Huyendo del Amor

Excusas

-José no..-

-José nada, abreme la puerta ahora mismo señorita- No sé como actuar, ni siquiera qué pensar. No pude terminar la frase, pero sé que no tienía que hacerlo. Él sabía que lo quería echar, que le iba a decir algo como: "no quiero hablar, no quiero verte, no entres, te voy a contagiar, etc, etc."

No creo que pueda volver a trabajar, porque ahora, al aracnofobico no le toca convivir sólo con un araña, ahora debe estar rodeado de ellas y ¡maldita sea! que cualquier fóbico que se respete huiría sin mirar atrás. Trato de calcular la distancia desde la ventana de mi habitación hasta el piso y creo que si no muero en el intento quedaré muy lastimada. De cualquier manera no conseguiría huir.

¡Dah! Como desearía tener alas

-Norma…- ¡Ya voy, ya voy! ¡No puede uno soñar en paz! La voz de advertencia que usa me resulta extraña, es como el padre que no tuve o, como se supone debería ser uno.

Aquel hombre de sonrisa sincera y alma buena que ha aprendido a preocuparse por mí, él y patricia se han convertido sin querer en algo así como una familia adoptiva; ¡es tan bello sentir que se preocupan por tí! no lo puedo negar, pero es mayor el temor que me genera; la ansiedad me absorbe y actuó de maneras extrañas incluso para mí misma, siempre queriendo huir, deseando estar lo más lejos posible, lo más apartada de la vida, para convertirme así en un simple espectador, sin miedo a salir lastimado en alguna escena. 

-José por favor-

-José nada, traje Donuts y están calientes, yo preparo el café mientras te preparas, luego hablamos. Resulta que hoy tus chicos tienen una pequeña capacitación con los de sistemas así que tenemos tiempo, pero la comida no ¡apurate que se enfría!-¿Cómo negarme a unas deliciosas Donuts nada saludables, junto con un café que me permita pensar un poco mejor de lo que lo hace una bendita noche en vela. 

Ya voy!- mi voz suena como la de un niño siendo obligado a saludar a esa tía que siempre le estruja los cachetes. Resignación y arrepentimiento prematuro. ¡Que buen inicio de dia por Dios! (notese el sarcasmo)

No hablamos en el proceso de abre puertaa-pasa-cierra puerta. Ni siquiera nos saludamos, él me conoce demasiado bien para saber que  estoy enfurruñada, que no quiero que me hablen ni me miren. Sabe perfectamente que puedo ser la peor zorra de todas pero que, con comida, me convierto en un manso conejito. ¡viva el alma de gorda!¡viva!¡hurra! ¿alguien nota la emoción en mí? porque yo no. 

Soy una debilucha blanda si conoces la manera exacta de acercarte. 

Una vez que el intruso prepara café y pone unas sabrosas Donuts con un olor maravilloso sobre la mesa, nos sentamos uno frente al otro observandonos fijamente. Yo desafiante y él completamente sereno. ¡vamos que por lo menos tengo que aparentar enfado! de lo contrario cualquiera podría sentirse con derecho de traerme unos cuantos dulces y comprar mi buen humor. ¡No señor, eso si que no!

Él no es un hombre muy mayor, pero tiene una familia muy estable y bastantes responsabilidades a lo largo de su  vida lo han convertido en alguien sabio e inteligente. Además de tener por esposa a la mujer más intuitiva y persuasiva de la historia. Son una pareja que da miedo. Un asomo de sonrisa se dibuja en mis labios y me quiero golpear. ¿Justo tengo que pensar en eso ahora?

-Señorita creo que hay algo que tenemos que hablar-

-No tengo idea de qué se trata José- replíco intentando parecer lo más confundida posible, pero vaya que lo mío no es la mentira. ¿cuando aprenderé? 

Me mira con cara  de “si claro y ahora una de vaqueros” ¡arggghh nada me sale bien!

-Norma, sé que tienes un problema. Sé que lo intentas negar. Sé que tienes miedo, que es algo así como un terror extraño a los sentimientos y a la gente y por lo que he escuchado y visto huyes de las personas antes que se acerquen demasiado. Nunca me has contado tus motivos ni pienso indagar al respecto. Pero lo que no pienso permitir y en lo que sí pienso interceder es en esto que estás pensando hacer.-

-José yo no tengo ningun problema, solo amanecí indispuesta eso es todo- digo sin animos, ya no intentaré sonar creíble porque no lo voy a conseguir, pero tampoco pienso hablar acerca de mis motivos. Explicar aquello es demasiado privado, explicar aquello me resulta simplemente impensable. No tengo ningún problema, esa es la única verdad, eso es lo que quiero que  entienda. 

No me interesa que nadie se acerque, solo quiero cumplir con mi trabajo, juntar el dinero suficiente y largarme de aquí a trabajar por mi cuenta. Con algo propio. 

-Claro, claro. Solo explicame algo. ¿Dónde quedó tu tos fingida?-

Entrecierro los ojos, es una oportunidad para que reivindique sus palabras. Tiene esposa. Él debe entender mejor que cualquier otro.

-Perdón, perdón, cambio la pregunta ¿dónde quedó tu MUY creíble tos? ¿y me imagino que tambien tenias una fiebre que se curó milagrosamente no?- lo odio.¡he dicho!

-¡Bueno, bueno! Está bien, quizá solo no quería ir a trabajar, es que no me siento bien. Es un malestar general no un virus. ¿Contento?-

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.