I Just Love You

Capitulo 32

—¿Cómo es eso?, ¿Primero se detestan y ahora estarían dispuestos a recibir un disparo por el otro? — Preguntó John confusamente.

Reí nerviosa—Quiso decir…—Carraspeé—Que ahora de veras me ha aceptado como un miembro más de la familia—Sonreí—Como su hermana.

Brandon posó su mirada confusa en mí—¿Estás bromeando?

Lo observé seria—No.

El pajarito bufó—Estamos con la soga al cuello ¿No crees, que lo mejor sería revelar todo y ya?

—Brandon, basta.

—¿¡Basta!? ¡Maldición! ¿¡Por qué quieres seguir ocultándolo!?

Janine se puso entre ambos—¿Qué está ocurriendo? —Demandó con autoridad.

Al cabo de unos segundos en donde Brandon y yo tuvimos una batalla de miradas, el pajarito suspiró.

—Olvídalo, mamá. No es nada—Se levantó y sin más, se marchó dejando tras de sí, un incómodo silencio.

Apreté mis ojos y mis puños, mis ojos se mantuvieron clavados en la ventana e hice una mueca por el leve ardor en mi labio, al haberlo movido para hablar.

—Cariño, sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea ¿Verdad?

Mi garganta se apretó imposibilitándome hablar—Lo sé—Janine estrujó sus labios al comprobar que de mi boca nada saldría—Yo, lo siento. Iré a mi habitación.

—Mañana hablaremos con el director—Anunció John deteniéndome—Si no sabremos nada por su parte, pues iremos para que otra persona no informe.

—Él no sabe nada, no fuimos antes de que apareciera.

—Estoy seguro de que, a estas alturas y gracias a los rumores, debe ya de estar enterado.

Me encogí de hombros—Bien—Me alejé de la cocina oyendo como Janine y John murmuraban entre ellos, sacudí mi cabeza y continué mi rumbo por las escaleras, hacia mi habitación.

Mi respiración se entrecortó y mis ojos se llenaron de lágrimas. Estos días los único que he experimentado ha sido estrés, ansiedad e incertidumbre.

Al menos la regla está disminuyendo.

Algo es algo.

Sentí mi bolsillo trasero vibrar, por lo que ceñuda abrí el mensaje. Era Melanie, inhalé profundamente y me encaminé hacia mi cama.

~¿¡Puedes creer que fueron con el chisme a el director!?~

Mierda, lo que faltaba en el combo.

~¿¡Qué!? ¿Quién!?~

Su nombre apareció en el detector de llamadas, tragué saliva y sin perder más tiempo contesté la llamada.

¡Gracias a dios me atiendes! —Exclamó Melanie—No se quien habrá sido, pero el director lo sabe. Los buscó y al no verlos, bueno intentó hablar conmigo…—Suspiró—Yo, por supuesto, como buena actriz, negué todo y fingí no saber su paradero—Suspiró—Pero creo que no lo convencí, lo siento.

Rasqué mi nuca—No te preocupes y gracias, eres una gran amiga.

Oí una tímida risa de su parte—¿Tú cómo estás?

—Respirar y que tus órganos funcionen, ¿Cuenta?

Rió—En parte, me refiero a ti.

—Supongo que he estado mejor—Mojé mis labios—¿Has hablado con David?

Sí, lo hice—Lanzó una carcajada—Dijo que tiene dolor de cadera producto del golpe que obtuvo al caer al suelo.

Sonreí—Al menos fue valiente.

 

Rió—No lo niego, pero se ganó una buena paliza. En fin, llamaba para informarte de eso —La oí maldecir —Ahí viene la profesora Monterrey, te veo luego.

—Adiós.

La puerta de mi habitación se abrió repentinamente, mostrando a Janine, quíen se había colocado nuevamente su abrigo.

—El director acaba de llamarnos y nos citó urgenteme para aclarar el asunto de la pelea—¿Qué? —Ponte tu abrigo, te esperamos abajo.

¡Maldición!

¡Estoy jodida! ¡Estamos jodidos!

 

¿Y ahora qué?

 

(...)

 

John aparcó y luego de quitar la llave de contacto, procedió a bajar del auto, acción que todos imitamos. De mi parte más lentamente, no deseaba ir a aclarar esto.

¿Por qué no pueden dejarlo estar?

¿Por qué tanta importancia?

—Jodidos—Susurró Brandon en mi oído, mientras colocaba su capucha, la cual cubría la mitad de su rostro—Así es como estamos, jodidos.

Suspiré—¿Crees que no lo sé, pájaro?

Brandon gruñó—¿Y ahora qué?

—No lo sé—Dije luego de un encogimiento de hombros—Últimamente ya no sé nada—Entramos al colegio y luego procedimos a caminar atravesando los pasillos, hasta la oficina del director.

—Mierda—Lo oí murmurar.

 

Janine golpeó con su puño la puerta de la oficina y al cabo de unos minutos, el director hizo su acto de presencia.

—¡Oh, señores Rudd! ——Exclamó—Adelante, por favor—Se hizo a un lado, permitiéndonos el paso—Pónganse cómodos—Caminó hasta su silla, después de haber estrechado su mano con John y Janine.

—Muy bien director, así como usted, nosotros también deseamos entender el ¿Por qué? De esta pelea. Es por ello que hemos venido de urgencia, mis hijos llegaron a la casa sumamente golpeados y decidieron no asistir a clases debido a los dolores—Comentó John—Lo que estuvo mal y ya recibirán su merecida reprimenda—Brandon y yo tragamos saliva—Pero lo que preocupa a mi esposa y a mí, es ¿Con quienes pelearon y por qué?

El director carraspeó—El motivo en concreto no lo sé, pero…—La puerta fue golpeada interrumpiendo al director—Disculpen—Se levantó y se encaminó hacia la puerta.

Salvados por la campana.

O tal vez no.

Leyla se encontraba del otro lado de la puerta, sonriendo como quien gana un trofeo por perra.

—Señor director, no quiero sonar entrometida, pero yo podría decirle el motivo en concreto.

El director frunció el ceño—¿Usted está involucrada en esto?

—Algo así, por favor acompáñenme y sus dudas prontamente se aclararán.

Caminé tensa hasta ella—¿Qué haces?

—Cuando yo demando algo y esto no es cumplido, procedo a actuar y es lo que estoy haciendo—Sonrió—¿Acaso me crees idiota? ¿Creíste que no sabría que tú y él…—Señaló a Brandon y luego de acercó a mí— No están juntos? —Lanzó una carcajada—Por favor vengan por aquí, estoy segura de que esto les encantará—Tanto el director como John y Janine, siguieron a Leyla.




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