(T/N) = Tú nombre
«...» = Pensamientos
«Desde ese día ya no sé nada de Kou ni de Narumi. », cerré los ojos.
«Aunque a Narumi le he estado enviando mensajes y casi no los contesta. »
« ¿Habrá pasado algo malo?, o ¿Kou ha estado con ella todo este tiempo? »
- (T/N), hija, ¿estás bien? -preguntó mi mamá
-Oh... Estoy bien así que no te preocupes mamá.
-Andas muy distraída -hablo con preocupación mi papá.
-Estás loco, papá -reí y tomé un poco de agua.
- ¿Será por qué viste a Mabuchi Kou? -sentí como el agua se quedaba a la mitad de mi garganta -No te ahogues con el agua -comenzó a reír a carcajadas.
-Ayúdala, se está muriendo -dijo mi mamá dándome palmaditas en la espalda.
- ¡Oye!, no te mueras antes de casarte con Mabuchi-kun -me dio unas palmaditas en la espalda.
- ¡No me casaré con él!
- ¡Oh!, ya estás mejor -rió -. Yo también negaba que me casaría con tu mamá, al final me casé con ella y tuvimos una hermosa hija.
-Pero no creo llegar a casarme con él, aparte ni siquiera somos novios.
-Eso ya lo decidirá el destino -dijo mi mamá, abrazando a mi papá.
-E-Este... ¿Y si terminamos de cenar? -pregunté con nerviosismo
-Ah... Cierto -dijeron.
-Aunque tu vida amorosa es importante para nosotros, así evitamos que te quedes sola con un montón de gatos -dijo mi papá en burla.
- ¡Papá!, déjame cenar -seguí cenando intentando ignorar a mis padres.
«Mañana... Mañana lo volveré a ver. »
Me acosté en mi cama intentando dormir.
«No puedo dormir. »
-Tengo que pensar en algo bonito.
- ¡Kou! ¿Estás bien?
-Estoy bien. -acomodo su cabeza en mi hombro -Solo no me gusta verte junto a ellos.
- ¿Eh?... Deja de jugar Kou, no es gracioso.
-No estoy jugando -levanto su cabeza y me miro -. Aunque sea tu si te diste cuenta.
-No, eso no -di vueltas en la cama -. ¿Por qué lo hizo?, y ¿a qué se refería con darme cuenta? -cerré mis ojos.
-Hija, despierta -escuché.
-No... Quie...ro...
-Se te hace tarde para ir a la escuela.
«Escuela... ¿¡Tarde!? »
-O maldición -me levanté de la cama, me duché, me puse rápidamente mi uniforme, desayuné y salí de casa corriendo.
Me dirigí hacia la parada de trenes, por suerte estaba el qué me llevaba a la escuela, intenté bajar las escaleras más rápido y alcancé a entrar.
«Que alivió. », suspiré.
Saliendo de la parada de trenes comencé a correr en dirección a la escuela. Al entrar tropecé y caí, escuche a alguien atrás de mí riéndose.
- ¿Te caíste? -volteé a verlo
-Por supuesto, después de todo una belleza angelical como yo cae del cielo para ver qué tipo de horrores hay en este planeta, así como al que tengo en frente -lo señalé.
-Eso me dolió -se inclinó un poco y estiro su mano.
-No es para tanto Yuu -tomé su mano y me levanté con su ayuda.
Takumi Yuu.
Tiene 17 años, mide 1.77, sus ojos son marrones y su cabello es castaño oscuro. Es un amigo que tengo desde tercero de secundaria.
-Eres una tonta -se rió a carcajadas.
-Furukawa-kun, estarás muerto...
Furukawa Tomoki.
Tiene 17 años, mide 1.80, sus ojos son verdes y su cabello es de color negro azulado. Lo conocí por Yuu en primer año, aunque él era de otro salón.
Y bueno... Yo mido 1.59...
-Oigan, tenemos que ir al salón -les di la espalda.
-Espera -los miré por encima del hombro -, deja que nos cambiemos de zapatos -dijo Yuu, haciendo lo dicho.
-Para que llegan tarde -bufé.
-Pues viéndote creo que tu también llegaste tarde -habló Furukawa, terminando de ponérselos.
-Mmm... -Yuu me miró serio
-A-Ahora, ¿qué hice? -pregunté nerviosa, Yuu me agarró del hombro y me acerco más a él.
-Voltea y mira quien viene -susurró, hice lo que ordenó y en la entrada vi a Kou.
-Tienes esta oportunidad para hablar con él, no la vayas a desperdiciar -comentó Furukawa-kun.
- ¿Qué? -lo miré sorprendida -No, no, no, yo ya hablé con él.
- ¿Cómo? ¿Cuándo? Y ¿en dónde? -se alejó de mi.
-Es una historia algo larga.
-V-Viene hacia nosotros -dijo Furukawa.
-No es gracioso...
-Buenos días, (T/N) -sobresalté al escucharlo.
-B-Buenos días, Kou.
-Nosotros nos vamos. -comenzaron a caminar, «Traidores. »
-No, esperen -agarré la mano de Yuu y él me miró -. Se te olvida tu cuaderno de matemáticas -lo solté, moví con exageración mis manos esperando que no me dejaran sola.
-Me lo puedes dar después -sonrió.