Huyendo del Amor

Un Instante

Por favor, Por favor Norma, démonos una oportunidad, Prometo que te haré feliz cada día. Me equivoque mi amor, solo... no me alejes de ti.- Lo abrazo con todas las fuerzas que me quedan. Nos mantenemos así por unos segundos y entonces...

Me alejo solo un poco y beso lentamente sus labios. Estamos tan pero tan cerca el uno del otro que puedo sentir los latidos de su corazón contra mi piel. En ese beso hace que todo lo amargo que hasta entonces había sentido desaparezca, como si el dolor nunca hubiera existido, quiero creer que lo que dice es verdad y hasta cierto punto lo hago. No sé cuantos segundos pasan, nuestro beso es cada vez más apasionado, sus manos bajan a mi trasero y mis manos recorren su pecho, me levanta un poco del suelo y continuamos. No quiero pensar en nada, no ahora, porque si pienso me alejaré de él y saldré corriendo. Nos separamos, nuestras miradas turbias de deseo; Un grupo de niños pasa cerca, sus risas y jugueteos nos hacen regresar un poco a la realidad, solo un poco. Axel me lleva hasta su auto que no está muy lejos. Ambos sabemos lo que va a pasar, puedo ver como la vena en su cuello late rápidamente. En este momento somos puro instinto, no pensamos. Los vidrios de su auto son oscuros; nadie nos interrumpirá. Entramos a la parte trasera, no hay nadie cerca y el murmullo de las risas y gritos de los niños jugando y familias divirtiéndose son lejanos, parece que todos están en la feria.

El silencio y la oscuridad de la noche hacen que este momento se sienta como una pausa, algo estático, un corte en nuestras vidas. Ese momento que marca un antes y un después.

Ambos estamos en la parte trasera del auto, el aire completamente cargado. los dos queremos esto, los dos morimos por que esto pase.

-Norma...-Susurra mientras me besa. Yo me mantengo en silencio pero no puedo evitar esos gemidos de placer que me causan sus caricias.

Recorre mi piel lenta y dulcemente, mientras mis manos aferrándose a su piel como temiendo que en cualquier momento se esfume. Quiero grabar cada parte de su ser en mí, no quiero olvidar este momento.

Me besa por el cuello, lentamente se deshace de mi campera y el pequeño top que cubre mis pechos. Posa su boca, primero en uno y luego en otro, volviéndome loca de placer, yo le quito la remera que lleva puesta, deseo con todas mis fuerzas sentir su piel. Decido que quiero explorar con mis labios cada parte de su cuerpo, recordar por siempre el sabor de cada centímetro de su cuerpo. Ambos nos recorremos mutuamente, ambos llegamos más allá de los lugares prohibidos. Me hace tocar el cielo con su boca y yo, torpemente beso su miembro hasta que las contracciones por el orgasmo que se avecina son incontenibles, entonces me detiene y se acomoda sobre mí, mira mis ojos y yo recorro suavemente su rostro con mis dedos, sostengo la mirada turbia por la pasión. Se adentra en mi interior de una sola embestida, un gemido de placer escapa de nuestros labios al mismo tiempo. Me aferro a su espalda mientras él me sostiene firme de la cadera. Las embestidas son cada vez más fuertes y mis gemidos cada vez más altos. Nada más que el éxtasis de la pasión existe en este momento. Ahogamos nuestros jadeos con besos. No sé cuánto tiempo permanecemos haciendo el amor pero cuando por fin decidimos que es hora de vestirnos, me doy cuenta que el lugar está completamente desierto, ya no hay risas amortiguadas por la distancia, tampoco el sonido de la música típica de feria a la distancia.

Axel se va a bajar del auto para ubicarse en el asiento del conductor pero lo detengo. Le abrazo con las pocas fuerzas que me quedan y luego tomo su rostro entre mis manos, besando delicadamente, un corto beso. Mi despedida.

-Me tengo que ir-Susurro

-Espera, yo te llevo. Vamos al mismo lugar- Sonríe y me recuerda que esa sonrisa suya es una de sus muchas armas, que esa sonrisita suya me desarma.

Yo también intento sonreír pero no lo consigo.

-Gracias pero... no- Digo algo incomoda, no quiero alargar más esta situación.

-¿Está todo bien?- Pregunta algo desorientado. Yo internamente me pregunto si en verdad pensó que sus palabras vacías o el hecho de decirme que terminaría con su novia, a la que por cierto no quiere, con la que esta jugando al igual que hizo conmigo, lograrían convencerme. ¿Arriesgar la poca cordura que me queda por él; la única persona que ha llegado a lastimarme tan hondamente? Por supuesto que no. Nadie había tenido tal poder luego de la muerte de mi hermano mayor o de la separación de mi hermano menor, eso es completamente impensable. Nunca más, por lo menos Axel nunca más será una opción en mi vida. Prometo que lograré superar todo lo que siento y algún día solo será un recuerdo que me causará risa.

 




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