I miss you (johndo)

Único

Johnny se retiró sus lentes y refregó sus ojos con cansancio, aún le faltaba revisar unos pocos documentos y actualizar unos datos de un informe para la próxima semana, pero de este ultimo se preocuparía después, aún disponía de tiempo para entregarlo.

Llevó ambas manos hasta el área de su cuello y apretó, tratando de relajar sus adoloridos músculos en esa zona.

Estas semanas habían sido horriblemente estresante con todo el cambio de jefe, ya que el hijo de su ex jefe había ocupado el puesto del nuevo dueño de toda la empresa. Y como primera orden fué la revisión de los documentos de sus empresas aliadas, actualización de datos importantes, y no olvidar de las largas reuniones de proyectos futuros en la empresa. Eso y mucho más, en donde junto con sus compañeros de trabajo Yuta, Taeyong y Kun trabajaron arduamente en la revisión de archivos y actualizaciones de la empresa hasta altas horas de la noche, para luego volver al día siguiente muy temprano en la mañana.

—Nos vemos el lunes Johnny—Kun le dió una pequeña palmadita en su hombro. Confundido Johnny lo miró, a pesar de estar muy cansado y no haber dormido bien en semanas, podría asegurar que hoy era jueves.

—Creo que a nuestro Johnny se le fundió el cerebro—Yuta respondió con una sonrisa a su lado.

—¡Oye!

—Cómo sea, YoonOh nos dijo que tomáramos el día libre mañana—Dijo Kun.

Johnny los miró sorprendido.

—Como lo escuchaste, deja esa mierda y ve a casa.— respondió Yuta mientras tomaba su bolso y acompañaba a Kun hacia el ascensor.—adiós cariño, no me extrañes—Volteó a mirar a Taeyong y le guiñó un ojo.

Taeyong le regaló un tierna sonrisa, mientras levantaba su mano derecha y le enseñaba su dedo medio.

Observó la escena y soltó una pequeña risa sin poder evitarlo. Yuta era increíble, aunque tenía un modo extraño de coquetear con el pelirosa. La verdad no sabía si Yuta realmente tenía sentimientos por Taeyong o solo le gustaba molestarlo. Un misterio.

—Deberías darle una aportunidad—. mencionó hacia su compañero. Taeyong volteó a verlo con su ceño fruncido, no entendiendo la pregunta. —Yuta.

Él pelirosa soltó un bufido y volvió su mirada hacia su escritorio. —Ni siquiera responderé a eso. Por cierto, también deberías irte.

Taeyong tenía razón. Si tenía suerte Doyoung aún estaría despierto para recibirlo.

Doyoung

Un sentimiento de calidez y pesadez llenó su pecho al pensar en su esposo ¿Hace cuánto no tenía tiempo para su familia?

Sin perder más tiempo agarró sus cosas, se despidió de Taeyong con una sonrisa y se encaminó hacia su hogar.

Se sintió como un adolescente de nuevo, las mariposas en su estómago y su corazón alocado.

Se estacionó afuera de su casa y bajó del auto ansioso. Afuera hacia frío, estaba oscuro y parecía que ningún alma andaba por alrededor. Observó el jardín de su vecino y se maravilló, su jardín siempre fué muy lindo el más lindo de todos. Su vecino Ten era muy cuidadoso y le gustaba mucho las flores. Incluso Doyoung intentó tener un jardín propio, pero digamos que no resultó muy bien.

Se acercó cuidadosamente donde estaban las rosas y arrancó tres, se lastimó las manos y mañana Ten lo mataría, pero quería sorprender a su esposo.

Doyoung tenía la culpa.

Entró a la casa y con cuidado subió a la habitación pero se detuvo a observar la preciosa imagen delante de él. Doyoung estaba durmiendo con el cabello revuelto y con su brazo sostenía a su pequeño que dormía plácidamente encima de su esposo.

Se acercó a su lado despacio, sin hacer ruido para no despertarlos y no pudo evitar sonreír. Se agachó para observar bien el perfil de su amado, el cual también lucia cansado, cuidar a un niño de tres años era un trabajo pesado y más si Johnny no podía ayudarlo estas últimas semanas. Una opresión en el pecho lo llenó, sintió culpa y tristeza, haciendo que unas lágrimas se le escaparan mientras acariciaba el cabello de su hijo. Los había extrañado.

Se separó porque doyoung se removió un poco mientras soltaba un suspiro pesado, estaba incómodo con la posición. Por lo que dejó las flores a su lado, tomó a Yangyang en sus brazos y lo arrulló para que no despertara. Doyoung abrió sus ojos inmediatamente asustado, pero cuando lo observó suspiró aliviado. Johnny apuntó hacia la habitación de su hijo, indicándole que lo dejaría allí y su esposo asintió.

Dejó a su pequeño en su habitación y se despidió con un beso en la frente, mañana podría jugar con él y ese pensamiento lo puso feliz.

Al regresar con su esposo lo encontró con la luz de la lámpara encendida mientras observaba las flores con una sonrisa.— ¿Te gustan?

—Me encantan. Están hermosas, gracias.

Johnny perdió la cuenta de cuántas veces se volvía a enamorar de su esposo, lo observó con el cabello revuelto, sus ojos cansados e hinchados por el sueño y su sonrisa, esa sonrisa que siempre le iluminaba sus días. Estaban de vuelta.

—¿Puedo preguntar porqué tan lindo gesto de tu parte? ¿Olvidé algo?

Johnny soltó una pequeña risa y acortó la distancia rápidamente, lo abrazo con fuerza escondiendo su rostro en su cuello dejando un sonoro beso en el lugar. —¿No puedo entregarle flores a mi esposo solo porque lo amo muchísimo?

Doyoung se contagió con su risa y se estremeció con los besos dejados en su cuello.—claro que puedes, solo me sorprendió.

—Entonces debo sorprenderte más seguido.— se separó un poco para poder observar el rostro de su esposo y sintió nuevamente las mariposas. No podía tener lo suficiente de Doyoung. Lo besó con necesidad, tratando de demostrarle lo mucho que lo quería y necesitaba. Y Doyoung le devolvió el beso con la misma intensidad. Acomodó a su esposo en su regazo mientras con sus manos lo agarraba con fuerza, evitando que se separe de él, llevó sus manos debajo de su casimeta de pijama, acariciando la suave piel de su amado, pero este separó con una risa divertida.



#8584 en Novela romántica

En el texto hay: johnny, nct, doyoung

Editado: 08.05.2024

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