I See You

CAPÍTULO 2: REASON

La noche fue maravillosa, pero nada nuevo. Desperté y ella aún seguía durmiendo, eran las 9 de la mañana, incluso estando dormida y desnuda su belleza se multiplico por 2. Fue divertido mientras duro, recordé lo que pensé en la madrugada y era absurdo, solo fue el calor de la tentación...solo eso.

Tome mis cosas y tome la iniciativa de irme primero, pero recordé que ella no es de aquí ¿Qué debería hacer? Busque alguna libreta u hojas en blanco para dejar una nota y deje $100 dólares para que pudiera regresar a casa. No suelo hacer esto con nadie que me haya revolcado, pero viendo su situación era más que suficiente para irme sin culpa alguna y así fue.

Regrese a casa y conteste unos mensajes que me dejo Loey preguntando si había pasado la noche con alguien y le conteste que sí y también me dijo que se llevó a una de 17 años, vaya idiota siendo que él tiene 23 años, en fin, no es mi problema.

Justo tenía que entrar a trabajar a las 3 en el Club, uno de mis trabajos y motivos por los cuales he conocido a tantas mujeres. Mi jefe es un idiota, desde hace ya un tiempo quería despedirme, pero nadie hace el mejor trabajo de que yo y mis técnicas para los cocteles más ricos de la ciudad o del país podría decir. En fin

- ¡Llegas tarde de nuevo! - Grito mi jefe – ¡Sigue así y te dejare una semana sin paga! - Siempre me paso de largo para ignorarlo, sabe que si me deja sin paga renunciaría cuando me dé la gana.

El jefe me dio un golpe en la cabeza. Me gire enojado y apretando mis puños, él me miro retándome, pero si no necesitara el dinero le daría un su merecido y lo dejaría sangrando en su establecimiento. Solo le di la espalda y fui hacia la barra y me puse a lavar y preparar todo para la hora de abrir.

Generalmente los días entre semana se la pasa todo normal y son los más aburridos. Observo a los adolescentes menores de edad con sus identificaciones falsas, en esta nueva generación las chicas se desarrollan mucho más rápido, bueno unas más que otras y los chicos son más altos de lo normal. Los de seguridad a veces suelen dejarlos pasar por dos simples razones; La primera es que reciben sobornos de hasta $100 dólares y la segunda es que las chicas desarrolladas suelen darles un buen taco de ojo. Incluso me parece repugnante hacer eso con las chicas menores, pero recuerdo me aprovecho de ellas para el placer, pero solo las que son mayores de edad o las que recién cumplen la mayoría de edad.

Recuerdo que una vez me metí con una chica de apenas 17 años y ya quería casarse conmigo por hacerla perder la virginidad. Además de que tenía novio y le partí la cara en su preparatoria, claro que yo no estudiaba ahí, solo fui allá a dejarla y ella nunca me menciono acerca de esa relación. En pocas palabras tenia de dónde comer en dos lados y bueno como dije le partí la cara al novio número 2 y me llevaron a la comisaria y si me metieron preso. Aunque no sé cómo, pero pude liberarme de esos cargos gracias a un abogado que mi madre contrato y también fue la última vez que vi a mis padres ya que me echaron de casa esa misma mañana que salí en libertad.

Si lo sé, son recuerdos tristes, pero no me arrepiento de nada, ahora soy independiente y me gusta.

Una vez que la noche llego y la música hace retumbar el pecho por el ritmo. Me percato de alguien conocido entre la pista del baile. Veo detenidamente la persona entre la gente y sobresale una cabellera larga y castaña. Pensé que era aquella chica de ojos azules, pero una vez que pude verle el rostro y veo que no es ella, aun así, sobresalto quien bailaba con ella. Era Loey.

Loey es un chico de mí misma edad, suele salir con menores por lo activas que suelen ser las chicas y más porque se adentran a la vida adulta experimentando sus primeras veces en la actividad sexual. Loey se encarga de quitarles lo más preciado de sus vidas y luego…bueno las desecha como cualquier preservativo que ya se usó. Lo sé es un tipo despreciable, pero es mi único amigo de la infancia. Varias veces me incita a hacerlo lo mismo, pero siempre me niego. Yo dejo que ellas experimenten sus primeras veces con chicos de su edad y dejo que maduren.

Y digamos que Loey no es una persona en la que cuento para momentos difíciles ni conversaciones serias. Es solo un imbécil. Y se está acercando a la barra

¡Hey Kai! ¿Cómo te fue ayer? Vi que te acercaste a aquella chica flaca. A decir verdad, nunca te imagine con alguien así, siempre vas por las chicas que tienen mejores atributos. – Menciono prendiendo un cigarrillo.

- Si bueno, no es importante. – Dije con tono seco.

Como sea… ¿Te la tiraste? – Ese comentario de alguna manera me molesto.

- Ya cállate…. ¿Qué quieres que te sirva? – Mi comentario extraño a Loey

Dame dos margaritas para esa dulzura que está ahí. – Seguido me mostro a la chica con la mirada. Parecía una chica de 18 años recién cumplidos. Observe sin sorpresa alguna.

- Sera mejor que tengas cuidado, había escuchado que esa esa chica tiene un padre policía.

¡Por favor amigo! ¡Nadie la obliga a estar en estos lugares! Además, ya está grande para tomar sus decisiones ¿No crees? – Menciono sin miedo alguno a que puede ser arrestado o golpeado por un policía, era todo un descarado.

- Entonces has lo que siempre sabes hacer…lo que te la gana.

Un azotón de billetes pego a la barra.

Dame una botella de Tequila y otra de Vodka – Era un chico que dijo sin rodeos.

- Claro… - Dije sin sorpresa, pero en cuanto vi su rostro me resulto familiar y al parecer él también hizo el mismo gesto que yo. Y lo recordé, es uno de los amigos de la chica de ojos azules.

Le entregue las botellas sin más que decir y mientras se iba lo seguía con la mirada para saber a qué mesa se dirigía. No debería importarme, pero me dio curiosidad saber si estaba aquella chica. Y así fue, ella estaba tan feliz junto con ellos, su sonrisa me gustaba por alguna razón. Es raro que sienta eso por alguien así. No fue hasta que un chico se sentó junto a ella que se me borro mi paz mental por un momento. ¿Qué debería hacer?




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