Huyendo del Amor

Gas Pimienta

¡Holaaa!! holaaaa
Quería porfa pedirles tener paciencia con los errores que vallan encontrando, tanto gramaticales como ortográficos.
Aún falta edición...
Ahora sí.
Muchas gracias por estar aquí...
¡vamos a leer!
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Voy caminando por el garaje que se encuentra bastante oscuro y unos pasos apresurados a mi espalda consiguen alterar mis nervios. No debí haber visto esa película de terror antes de irme a dormir la noche anterior, ahora la cobardía por ver un monstruo atras mio no me permite voltear a ver de quién o qué se trata. ¡está bien! ¡está bien! quizá estoy exagerando pero por las dudas saco de mi cartera el gas pimienta que siempre llevo conmigo. 

Emito un grito que hace eco por las paredes detodo el lugar cuando alguien me agarra el brazo sin siquiera decir mi nombre, solo asì. De la nada intenta hacer girar mi cuerpo con algo màs de la fuerza necesaria.

Cierro los ojos y disparo el gas pimienta descontroladamente muchas, muchas veces hasta que siento la mano que me sujetaba alejarse apresuradamente. Imagino que intentaba cubrirse los ojos o alejarse de mi ataque; yo no me atrevo a abrir los ojos hasta que ya he avanzado un par de pasos en una carrera que me quita el aliento, no me detengo hasta conseguir esconderme en el interior de mi auto y asegurar bien las puertas. 

Intento ver quièn es el sujeto, digo sujeto por que con tremenda manaza seguro no es una mujer, todo lo que consigo ver en esta penumbra es un bulto extraño meciendose de un lado a otro, como un bebé indefenso.

Me pregunto si…

¿Será un asaltante, un ladrón, un indigente? ¿maldición! la curiosidad puede conmigo y en lugar de ponerme camino a la salida decido dar marcha atras y serciorarme de quién se trata. Sé que lo más prudente sería informarle al vigilante y largarme de allí. Pero bueno. Ya dije que el destino hoy se puso en mi contra y yo en comañia de mis estúpidas desiciones no cooperamos mucho a nuestra causa.

-¡Auch! ¡auch!¡auch!¡auch!- Se trata de un hombre y ¡qué hombre! no le veo la cara, pero veo su buzo ajustado adherirse a cada uno de los musculos en su trabajado cuerpo. Si pudiera pedir algo justo en este momento sería un valde ara no resbalarme con la baba que voy tirando. Una risa burlona suena en mi mente. 

¡Maldición! parece que hoy estoy en modo babosa. Una especie de cachetada mental acompañado de un hondo suspiro son todo lo  que hace falta para emprender de nuevo mi camino. No me dí cuenta en qué momento frené el coche. Realmente nunca me había pasado esto, pero es que mira, esos vaqueros desgastados contorneando un cuerpo perfectamente esculpido, ese cabello corto y brillante, bello y cuidado, ese, ese…. No, puede ser. Freno de golpe mi pequeño Volkswagen Beetle y sin verle la cara sé de quién se trata ¡¿que mierda?! ¿qué carajos hace el pecado andante aquí? ¿por qué carajos me agarró del brazo? muevo la cabeza de un lado a otro en un intento por alejar todas esas preguntas tontas de mi cabeza y centrarme en lo que está pasando. 

Busco la botella de agua que siempre llevo en mi bolso y agarro un pañuelo en la guantera. ¡maldición! pobre chico. Eso le pasa por tocarme. Maldita sea no me gusta el contacto físico y por más que él no lo supiera, no puedes llegar y simplemente agarrar del brazo a tu jefa inmediata para no sé qué cosa 

Voy a ayudarle lo más rápido que mi torpeza me permite.

-Wow-Dice restregandose aún los ojos que empiezan a picar menos con el pequeño baño de agua que le estoy dando. Necesitamos quitar todo ese químico e encima.- Puedo decir que literalmente mi jefa es de temer-¡Mal chiste! lo sé, pero no puedo evitar sonreir como estupida. Otra cachetada mental y juro que siento un ematoma mental formarse en mi cara mental. Soy una completa tarada lo sé. Agradezco que nadie pueda escuchar las idioteces que pienso porque de lo contrario juro que podría morir de verguenza.

Intento pensar en algo para decr. Realmente me esfuerzo pero. ¡vamos! este tipo de interacciónes no son mi fuerte. No suelo accercarme a nadie, mucho menos a hombres, tampoco a hombres tan guapos y muchísimo menos a un hombre que ha conseuido dejarme sin habla desde el primer momennto que le ví.

No se me ocurre nada, mi rostro está compelamente neutro y sé que muy seguramente parezcco enfadada aunque no lo esté. Es mi forma de ser. La gente suele preguntarse constatemente si solo soy una maldita o una soberbia maldita.

Con la gente que conozco siempre trato de sonrreir más con aquellos que recien conozco no. 

¿por qué? aunque casi nadie le creera o si quiera lo pensará, soy una persona tìmida, soy una persona cuyas unicas “relaciones estrechas” hann sido un completo desastre y eso que solo han sido con mi familia. 

No fraternizo demasiado rapido, es más. Se podria decir que no fraternizo básicamente núnca, con nadie a exepción de José y su extraña manera de comprenderme y respetar mi espacio. Bueno él y su mujer. 

Así que solo los timidos entenderán cuando digo que me estaba costando orrores esconder el temblor en mis manos y ocultar el sonrojo en mis mejillas. Agradecí que el gas pimienta nuble la vista por unos minutos. Necesito recobrar la compostura.

Intento pensar en que soy una mujer grande, que no tendría que actuar como una de esas colegialas de telenovela que suspiran ante el galán de la escuela, esas de las que siempre me burlo. Ahora lo comprendo, en momentos como este, que escapan de tu control, que te sorprenden y asustan en la misma medida sale a relucir tu lado màs dèbil, tu lado más frágil. Ahora sé que las actrices de las series no sobreactuan, es que ¡realmente es casi imposible controlar tu propio cuerpo, tus propis reacciones en estos casos! Quiero escavar un hoyo en la tierra y esconderme, pro no lo hago. Vaos que soy una mujer hecha y derecha. ¡yo puedo, me repito!

 




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