Desde esa noche, todo cambio, te odio por cambiar mi vida, por creer que mi vida era mas fácil, todo era hermoso, pero llegaste y algo desconocido salió de mí y eso fue el amor.
Un amor que jamás había sentido, un amor que no quería, pero anhelaba, un amor que me estaba destruyendo, pero sin embrago estaba ahí esperando tu llegada. Ahora soy un esclavo, un esclavo ante el apego ansioso que no desaparece y que cada vez se hace mas fuerte. Tu no fuiste mi salvación, eres mi perdición
Haneul Lee Yoo eres la basura que nunca debió existir.
Esa nota la encontré un día en mi bolsillo ¿Quién la había escrito? Era mi letra.
Desde la noche del 10/06/2019 a las 11:0 pm en que me había desmayado todo iba de mal en peor. Distintas etapas de mi día a día no recordaba hasta que despertaba en las mañanas como si mis tardes y noches no existían. Algunas veces perdía el conocimiento desde las 7, 8, 9, 10 y 11pm. Las veces en que mas se frecuentaban eran desde las 10 y 11pm. Y al despertar estaba en distintos sitios de la ciudad de Seúl. En callejones oscuros, y debajo de puentes solitarios. Algunas veces mis nudillos estaban ensangrentados por peleas que ni recuerdo. Pero mi rostro estaba intacto. Nada de golpes, moretones, como si cada una de esas peleas las ganaba sin que me lograran dar un golpe, claro que todo el dolor se lo llevaba mis manos.
La policía ya estaba buscándome, en las televisoras, periódicos, Internet. Ha pasado una semana y cuando quiero recuperar mi vida, algo me detiene, algo que no quiere que yo haga lo correcto. Me culpan por la muerte de Loey y la desaparición de Haneul.
Imagina mi reacción desde el primer día en que me entere de semejante acontecimiento que en ningún momento recuerdo haber hecho. Me estaba dando un ataque de pánico. Mi amigo que me cuido, me protegió y estuvo conmigo fue asesinado por mí. Y mi princesa, aquella que amé desde el primer día en que la vi, esta desaparecida y probablemente muerta. Estaba en una pesadilla, no era verdad, jamás haría tal cosa. Son personas que marcaron mi vida y mi princesa era lo mejor de mi vida. Pero ahora no está… Por favor, quiero despertar, este no es mi mundo.
Mi día a día o por lo menos en las etapas del día donde puedo ser yo, eran un infierno, sin ningún lugar a donde ir. Sin a quien acudir.
Los amigos de Haneul deben estar buscándome o tal vez esperando a que sea capturado por la policía. Ellos nunca me ayudarían,
Hana a pesar de trabajé con ella, fui a verla al bar y por suerte no llamo a la policía, pero tampoco, me ayudo. Le explique que yo no había hecho nada, pero no quiso arriesgarse si decía la verdad o no y solo me dejo solo y me amenazo de llamar a la policía si regresaba. Al día siguiente, desperté con la noticia que también estaba muerta. La causa de muerte fue en el baño de mujeres, estrangulada en el bar. Nadie vio nada…. Esa misma mañana tenía las manos con cayos y claro sangre. La policía y la sociedad ya me habían fichado como asesino en serie.
Desde ese entonces, la familia de Haneul y sus amigos estaban en “Protección a Testigos” para que puedan declarar en contra mía si me capturan.
En los días en que estaba decidido a entregarme, me desmayaba, como si mi propio cuerpo me controlar en contra de mi voluntad y despertaba como siempre en distintos lugares. Estaba harto.
Muchas veces tenía dolores de cabeza, dolor en mis manos por tantas peleas. Miedo a salir del callejón donde desperté, de hecho, donde despertaba ahí era mi hogar y nunca salía de ahí. Solo salía de allí cuando quiera leer un periódico y si decían algo de mí. Eso ocurría una vez a la semana. Decían de algún robo, asesinato de una callejera, disturbios o persecuciones cuando querían atraparme.
Lo raro era que a pesar de que los días pasaban, tenia diferente ropa, tenia dinero en mis bolsillos, un arma, una pistola P-35. Siempre estaba cargada, podría jurar que cada día se llenaba esa cosa, porque cada día se vía más gastada y usada.
Y otra cosa importante era mi estado físico, estaba fuerte, no tenía desnutrición, aseado, pero siempre en las mañanas estaba en los callejones como un vago.
Algo estaba mal en mí. Lo sé, escucho una voz en mi cabeza, me dice “Descansa” y seguido de eso me desmayo. Cuando quiero hacer algo correcto como entregarme a la policía dice “NO” y pierdo el conocimiento.
Cuando me desmayo suelo tener sueños. Sueños que parecen reales. En ellos estoy en distintos escenarios. Algunas veces en bares y discotecas teniendo sexo con chicas, otras veces solo bailando en el escenario con chicas desconocidas. Las peleas, con hombres mas grandes que yo y aun así los masacraba. Veía en los periódicos que muchos estaban en coma o unos cuantos habían muerto. Incluso escucho sus lamentos, como si el infierno estuviese en mi cabeza y sus almas estuvieran gritando y pidiendo piedad. Incluso, veo los rostros de Loey y Hana, estaban muertos y yo era el responsable, tenia su sangre en mis manos. Pero no veía a Haneul en ninguno de mis sueños.
Ni siquiera sé que cuantos días llevo así, pero podría jurar que llevo más de una semana.
Mi vida ya era complicada, pero solo llego ese día, ese día en que mi departamento en ruinas. Todo cambio, todo… Sentía cada vez más impotencia, no tenía control de mi vida, ya estaba vacío por dentro. Los gritos en mi cabeza, la imagen de mis amigos, de esas personas que probablemente yo asesine y arruine sus vidas…Me estaba volviendo loco.
Hubo una noche donde fue completamente diferente. Mi sueño se veía mas como una película, es decir, veía ante mis ojos lo que estaba pasando, todo lo que hacía, todo lo que tocaba, todo lo que saboreaba, lo que sentía, lo que mi olfato percibía, pero no era yo quien controlaba mi cuerpo. Cuando hablaba lo sentía, pero no era lo que yo quería decir, solo mi cuerpo se movía.
Salía del callejón, agarraba una mochila que estaba debajo de un contenedor de basura. Jamás me había percatado de ese detalle, puede que esa bolsa estuviese siempre escondida en cada callejón en que despertara.