Salimos de la casa y Edgar nos llevó al centro comercial. Es tan genial pasar una tarde con chicas, tengo que confesar que nunca o casi nunca salgo con mis amigas y estas chicas son fabulosas.
—Danna ¿tienes dinero?
—Claro ¿porque no tendría?
—Bueno tu sabes... eres recién casada y no trabajas...
—No seas tonta Danie, Danna no necesita trabajar su esposo paga todo.
Regaño Ana a Dani. Cosa que me hizo sentir incomoda, porque por supuesto que no gastaría su dinero y me nos me aprovecharía de ser su "Esposa". Al escuchar sus palabras sentí como si fuese una caza fortunas, es un horrible sentimiento que crean que te casases por dinero, sé que no me case por amor... pero por dinero tampoco... o al menos... yo.
Al instante me llega a la mente el recuerdo de cuando nos conocimos.
—No, chicas se equivocan, yo no gastare el dinero de Taylor. Tengo el suficiente en mi tarjeta y en mi bolso, como para gastarme el de él y este dinero - digo mientras saco la cartera de la bolsa- Lo gane yo, con mi esfuerzo.
Todas me miran sorprendidas y Edgar me observa por el retrovisor y sonríe. Y es ahí cuando me doy cuenta que él es alguien en que puedo confiar.
—Lo sentimos- Concluye Fanny- Es solo que cualquiera pensaría que Taylor te daría para todo y no necesitarías trabajar.
—Lo sé, pero sigue en pie lo de ser ayudante de concina he.
Las chicas sonríen al igual que yo y todos soltamos una amplia carcajada, incluso Edgar.
Mi celular suena y en la pantalla aparece el nombre de Karla mi mejor amiga. Y comienzo a dudar si debo contestar o no. Al diablo aquí no está Taylor. Hecho todo por la borda y contesto.
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“La vida te pondrá obstáculos, pero los límites los pones tú.”