EPILOGO

Han transcurrido 5 años desde aquél día en que creí estar embarazada, 5 años en que todo ha cambiado demasiado. 

Hoy estoy de camino a la empresa, que gracias a Dios, después de una crisis hace un par de años, hoy se encuentra en su mejor momento.

Manejo un poco rápido ya que voy retrasada, esta junta es muy importante. 

Al entrar casi corriendo a la sala de juntas, lo primero que veo son dos rostros familiares que han sido mi más grande apoyo en todo este tiempo. 

Una de ellos es mi amiga y también cuñada, Tania. El otro es el hombre al que desde hace dos años le digo mi amor.

Neithan fue el hombre más cariñoso y paciente del mundo, respetó mis sentimientos, entendió que estaba en un proceso de sanación interna pues el nombre de Axcel aún me hacía estremecer. 

Sonrío y saludo a todos los presentes con un asentimiento de cabeza para luego ubicarme en medio de ellos dos, la junta transcurre sin inconvenientes al igual que el resto del día. En la noche, luego de mucho tiempo, emprendimos nuestro camino de vuelta a la capital, no sería nada definitivo, solo cuestión de unos días pero para mi esta siendo todo un desafío.  El par de hermanos ya habían regresado en varias ocasiones a aquél lugar que tanto nos cambió a los tres, ese conjunto de apartamentos hace parte importante de nuestras historias y aún así yo nunca me atreví a regresar antes de hoy, todas las veces en que se me presentó la oportunidad ya fuera por negocios o diversión rechacé la propuesta, sentía un enorme miedo de encarar a mi antigua yo y darme cuenta que, quizá una parte de ella aún continuaba en mi que, si de casualidad llegaba a encontrarme con él… Mi corazón volvería a acelerarse y despues doler.

Temía traicionar la confianza y el amor de aquella persona que se ha convertido en un pilar importante en mi vida pero, a pesar de todos los miedos, he decidido arriesgarme porque uno no puede vivir preguntando qué hubiera pasado, es imposible pasar la página o terminar la historia si todavía sientes miedo de ver, hablar o siquiera acercarte a esa persona, he decidido que debo hacer esto, debo enfrentar mi pasado para poder construir realmente un futuro junto a este maravilloso hombre que la vida cruzó en mi camino.

Desde hace tiempo me ha rondado por la cabeza la idea de que estamos estancados, que ni yo me permito sentir un poco más por él, ni él se atreve a acercarse un poco más a mi, a mi intimidad, a mis sentimientos, convirtiendo nuestras charlas en algo banal, sobre el clima, el trabajo o nuestros conocidos, nunca nada de nosotros, de cómo nos sentimos de qué queremos.  

Así que tan decidida como estoy nada se interpondrá en mi camino. 

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Llegamos al edificio y subimos al departamento donde empezó toda esta locura, y no me refiero al que era mío, me refiero al de Neithan, al que su hermana invadió y entonces decidió empezar a formar parte de mi vida, cambiándolo todo.

Al entrar en el lobby una niña pequeña muy bonita, rubia y con unas facciones de muñeca tropieza con nosotros por estar corriendo, nosotros reímos mientras su madre la regaña por correr sin fijarse en el camino. 

La madre de la niña, una rubia preciosa de grandes ojos verdes y cuerpo curvilíneo se sonroja un poco y nos pide disculpas, nosotros le sonreímos en respuesta y continuamos nuestro camino, me quedo un poco pensativa ya que sé que la conozco de algun lado pero no recuerdo de donde. 

En fin, cuando llegamos por fin a la entrada del departamento mi corazón latía acelerado, quizá los nervios de enfrentarme a mi realidad o quizá los nervios por correr el riesgo de ver al hombre que fue mi tormento.

Neithan nota mi incomodidad y me aprieta un poco la mano infundiendo valor, no me ha dicho nada pero sé que intuye lo que puedo estar sintiendo, al mirarlo a los ojos mi corazón da un vuelco como cada vez que lo miro desde hace tiempo, es tan guapo, tan caballero, tan excelente persona que me pregunto por qué se fijó en mí pero todavía no encuentro la respuesta. No había notado que me quedé como tonta mirandolo hasta que este me atrae a la realidad con un tierno beso en los labios. 

-Ya sé que soy muy guapo y que te derrites por mi pero, creo que puedes admirarme en la comodidad de la casa.

Suelta una risa traviesa y atraviesa la puerta de entrada, Tania ya nos ganó la habitación principal así que debemos compartir una cama individual o dormir separados, uno en el sillon y otro en la cama. 

¡A veces odio a mi amiga! no puedo evitar reírme ante este pensamiento, si hay alguien a quien nunca podré odiar es a esta mujer… 

Ambos me miran divertidos por mi repentino ataque de risa, se encuentran sentados en el sillón de la sala, Neithan con su camiseta negra pegada al cuerpo junto con unos jeans rotos del mismo color, parece un angel vengador ¡Hermoso!, a su lado Tania, con sus típicos atuendos claros, en esta ocasión un vestido blanco de flores con un poco de relieve junto con un maquillaje claro y unas sandalias blancas también que se amarran con unas delicadas tiritas a sus piernas. 

¡Son tan lindos! Corro y me lanzo encima sin previo aviso, el ¡Ouch! que exclaman ambos me hace reir, luego ambos se alían en mi contra y me atacan con cosquillas, yo me defiendo de la misma forma, pero ¡vamos! son dos contra una ¡Por supuesto que perdí! terminé tirada en el piso rogando clemencia entre llanto y un ataque de risa que me hizo doler la panza.

Los dos tramposos me chantajearon, debía ir a traer la pizza hasta donde la hacían como castigo, además hoy no estaban haciendo domicilios a saber por qué. 

Así que, en menos de 5 minutos literalmente me echaron del departamento yo estaba sudada, mi cola de caballo despeinada y mi jeans azul con rotos junto con mi blusa de Nirvana seguramente parecían recién salidos de un tiradero. 

Me alise un poco la ropa en el camino y ya casi terminaba al llegar al lobby, solo me faltaba la cola de caballo así que me solté el cabello y empecé a peinarme con los dedos, algo me decía que iba a quedar peor que antes pero aún así debía intentarlo.