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En multimedia esta Fujioka Kouichi.

(T/N) = Tú nombre

(T/A) = Tú apellido

«...» = Pensamientos

Fui a la habitación de Kou, estaba parado en la puerta, al verme se sorprendió y fue directo hacia su cama, como escapando, se acostó dándome la espalda mientras que yo me puse de rodillas a lado de esta.

-Duerme un poco... -corte el silencio

-Es lo que intento, pero no me dejas.

-No te hablaré, si es ese el caso. Simplemente descansa o solo di que soy una molestia para ti -dije, fingiendo no tener interés.

-Vete...

- ¿Por qué me iría?-pregunté, esperando una buena respuesta

-No te quiero ver, vete -en ningún momento volteó, hablaba en serio.

-Esta bien -hablé aceptando su demanda con una intención oculta, me levanté del suelo.

-Gracias.

«Idiota.»

Sonreí mientras salía de su habitación, coloque algo en la puerta de la entrada para que no cerrará por completo, después de eso procedí a irme de su casa. Caminé hacía mi casa, llegando abrí la puerta.

- ¡Estoy en casa! -eleve mi voz, mientras me quitaba los zapatos, dejé mi bolso en el piso.

-Bienvenido, hija -dijo mi madre.

-Justamente te quería ver a ti mamá -sonreí emocionada como niña de cinco años.

- ¿Para qué me necesitas? -pregunto sorprendida

- ¿Sabes de algún remedio para quitar el resfriado?, pero que sea comida.

-Sería la sopa de pollo, ¿por... -la interrumpí

- ¡Enséñame a hacerla! -grité

-Pero no grites -se tapó los oídos.

-No lo hice -infle las mejillas.

- ¿Para quién? -cuestionó, haciendo que me pusiera nerviosa

-Para mí, solo quiero saber hacer sopa de pollo -sonreí.

-Por supuesto -dijo con sarcasmo -, si hubiera sido así no tendrías que haber preguntado si sabía algún remedio para quitar el resfriado -sonrió -. Es para Kou, ¿verdad? -sonrojé

-No, obvio no mamá -desvié la mirada.

-Aprende a mentir mejor, querida -rió.

-No te rías... -hice un puchero

-Tranquila -dejo de reír -, ven a la cocina.

- ¡Sí! -la seguí

Me explico qué ingredientes debería tener y como se tenía que hacer la sopa, mientras yo intentaba prepararla, en ocasiones me ayudaba.

-Ya esta lista.

-Entonces deja se la llevo -me quite el delantal, serví la sopa en un recipiente con tapa.

-Te has echado de cabeza -alcance a escuchar cuando salí de la cocina

- ¡Desde que pregunté ya sabías eso! -respondí, solo escuché su risa - ¡Ahorita vuelvo! -me puse mis zapatos y salí de la casa

Anduve con cuidado de que no se abriera el recipiente o se me cayera, lo bueno que no cerré la puerta de su casa, al llegar solo la empuje entrando. Intenté de no hacer mucho ruido para que no se diera cuenta de que había vuelto, sigilosamente fui a su habitación, abrí e ingrese, para eso Kou volteo a verme molesto.

-Dije que te fueras.

-Ya me fui y volví -dije intentando no mostrar interés.

-No quiero ver tu horrible cara -me miro de una manera realmente muy mala.

«Auch... Eso dolió y mucho.»

-Entonces date la vuelta y no me mires... -dije un poco molesta -Ah, antes de eso, te dejo esta sopa... -coloqué el recipiente a lado de su cama

-No la quiero, se ve horrible como tu cara.

- ¡Oye!, ni siquiera se puede mirar y ya estas diciendo que se ve horrible, no tienes que juzgar si no la has probado.

-No la quiero -suspiré.

-Puse todo mi esfuerzo para hacerla y tú simplemente la desprecias... -volví a suspirar

- ¿La has hecho tú? -se asombro

-... A la próxima no me preocuparé por ti -dije -. Y si la hice yo, con un poco de ayuda de mi madre -me di media vuelta -, pero si no la quieres entiendo -agarré de nuevo el recipiente -, creo que el gato si la querrá -salí de la habitación y cerré la puerta con el pie -. Estúpido -susurré, me dirigí hacia la cocina.

Al entrar dejé el recipiente en la mesa, comencé a buscar al gato para despedirme de él.

-Gatito, ¿en dónde estás? -me agaché

- ¿Qué haces? -preguntó Kou a mis espaldas

-Estoy buscando al gato -hable sin mirarlo

- ¿Era en serio?

-Sí, muy en serio -lo dije en broma.

-Dame la sopa -me levanté de golpe

- ¿Pará? -bufé

-Para comerla -me miró

-Ahora sírvete -avance directo para ir a la puerta -. A parte tienes que estar en cama, estás enfermo.

-Me iré acostar si me das la sopa -me detuve, él fue acercándose.

-Sírvete, yo ya me voy -lo fulmine, parecía que estaba triste -. ¿No querías que me fuera?, tampoco querías mi sopa, no te la voy a dar.

- ¿Por qué no?

-Porque se ve "horrible" como mi cara -hice comillas con mis dedos, cerré los ojos molesta.

-Lo siento -sentí como junto su frente con la mía, los dos nos miramos -, esa no fue mi intención -apareció el rubor en mis mejillas -. No me digas que ahora tú tienes fiebre --se separó para tocarme la frente.