una maldita broma!

¡RIIINNN!

Una alarma se enciende en mi mente. Si señor hoy no estoy para soportar estas cosas y por más que José insista, no hay ningun tipo de justificación a este comportamiento tan desubicado el primer dia de trabajo.

Ahora sí grupito. Preparense.

-Bueno inicio mi presentación para quien esté escuchando- mi voz suena bastante enojada y severa, mientras me acomodo en la cabecera de la mesa. El color en la cara de todos los integrantes de dicho grupo se va tornando blanco. No me importa. una de las chicas intenta tomar la palabra pero con un gesto de mi mano la detengo.-Les recuerdo que este no es el colegio y quien no se haya dado cuenta o para el que se equivocó de lugar allí está la puerta. No pienso tolerar comportamientos de este tipo nuevamente. Es su primer dia de trabajo y les aseguro que la impresión que me estoy llevando deja mucho que desear- Uno de los chicos que estaba sentado y atento cuando yo ingresé saca el pecho triunfante. “No querido. Tu actitud de machito al que le importa una mierda su equipo  de trabajo tampoco va conmigo” pienso completamente exasperada- Todos- Remarcó la frase al mirar a cada uno de ellos fijamente a los ojos- han cometido alguna falta hoy. Es el primer dia como ya lo dije así que no voy a tomar esto demasiado en cuenta, pero que sepan todos ustedes, una escena o comportamiento  poco compañeristas más y será mejor que no se vuelvan a presentar si quieren algún tipo de recomendación. ¿está claro?-

Un sí al unísono retumba antes de obtener, por fin, un silencio total. 

Procedo a ponerme en pie. 

-¿Alguno de ustedes conoce alguno de nuestros productos?- Ninguno contesta.

Esta reunión va a ser muy, muy larga.

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Luego de explicar lo necesario y de las presentaciones correspondientes llevo al grupo a los que serán  lugares de trabajo para que conozcan un poco los sistemas que manejamos. Toda esta semana va a ser de capacitación así que, luego del primer incidente, todos se ven más tranquilos, menos yo que pongo todo mi empeño en mantener la mejor cara de poker que puedo, aún así, cada vez el ambiente es menos denso, hasta que llegando al final de nuestro turno por fin veo algo de luz, una pequeña esperanza de que quizá todos juntos podamos conformar un buen equipo.

Debo adaptarme. Tengo que poder. Tengo que lograr armar el mejor equipo de todos ¡si señor!

aunque no contaba que el hecho de ser supervisora y capacitadora requiere de cercanía a tu grupo, crear algo así´como un lazo con ellos y eso me causa temor, voy a intentarlo, pero sé que nada bueno saldrá de esto.