Al girarme todo lo que puedo hacer es retroceder un paso… ¡¿Qué carajos?! ¿Es el tipo del bar?
Por unos segundos parece sorprendido pero luego adopta una pose de “yo soy el mejor” y se cruza de brazos recostado en el marco de la puerta.
Yo observo de un lado a otro para confirmar si me equivoqué de puerta o es que acaso estoy soñando, quiero pellizcarme pero me contengo, no quiero parecer una loca, aunque creo que el tipo ya lo piensa..
Su mente debe ser algo como ¡Oh mira, no ha pasado ni un día y ya hasta averiguó dónde vivo! Mi mini yo malvada se ríe en mi cabeza y hace gestos burlones de ¡Estas cosas solo te pasan a ti! Tiene razón ¡Maldita sea!
-Hola bonita, ya sabía yo que soy irresistible pero no pensé que tanto- Guiña un ojo y yo entrecierro los ojos aparentando enojo, pero en mi mente todo lo que hay son elogios para esa miradita pícara ¿Por qué tiene que ser tan guapo?
-¿Y tú quién eres?- Digo elevando una ceja.
Su cara se transforma por un segundo ¡Ja! ¡Punto para mi!, hasta que nota el rubor en mis mejillas. ¡Sí, ese puto rubor traidor que delata mi mentira! ¡Maldición!
Y es que en serio ¿Quién no recordaría a semejante hombre?
Ríe suavemente y se hace a un lado, invitándome a pasar con la mano.
Me cruzo de brazos y lo miro fijamente, incitando a que responda.
Síp, yo tengo que ganar en esta batalla de miradas.
Y todo va muy bien hasta que la cerradura de la puerta a mis espaldas suena con el típico movimiento de llaves quitando el cerrojo, indicando que Axel está por salir.
Abro los ojos como si hubiera recibido un golpe en el estómago y aunque todo esta pasando muy rápido noto la cara del extraño sorprendida, seguramente acabo de reforzar la idea de que estoy completamente loca, y en medio segundo estará completamente seguro.
Me adentro en el departamento, tomo la mano que había extendido señalando que entrara y tiro de él hasta que puedo cerrar la puerta y recostarme sobre ella como si el monstruo más temible estuviera del otro lado.
Dos segundos más tarde aparece Tania con el cabello mojado y todavía sin maquillaje para encontrarse con una escena bastante graciosa.
Yo con la espalda sobre la puerta y los brazos abiertos como intentando contener una fuerza invisible que intenta traspasar el umbral y que solo veo yo.
-Norma qué…- Empieza a decir mi amiga pero unos golpes en la puerta la interrumpen.
Mierda! Estoy completamente segurá que no quiero abrir esta puerta. En el momento que tocaron la puerta supe de quien se trataba
-Norma sé que estás ahí y no me pienso mover de aquí hasta que hablemos.
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Holaaa de nuevooo
¿Que tal este hombre? Tu qué harias ¿A quien elegirias?
Editado: 09.10.2023