I hate you

Capítulo 4: Nombre

Seguramente debía verse bastante chistoso, una chica de baja estatura arrastrando a tamaño grandulón, el cual no podía evitar poner una cara de desagrado y confusión.

Un humano le estaba tocando, era cierto que él la había tocado anteriormente, pero había sido necesario, tenía que saber si su corazón también latía, lo cual, si sucedía, aunque de una forma más leve. ¿Todos los corazones humanos eran así?

La morena había optado por dejarle en la comisaría, allí podrían reportarlo para que su familia viniera por él o los del manicomio en caso de ser alguien que se había escapado.

El pelinegro se resistió hasta que logró soltarse. La chica tenía agarre y unas muy potentes uñas por si no estaba enterada.

- ¿A dónde crees que me llevas? - murmuró viéndole con seriedad casi con desprecio. Esa humana era demasiado confianzuda, le había tocado demasiado en ese corto lapso de conocerse. Además… ¡le había usado de colchón inflable! ¡Él no era quien para tener que soportar su caída! Y ni siquiera la muy amable le había dicho que gracias.

Humana desagradecida…

Molesto se giró, pensaba volver a donde anteriormente se encontraba y buscar a Jimin, se le pegaría cual chicle hasta que pudiera resolver su problema, pues él no debía quedarse así, su trabajo era recolectar las almas humanas y guiarlas al que fuese su destino, no vivir como uno de ellos.

Sintió nuevamente el apretón de aquella pequeña mano en su muñeca. Ella tercamente volvió a jalarle en esa dirección, esta vez no resistió eran demasiados movimientos en un día, quería ya irse hasta su sillón y ver ese aburrido dorama hasta que sus ojos se cerraran y quedara todo en negro. En realidad, él no dormía, solo quedaba en silencio, disfrutando de la sensación de no hacer absolutamente nada, ahora que era un ser de esos no sabía si dormiría de verdad o como solía hacerlo.

-Es divertido vivir libre, hacer lo que plazca con completa libertad -canturreó un hombre que podaba los arbustos llenos de flores, debía admitir que lo hacía bastante bien, pues hasta el momento todas permanecían sanas, sin ningún pétalo menos y con radiante energía ¿o más bien sería vida? – Quiero ser libre, libre ser…- y aquella absurda canción llegó a su fin al ver al pelinegro, los ojos del jardinero de cabello rojizo se abrieron a más no poder, le pareció extraña su reacción.

Le siguió viendo fijamente, o al menos fue así hasta que la morena le puso tras de él y vio al hombre con seriedad.

-Definitivamente los locos andan sueltos…-murmuró la chica arrastrando al pobre joven que no hacía más que quejarse mentalmente por ser contaminado por la humana y por caminar tal trayecto, realmente extraña el no poder aparecerse donde quisiera con tan solo pensarlo.

El pelirrojo vio un rato más a aquella pareja de pelirrojos con incertidumbre y luego sonrió y volvió a cantar a todo lo que su voz diera.

- ¡Libre como los pájaros en el cielo azul…!

 

 

Había demasiada gente, caminando de un lado a otro con raras carpetas y usando raros uniformes -unos días más tarde sabría que tales uniformes pertenecían a la policía-, además de personas con sus manos echadas hacia atrás o a veces adelante con una cosa metálica rodeando sus muñecas.

La menor veía al oficial o secretario o lo que fuese con muda suplica.

¡Ya quítenme a este loco de encima!

- ¿Y su nombre es…? - preguntó el oficial en inglés, suponiendo de antemano que posiblemente la morena no pudiera entender bien el coreano.

-Él dice no recordarlo, tampoco sabe dónde vive.

-Mmm, un caso de pérdida de memoria…- afirmó el oficial, la morena asintió llena de pesar.

-Su mente parece que está en otro lado.

El chico si respeto alguno -o al menos así fue tanto para él oficial como para ella-, se paró y comenzó a explorar el lugar. Quiso poder agarrarlo del cuello y estrangularlo para luego hacer un hueco y enterarlo allí. El problema se habría solucionado más rápido y fácil de esa manera.

-Chico, ¿puedo hacerte unas preguntas? - no hubo respuesta así que el oficial se lo tomo como un sí, ella se apresuró y le hizo sentarse nuevamente, no fuera a ser que le encerraran por traer a alguien tan problemático. - ¿Recuerdas tu nombre?

Todos los ojos se posaron en él y entendió que rápidamente tenía que inventarse algo.

Vio a todos lados en busca de algo que le ayudase a dar una respuesta, lo primero que vio fue una revista de salud y esta decía en la portada: “Si un niño come bien desde pequeño, crece bien y vive bien”.

Recordaba haber escuchado un nombre con un significado así, pero… ¿cuál era?

- ¡Yoongi! -exclamó dándole una sonrisa.

- ¿Yoongi? – el oficial le vio confuso.

- ¿Entonces cuál es tu apellido?



#7771 en Fanfic
#20571 en Fantasía

En el texto hay: primeramor, angel, bts

Editado: 17.06.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.