¿Qué hago?

La maratón acaba de terminar y son más de las 3 de la madrugada. Ahora me encuentro en medio de una discusión en la que intento resistir con todas mis fuerzas a las artimañas de esta mujer:

-¡Dale Norma! por favor, vamos. Hazlo por mi. Vamos ¿sí? Además, sé que te causa curiosidad. ¿Qué tal si la pasas bien?¿este tiempo te ha divertido conmigo o no? No respondas-Dice a modo de chiste. ¡Esta mujer es bastante buena convenciendo! por lo menos a mí!. ¡Diablos! ¡Está bien iré!

Llevamos poco más de 20 minutos discutiendo lo mismo y a esta hora ya no tengo las energías suficientes para continuar resistiéndome.

-¡Bata, basta! Dios, no puedo creer que no te canses de hablar ¡Es más! No tengo idea de como haces para juntar tantas palabras por segundo sin ahogarte. ¡arghhh! ¡acepto! pero solo si prometes no taladrarme más la cabeza con el tema. Solo confirma, dime la fecha, hora y yo llegaré.-Lo dije todo rápido y sin respirar porque de otra manera la conversación se hubiera alargado demás y es algo que no quiero hacer.

Su cara no puede estar más sonriente.

-Está bien, te creo. No pienso decir ni una palabra más. Pero llegamos juntas. esa noche tenemos que estar espléndidas, yo me encargo de conseguir la ropa y maquillaje. Tu solo debes estar presente - Y hasta ahí llegó mi plan de escape fingiendo que me perdí en el bosque de la china o en cualquier lugar. ¿Si le digo que pinte un bosque y me perdí? Me río de las idioteces que se me ocurren. ¡Que alguien silencie mi cerebro por favor!

Mejor me largo de aquí si no quiero terminar en una aburrida "prueba de ropa" Tania esta muy emocionada y por lo visto mi noticia le acaba de quitar el sueño.

-Nos vemos mañana- Me levanto y camino hasta la puerta. Ella ya no necesita acompañarme, estamos dentro del edificio y con la distancia que teníamos entre un departamento y el otro es como si en lugar de dos departamentos distintos tuvieramos dos habitaciones separadas.

Nada más salir mi mirada se estrella con la espalda del vecino de enfrente. ¿A ver, a ver? seguro que ya se imaginaran de quien carajos se trata ¡Maldición! no desees cosas que probablemente no puedas soportar. El no ha girado, creo que está intentando abrir la puerta, viste una remera ajustada azul oscura y unos jogging negros que le quedan de infarto y por la enorme mochila negra a su lado se ve que recién llega al departamento. Mi cuerpo tiembla como flan.

Hago el amago de dar la vuelta, fingir que quiero agua o algo y esperar a que no haya "moros en la costa" para poder salir de nuevo pero no me da tiempo a hacerlo, quizá cuando abrí la puerta él escuchó y le pareció raro que no la cerrara pronto ¡haaaaa clarooo con él parece regresar mi puta mala suerte! en serio ¡juro que no hice ruido! pero lógicamente no me iba a salir con la mía. Eso sería mucho pedir ¿no? Porque ¡si! me quedé totalmente quieta y en medio de la puerta.

Todo pasa como en cámara lenta, yo a punto de dar media vuelta y esconderme en el departamento de mi amiga y él levantando su hermoso rostro, dando media vuelta hasta quedar frente a mí, separados por poco más de un metro.

Nuestras miradas se cruzan y allí se quedan.

Mi corazón late fuerte y mis piernas no responden, lleva una barba de algunos días y parece cansado, sin embargo esos hermosos ojos y esa profunda mirada me atraviesan, siento que puede ver todo de mí... Y no me refiero a "físicamente"... Siento que puede notar mis nervios, mi dolor, mi anhelo y mi confusión...

¡Mis ojos se empañan y quiero correr! Odio demostrar debilidad y mucho más aún si es frente a él, justamente él. ¡El imbécil que me ha lastimado más que nadie! Ese que ha conseguido derrumbarme como nadie nunca antes. ¿Qué carajos hago ahora?

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