¿Compromiso?

-¿Vives lejos?- Tania levanta la mirada y me observa, su rostro iluminado por la alegría.

¿Qué podría ser peor? me pregunto. Quizá el acercarme a alguién más me distraiga. Sé que con la suerte que he tenido últimamente ni siquiera debería atreverme a tentar al destino que tanta bronca parece tenerme pero, esta chica me cae medianamente bien además quiero saber de dónde la conozco. Yo usualmente tengo muy mala retentiva pero en esta ocasión estoy segura de que la había visto antes.

Conforme caminamos me doy cuenta que vivimos muy cerca y no quiero sonar curiosa al preguntar así que no digo nada.

Cuando nos detenemos en la entrada de mi edificio mi cara debe ser todo un poema. ¿¡Que carajos?! Esto en serio parece el guión de una pésima novela y el escritor me odia.

"¿Es en serio?" pienso-grito en mi mente.

Miro al cielo. parezco loca, lo sé.

-¿Cómo supiste que vivía aquí?- Pregunto con recelo, quizá es una loca que se ha obsesionado conmigo.

Ella me mira confundida

-¿Ehh?- Dice mirándome raro

-Que yo vivo aquí y no sé cómo lo supiste-

Es que en serio es muy raro. Juro que si vive aquí ahora mismo me voy a quejar con quién sea que dirige estás escenas ridículas.

Mis pensamientos me hacen sonreír.

¡Sin duda debo visitar un psicólogo pronto!

Ella levanta la vista y se fija en el nombre del edificio y luego la dirección que resalta un poco más abajo en números de color dorado.

"Stella fiux" 1587

-Sip, este es el edificio donde vive mi hermano así que es el edificio donde vivo yo ahora.- Dicho esto me sonríe y se adentra en el edificio.

Yo giro los ojos y la sigo, repitiéndome mentalmente qué debo tomarlo con calma.

Bueno ¡está bien! Debo aprender a relajarme. Últimamente ando algo histérica, tampoco es como que ella fuera a invadir mi casa o algo por el estilo, pero después de lo de Axel me he vuelto aún más recelosa si es que eso es posible.

Subimos juntas al ascensor.

-¿Piso?- Pregunto. ¡que no diga quinto! ¡que no diga quinto! ¡que no diga quinto!

-Quinto, gracias. ¡No puedo creer que también vivas aquí. Igual hace muy poco me mudé y no conozco a nadie todavía. Mi hermano se fue casi en el mismo instante en que yo vine.

-¡oh!-Es todo lo que digo.

¿podría ser que el hermano de ella sea...?

¡no,no,no! seguro que no. ¡Maldita sea! ¿para que le doy ideas a quién sea que este metiendo las garras en mi vida?

-¡Qué tonta soy! ni siquiera pregunté en qué piso vives. Dicen que a veces soy un poco mal educada. pero te prometo que es sin intención solo que hablo y hablo y desp....- La cascada de palabras de esta mujer ya me empieza a marear

--Sí, sí. Entendí, y mi piso también es el quinto así que bueno, somos vecinas.- ¡wiiiii! Añado en mi cabeza con todo el sarcasmo que mi "yo ficticio puede agregar" trato de sonreír pero seguro estoy haciendo algo así como una mueca extraña entre dolor de panza mezclado con hipo. Mi rostro enrojece y me pongo seria de golpe. Preferible quedar como antipática que como idiota.

Pero a esta mujer no la frena ni la peor de las antipáticas.

Me mira y sonríe como si yo hubiera sido muy amable.

Si no fueran tan distintos hasta hubiera pensado que es familiar del pecado andante. Pero hasta donde tengo entendido él es hijo único, aunque bueno, no es que lo conozca mucho.

Ella vive en el 5F, creo que me parecía conocida porque algunas veces me topé con su hermano aunque nunca hablamos.

Un chico alto y de piel trigueña con un rostro angelical, que incluso a mí me llamó la atención con todo y lo distraída que soy.

Al vivir en el mismo piso es simplemente imposible no cruzarse el uno con el otro.

-Voy a empezar a buscar trabajo en el día, a la noche estaré libre toda la semana. ¿qué te parece si el miércoles comemos en mi casa?

Valla que está chica es muy sociable.

-La verdad es que- no me deja terminar mi interesante y muy predecible frase ¡Que raro! ¡y a mí que me encanta decirla! creo que ya no me agrada tanto. ¡mentira! grita la vocecilla en mi cabeza pues sabe que en el fondo quiero ir, quiero cambiar, quiero empezar a conocer un poco más de gente y no estar atada a unos muy cortos recuerdos que lastiman cada que hacer una visita a mi memoria.

-Bueno el martes entonces. Y no acepto un no por respuesta. Recuerda que sé donde vives.- Hace una graciosa seña con su mano, como de que me está observando. Sonrío y suspiro.

¡Ya que! Vamos a intentar hacerlo. Este es un muy grande paso. Por primera vez no es una persona que se muere por indagar en mi vida ni conocer mi pasado. Al contrario, es una chica que realmente parece querer un amigo - Sea lo que sea que eso signifique-. Alguien en quién confiar. No sé qué tan buena puedo llegar a ser en eso pero lo voy a intentar. 

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