CAPITULO 7: DOMINO

Mi desesperación, mi llanto, mi sufrimiento, mis miedos se vuelven realidad, pero ahora quiero olvidar todo. No me importo nada, así que fui a un club y tomé alcohol una y otra vez sin parar, la música era el ambiente perfecto y bailaba en el escenario con mucha gente. Hay chicas hermosas, y bailaba con ellas a pesar de que te tenía en mis pensamientos, las imaginaba a tu imagen y semejanza. Era una locura, pero en ese momento me sentía tan bien, sin restricciones, me sentía libre y en verdad se sentía muy bien. No sé qué me pasa, pero esto realmente es el cielo para mí.

No me culpes, te llame una y otra vez, pero nunca contestaste. Quería ir a buscarte, pero con lo mal que me sentía quise desahogarme. Mi departamento era un desastre y no podía entrar porque estaba custodiado por la policía. ¿Qué podía hacer? Solo quería paz.

Y después de esa adrenalina solo perdí la noción del tiempo y todo después de esos momentos en el club todo se volvió borroso. No recordaba nada. Lo que me impacto fue despertar en un lugar conocido.

- ¿Qué hago aquí? … - Era la casa de Loey

Él no se veía por ninguna parte, estaba en el sillón de la sala. ¿Cómo llegue a la casa de Loey? Mi Cabeza me punzaba y con un horrible dolor de cabeza y mi ropa era un desastre.

- Despertaste… - Loey apareció.

- ¿Por qué estoy aquí?

- Estabas en el club de tu antiguo trabajo, la policía te saco y casi te arrestan porque causaste problemas ahí adentro.

- ¿Cómo me encontraste? –

- Hana me llamo y fui por ti.

- Claro… - Mi cabeza me punzaba horrible – No te agradeceré, así que me voy.

- ¿En serio piensas irte de nuevo? ¿A dónde iras? No tienes a donde ir y por si no lo habías notado dejaste tus cosas aquí. – Me limite a contestar.

- Debo irme…

- ¿A dónde? – Se interpuso en mi camino.

– Iré a la casa de mi novia, hace un día que no se nada de ella.

- Esa chica…si comprendo. – Su expresión era desalentadora.

En ese momento me sentía ya perdido.

- ¿Tienes problemas con ella? – Su interés era evidente ya que no conocía nada de ella.

- No tengo idea…. – A pesar de estar enojado con él, deje abrirme con él.

- ¿No lo recuerdas? ¿Desde cuándo no la ves?

- No lo sé… recuerdo que habíamos regresado de Haeundae Beach. Estábamos en su casa. No podía quedarme porque tenía que pagar la renta de mi departamento, solo me quede después de comer algo con ellos y regrese al departamento, pero…no recuerdo nada más.

- Escucha…ve a verla, pero quiero que consideres quedarte, por lo menos hasta que tu departamento esté libre de investigación. – Dude mucho…pero no tenía otra opción.

- Bien…-Acepte de mala gana, pero se sintió tranquilo.

Quise llamarla otra vez, pero de nuevo no contestaba. Mi enojo crecía más, pareciera que no quisiera verme o tal vez…terminamos…no, eso es imposible.

¿Qué habrá pasado? Necesito respuestas, pero por alguna razón mi cabeza no me deja en paz, solo me siento que debería ir a otra parte.

Creo que estaría bien a despejarme, tal vez debería ir a caminar. Por alguna razón mi cabeza me empieza a doler mucho, como si realmente quisiera matarme, creo que es porque tome demasiado anoche.

Caminé hasta aquel parque donde le di el primer beso a mi princesa. Veía a otras parejas pasando un momento romántico, los envidié, quería estar ahí con Haneul, pero recordé que algo está pasando entre nosotros. Me enoje, solo me aleje de ahí. Me senté en unas bancas, solo admiraba el paisaje y pensaba una y otra vez a Haneul y como me gustaría decirle lo que pienso, solo apretaba mis manos de tanto que me enojaba y decía una y otra vez que hemos terminado. Es mentira, no podría vivir sin ella, pero siento mucho enojo cuando la recuerdo ¿Sera que acaso mis sentimientos están cambiando? No…es ridículo, la amo demasiado.

Mi celular estaba sonando. Era la policía, me decían que tenía que presentar en la estación para hacerme unas preguntas. Se me hizo extraño ya que les dije todo lo que sé, pero también quería recuperar ya mi departamento. Sera lo que sea yo no hice nada, soy la víctima, no el agresor.

- Buen día Señor Park – El oficial que me hizo las preguntas estaba siguiendo mi caso.

- Oficial – Lo salude cordialmente.

- Lo he llamado para saber si ha tenido algún recuerdo o algún dato para que podamos seguir la investigación.

- Realmente no tengo nada Oficial. – El oficial se veía inconforme

- Ya veo. Se que tuvo un “incidente” en un bar ¿Eso tiene que ver con lo que paso en su departamento? – Parecía que quería recriminarme algo.

- Escuche, solo quiero saber cómo va esto, quiero volver a mi departamento. – Dije prepotente levantándome. El oficial solo se inmuto.

- Siéntese. – Alzo un poco la voz. Me senté lentamente – Solo estamos esperando los resultados de los exámenes de sangre que se encontraron en su departamento. Eso tardara 2 días. Así que puede regresar a su departamento. – El Oficial a pesar de ser igual de prepotente su tono se volvió normal.

- Gracias Oficial. – Cuando estaba por irme, el oficial me detuvo del brazo y su tono cambio repentinamente.

- Le recomiendo que no salgo del país ni valla a ninguna otra región, los resultados pueden decirnos algo importante. – Solo me inmuté y me soltó del brazo y seguí mi camino.

Debo admitir que eso me asusto. Pero no me había puesto a pensar sobre esa sangre…si es cierto que tengo unos rasguños, pero nada grave para que desprendiera tanta sangre… ¿Qué pudo suceder? No le tome importancia y me reiré de ahí.

Estaba aliviado de que podía regresar a mi apartamento, aunque eso no le gustara mucho a Loey, pensando que si me quedaría con él todo seria como antes, pero la verdad es que no es así. No lo necesito, tengo lo que necesito en mis manos. Sentía que todo estaba acomodándose, tal ve poco a poco, aun así, tenía pensamientos invasivos de que podría empeorar.