El día tan esperado llegó. Era 14 de febrero, el día de San Valentín. En la noche, habría un baile organizado por la escuela. Este baile era importante para la banda de Johann, porque volverían a presentarse en vivo. Ellie no se atrevió a preguntarle nada a su novio, estaba esperando a que Imelda le dijera qué estaba pasando. Andrei actuaba normal, al ver que no sucedía nada, pero… se había olvidado por completo del cumpleaños de su chica.
—En la noche es el baile y Amanda me dijo que no podía ir, así que invitaré a Marcy —decía Zack.
—¡Qué sacrificio! —exclamó Jeremy.
—Oye, tú metete en tus asuntos.
Jeremy desvió la mirada en forma de molestia. Luego, se dirigió a Andrei.
—¿Qué le vas a regalar a Ellie?
—Solo es 14 de febrero, no voy a dar regalos este día.
—¿Qué? —preguntó Oliver desde su asiento, la mesilla estaba ocupada por un arreglo floral que tenía listo para su novia Miyako— Hoy es el día de los enamorados, deberías comprarle algo.
—¿Cuánto te costó eso? —preguntó Esteban, al ver las flores.
—Creo que no… no me veo comprando flores ni globos —respondió Andrei, sin darle importancia a la fecha y, con ese problemilla que tenía, no se sentía del todo bien.
—Eso es porque antes no tenías novia, pero ahora sí —insistió Oliver—. Yo ahorré durante las vacaciones para este día. Es el primer 14 de febrero que tengo novia. La invitaré al baile de esta noche, pero antes, la sorprenderé con estas flores.
—¿Ya se te acabó el romance? —preguntó Zack— Estabas tan cambiado y ahora regresaste a ser el mismo apático.
—Hay algo que me preocupa, solo eso.
—Oye, Andrei, sé que la cursilería no es lo tuyo, pero debiste comprarle un regalo porque hoy es su cumpleaños —recordó Jeremy.
El mencionado quedó sorprendido al escuchar esto. ¡Cierto! Ella le había dicho que cumplía años en este día. Además, en ese momento, Joan, Emilly y Cindy estaban felicitando a la chica y le daban pequeños obsequios. ¿Cómo demonios se le olvidó eso, siendo una fecha tan obvia?
—Suerte. Las chicas odian que olvides fechas —dijo Zack, sonriendo.
Más tarde, en un descanso.
—Hoy en la mañana me saludó normal. Creo que se olvidó de mi cumpleaños.
—Te dije que era un idiota —comentó Joan—. Ni siquiera un obsequio por San Valentín y tú sí le compraste algo.
Ellie miró la pequeña caja de chocolates que llevaba, decorada con un moño.
—En realidad lo tomé de la tienda de mi familia —respondió.
—De todas maneras, te acordaste de traer un regalo.
—Joanne, ¿te puedo contar algo?
La chica puso atención, pero antes de que Ellie mencionara otra palabra, Andrei llegó y se sentó a lado de ella. Estaban en una mesa de la cafetería.
—Ellie, ¿podemos hablar?
Joan hizo una cara de molestia y se levantó de la mesa, dejando sola a la pareja.
—Debo decirte algo muy importante, espero que no te decepciones.
—¿Qué…? ¿Qué pasa?
—Olvidé tu cumpleaños —fue su gran confesión.
Ellie esperaba otra cosa, debido a la situación, pero no dijo nada y dejó que siguiera hablando.
—Lo siento. Sé que debí traer un obsequio, no solo por tu cumpleaños, también por San Valentín. La verdad no… no lo recordé.
Ella se entristeció. ¿Cómo era posible que se olvidara de su cumpleaños? ¿En qué estaba pensando? ¿En Madyson?
—No importa.
—Iremos al baile esta noche, ¿cierto? Todavía puedo arreglarlo. Además, tengo que decirte algo.
—Sí, está bien.
—¿Quieres que pase por ti?
—No, yo llegaré aparte.
A Andrei esto le pareció bien, sin imaginarse que algo estaba mal, muy mal. Era incapaz de darse cuenta. Todo esto podía evitarse si se decidiera a hablar en ese momento sobre lo que pasó con Madyson, pero no… Este era un tema prohibido, debía tratarlo bien, solo era cuestión de tiempo para que la bomba estallara.
La noche llegó. El salón de eventos estaba decorado con el tema de San Valentín, había corazones y todo estaba coloreado de rojo, rosa y blanco. El baile sería en un salón debido a la presentación de la banda de Johann, ya que contaba con el escenario y la pista de baile. Además de la música de Johann, había un DJ encargado de poner música acorde a la fecha, ya que el rock no es del todo romántico. La presentación del grupo sería en momentos, para dar la oportunidad de crear una atmósfera romántica en el baile. Ellie llegó al salón, con un vestido color rojo, corto hasta las rodillas, el cabello recogido y el maquillaje de fiesta. En la entrada, se encontró con Imelda que, aunque no tuviera pareja, estaba presente.
—Ellie, te ves muy linda.
—Gracias. ¿Ya llegó Andrei?