¿¡Qué?!

Número desconocido:“Que pases una hermosa noche, en lo posible pensando en mí”

Dudo sobre contestar pero, al final me arriesgo, decidí que me daré una oportunidad y eso es exactamente lo que voy a hacer:

Yo: - “No me dijiste tu nombre”

Número desconocido: “La próxima vez que nos veamos te lo diré”

Yo: “¿Qué te hace pensar que habrá próxima vez?”

Número desconocido: “Suelo ser muy optimista. ¿El próximo sábado, a las 8 en el mismo bar?”

No puedo evitar reír al leer el último mensaje, decido que lo responderé hasta mañana. A ver si pierde el optimismo. La mini yo malvada en mi mente se ríe siniestramente, parece que por milagro divino estamos de acuerdo en algo. 

Dejo el celular cargando fuera de la habitación y me voy a dormir luego de programar la alarma y alistar la maleta. 

A las 6 en punto ya estoy duchándome y preparándome para ir a buscar a mi amiga. 

**NARRA TANIA***

Estoy caminando de un lado a otro en la sala bajo la mirada atenta de mi hermano que acaba de llegar ¡El muy maldito no me avisó que iba a venir! ¿Qué tal me hubiera encontrado en paños menores? ¿O con algún chico? ¡Suerte que las cosas no llegaron a más con Tom! Después de que Norma se fuera a no sé donde, estuvimos buscándola por horas, pero terminamos dándonos por vencidos. Los chicos me trajeron de regreso y hablamos de volver a quedar, si es que Norma se digna a aparecer.

Estoy nerviosa, desde que la conozco jamás la ví así, tan perturbada, tan enojada y triste al mismo tiempo. Creo que ese chico que nos abordó esta noche es EL INNOMBRABLE de mi amiga. Realmente parece muy interesado en ella y aún no comprendo bien qué fue lo que sucedió entre ellos. 

Norma nunca me contó la historia completa y dudo que lo haga próximamente. 

¡Pero ese no es el punto en este momento! 

¡Maldición! Si a las 6 de la mañana no ha aparecido, empezaré a llamar a hospitales y a la policía. 

Mi hermano solo me observa con una ceja arqueada mientras yo sostengo el celular e intento llamar nuevamente, pero es inútil, vuelve a saltar el buzón de mensajes. ¡Dios! ¡Algo le tuvo que haber sucedido! 

Continúo en mi nada relajante caminata alrededor de la sala cual ratón enjaulado hasta que, mi ya muy irritado hermano, se levanta y detiene mis movimientos tomándome por el brazo. 

-¡Maldición! Si continúas caminando de esa manera voy a arrojarte por el balcón. ¿Puedes decirme qué sucede? ¿Así por lo menos caminamos juntos?- Termina la frase cruzándose de brazos y observandome con cara de “estás completamente loca hermanita” ¡Maldito! Como lo extrañaba ¡Siempre logra irritarme tanto que olvido el por qué de mi enojo, tristeza o lo que sea.! Tuve mucha suerte de que precisamente él fuera mi hermano.

Una media sonrisa se dibuja en mi cara, creo que es hora de hablarle acerca de todo lo que ha pasado, así que empiezo por el día en que adoptamos a nuestros bebés. Que por cierto están enormes, mientras le cuento todo lo que ha pasado él prepara café para ámbos estoy terminando la historia cuando ya empieza a entender por qué estoy tan preocupada y por qué no paro de mirar el celular cada 5 segundos, esperando recibir una llamada o por lo menos un mensaje de mi amiga. Justo cuando estoy por retomar el paseo nervioso mi teléfono suena. y mi rostro pasa alivio a enojo en cuestión de segundos

¡Esta mujer es una completa inconsciente ¡Me va a escuchar!

-¡¿Se puede saber dónde carajos estabas metida?! ¡¡¿Estás loca?!¿Sabes lo preocupada que he estado?! ¡¡Eres una inconsciente, estaba a punto de ir a la policía!!- Quiero ir a buscarla y gritarle en persona así que empiezo a buscar las llaves mientras hablo, muy enojada para quedarme quieta.

-Si mamá estoy bien, gracias por preguntar, y sí ya estoy en casa ¡Diablos! Casi me quedo sorda. ¿La próxima me puedes avisar antes de empezar a gritar? Mis tímpanos te lo agradecerán- Dice, así como si nada hubiera pasado. ¡¡como si yo no hubiera estado al borde de un ataque de nervios toda la noche y parte de la madrugada!!

Son cerca de las 3 de la madrugada y ella me contesta solo así?

-¿Me piensas decir donde estabas? o tengo que ir a tu departamento a averiguarlo- Al decir esto ya tengo la mano en la perilla de mi puerta ¡Me va a oír, en vivo y en directo.

-No creo que quieras venir, mañana tenemos que madrugar. A las 7:00 a.m paso por tí, prepara maletas con ropa suficiente para el fin de semana- ¡¿Qué?! Son las 3, no he dormido, todavía no se me calman los nervios y ¿mi querida amiga quiere que madruguemos a las 7? ¡Ahora si creo que se terminó de chiflar!

-¿Qué? ¡No! Norma, espera. Escucha no puedo porq…-  ¡NO ME DEJA TERMINAR DE HABLAR!

-No acepto un “No” por respuesta así que descansa. Mañana madrugamos- ¡Maldición! ¡Quizá porque estoy muy contenta de que esté bien es que voy a sacrificarme por una de sus malditas locuras! Pero no puedo dejar solo a mi hermano así que…

-Idiota- Digo llamando la atención de mi hermano que desde hace un rato parece muy pendiente de su celular, tan concentrado está mirando la pantalla que ni siquiera me presta atención- ¡Idiota!- Le arrojo lo primero que encuentro para llamar su atención, uno de esas pequeñas pelotas anti estres de espuma. ¡Justo en la cara! Tengo muy buena puntería- Mañana madrugamos, a las 7 te quiero listo-