Otro día en la escuela. El Festival Musical había sido en fin de semana, así que ahora era lunes, otro inicio tedioso para muchos alumnos.
—Sé que la pasaron bien en el festival, quiero felicitar a Johann y a sus compañeros —decía el profesor.
Los demás aplaudieron.
—Pero ahora tendré que dar los resultados del primer bimestre —continuó—, me sorprende tener alumnos reprobados. La materia de Historia es una materia fácil, jóvenes. No es como las matemáticas o la ciencia.
De las pocas veces que Andrei entraba a esa clase, esta era la peor. ¿Más fácil que las matemáticas? ¡Qué absurdo! A él se le daban muy bien. ¿Más fácil que la ciencia? Terrible. Pensó lo peor del profesor, maldiciendo en silencio.
—Quiero darles una oportunidad de aprobar. Harán un trabajo especial que contenga los puntos importantes sobre los temas que hemos visto —tomó una hoja—. Trabajarán en parejas, así no será difícil. Vean que trato de ser muy flexible con ustedes.
Los alumnos rieron, siguiendo el buen humor del docente.
—Oliver y Brad —anunció.
Los mencionados se sorprendieron.
—¿Reprobé? ¡Pero estudié mucho! —se lamentaba Oliver— Y con Brad…
Brad no dijo nada, solo hizo una mueca de molestia. ¡Qué pesadez tener que trabajar con uno de los imbéciles que formaban parte de la banda de Zack!
—Andrei y Elyon.
Ellie quedó boquiabierta, pero trató de disimular un poco, ya que todas las miradas se centraron en ella.
—¿Reprobaste Historia? —preguntaba Oliver, impactado, pues sabía que su amigo era más inteligente que él.
No respondió. Si no entraba a esa clase, no iba a saber nada a la hora del examen y no era algo que le preocupara.
—Es todo. Los demás aprobaron.
Cuando terminó la clase, Ellie estaba que no lo podía creer. Trabajar con el chico que le gustaba era inesperado. Esta era la mejor oportunidad para acercarse y conocerlo. En efecto, él se dirigió a su lugar.
—Haremos el trabajo de Historia juntos, ¿Qué tema quieres elegir? —preguntó ella, siendo amable.
—Elige los temas que quieras, solo quiero que me ayudes en algo.
—¿Ayudarte?
—Verás, tengo que trabajar en el Club de Ciencias después de clases. He estado trabajando bien en estos últimos días y no quiero distraerme. Confío en que tú harás un gran trabajo.
—¿Quieres que lo haga todo?
—Sé que entiendes mi situación.
—Claro. Lo haré.
Esto dejó a la chica muy confundida. Prácticamente no quería trabajar con ella, pero, esa no era la razón. Él odiaba cualquier cosa que tuviera que ver con Historia. ¿Por qué? Su madre era historiadora, se dedicaba a investigar sobre cosas misteriosas que pasaban alrededor del mundo. Esto le obligaba a estar de viaje todo el tiempo. Una madre ausente que solo aparecía para empeorar su vida.
—Oye, vas a trabajar con Ellie —decía Zack, al estar con su banda, en una parte de la escuela—. ¿Por qué no trabajan en casa y aprovechas el momento?
—Ella trabajará en esto.
—¿Qué? El trabajo debe ser en parejas, incluso Oliver está trabajando con Brad, uno de nuestros enemigos —dijo Jeremy.
—¿Vas a dejar que ella haga todo? —preguntaba Esteban— Estás siendo muy cruel.
—Yo no debería estar perdiendo el tiempo aquí. Casi tengo la fórmula para viajar en el tiempo —decía Andrei.
—Es un descanso entre clases, no te puedes ir —Jeremy lo detuvo—. Deberías ayudarle un poco. Seguramente Ellie te dijo que sí porque es muy linda.
—Es muy tonta. Yo no dejaría que me hicieran esto.
—No es tonta, es una buena persona.
—Oye, oye, si crees que es tonta, deberías aprovecharlo —intervino Zack—. Si yo estuviera en tu lugar, la invitaría a mi casa a «trabajar en el informe» y le demostraría por qué las chicas buscan al gran Zack.
—No me interesa. Ya sé que es bonita, tiene buen cuerpo, linda, etcétera, pero es el tipo de mujer que no tiene idea de lo que hace.
—¿Te interesa que sea inteligente? ¿Como Marcy? ¿Saldrías con Marcy? —cuestionó Esteban.
—Rechazar a Ellie por Marcy, es como preferir comer basura que cualquier comida decente —comentó Zack.
—No quiero tener una relación en este momento.
Mientras tanto, por otro lado.
—¡No te dejes! Dile que, si no hace nada, reprobará —decía Joan— ¿Por qué le dijiste que sí?
—Es que él está ocupado con su proyecto, yo no quiero ser una distracción —respondió Ellie.
—Ahh… pero, ¿Cuál distracción? Ni siquiera ha de estar trabajando en su ridícula máquina del tiempo. Solo quiso dejarte todo a ti. Elyon, ¡reacciona!
Emilly y Cindy se acercaron a esa mesa de la cafetería. Joan no lo podía creer.