—Vamos Val —Sentarse en la misma mesa con Esther nunca había sido tan molesto—, como te fue en tu cita con John.
—No sé cuantas veces voy a decirte que no fue una cita —Susurro exasperada. No quiero que la profesora nos regañe—, fue una salida de amigos.
Ella achina los ojos en mi dirección, acomoda su cabello corto que ya le estaba molestando en la cara.
—Sabemos que Stars —Susurra bajito—, no va a llevar a cualquiera a una discográfica. Ese engreído quiere presumir.
La profesora se levanta de su asiento y antes de que comience su palabrería digo:
—Stars no es tan malo como parece —Frunzo el ceño pensando en como se comportó ese día—, puede ser algo egocéntrico a veces pero creo que lo juzgue antes de conocerlo.
—Rompió tu corazón.
—Lo sé, Esther. Yo estuve ahí.
Ella ladea la cabeza.
—¿Entonces?
—Creo que estos años maduró, solo digo que sigo enojada con él, me lastimó pero no sé si quiero lastimarlo como lo hizo conmigo —Mis manos juegan con el lápiz—. Sería caer bajo.
—Silencio clase —Nuestras miradas van al frente—. Como saben mañana se realizará la feria de Ciencias, tengo seleccionado a los alumnos que harán la presentación pero aún así todos deben asistir. Nadia, Mark, Deb y Madeline.
No me sorprende los nombres seleccionados, ellos son los mejores de la clase. No presto mucha atención hasta que dice algo que en verdad no esperaba.
—Todos los años la feria se realiza por la mañana pero este año habrá un cambio —Todos protestan—. Silencio. La feria comenzara a las seis de la tarde y recuerden que es obligatoria su presencia, debemos ayudar a los compañeros...
—Mierda —Susurramos Esther y yo al mismo tiempo.
Mañana tenemos que estar en el programa para las siete, un nuevo desafío se avecina y si nos eligen para cantar debemos practicar. Mi amiga me codea la miró mostrarme algo que escribió en su cuaderno y lo leo.
Estamos fritas.
Concordaba con ella, no era bueno que las horas sean tan cercanas. Y no ayuda mucho que deba cambiarme por completo y que va ser arriesgado hacerlo en el Studio.
Estamos fritas y muy jodidas.
Comencé a hacer cálculos mentales sobre el tiempo en el que tardaríamos en llegar al colegio, con suerte y con un vehículo a nuestra disposición tal vez solo quince minutos pero recuerdo que mi madre va trabajar y siento pánico. La clase finaliza y guardo mis cosas, cuelgo mi mochila en el hombro y salimos con Esther fuera del salón.
—¿Qué vamos a hacer?
—No lo sé... mamá obviamente querrá que yo vaya a la feria.
—Y es obligatorio —Se lamenta—. Espero que podamos hacer todo a tiempo.
Asiento de acuerdo, por nuestro bien ojala Lydia no nos seleccione para el reto de mañana.
Cuando llego a casa solo encuentro a mi madre limpiando, no es ninguna sorpresa que me pide que le ayude y mientras limpiamos luego de cambiarme la ropa le comento lo de la Feria.
—Mira Valeria, te apoyo con el programa —Guarda la escoba y yo tiro la basura—, pero como siempre te digo...
—El colegio va primero —Termino por ella.
Ella se limpia las manos con un trapo mientras volvemos adentro de la casa directamente a la cocina.
—Sí, y te aviso que no podré buscarte mañana —Lava sus manos, tengo miedo de que me prohíba ir—, si buscas un medio de transporte y sabes manejar tu tiempo no veo problemas para que vayas.
Suspiro aliviada.
—Sí no te preocupes. Esther y yo tenemos todo bajo control —Miento.
Ella me sonríe y se acerca para besar mi mejilla.
—Entre otras noticias —Me sonríe y sus ojos marrones se arrugan—. La abuela vendrá de visita.
—¿En serio? —Pregunto emocionada. Solo veo a mi abuela dos veces al año, ella vive en Paraguay y aunque mi madre le ha pedido miles de veces que se venga a vivir con nosotras se ha negado todas esas mil veces y más. Por lo qué vamos hasta allá en agosto, su cumpleaños y ella viene cuando tenemos dinero para su pasaje.
—¡Sí! Al fin esa gruñona vendra así que ve practicando tu español —Dice pasando a mi lado para ir al refrigerador.
—No es tan malo —Digo alargando la "a".
Ella voltea para observarme con una ceja enarcada.
—Me avergüenza oirte hablar en español y ni hablar de tu guaraní —Abro la boca realmente ofendida—, practica más che memby*
Ella misma se ríe de su propio chiste y yo salgo de ahí de manera dramática, escucho el sonido de mi celular en alguna parte de la casa y maldigo por la memoria que tengo. Me dejo guiar por el sonido y voy hasta la sala donde en el sofá se encuentra mi mochila, el sonido se detiene justo cuando mi celular está en mis manos. Lo reviso y veo que el nombre de Nick está entre las llamadas perdidas.
Interesante.
Le devuelvo la llamada mientras me dejo caer en el sofá.
—Buon pomeriggio —Hago una mueca porque no entendí.
—Claro Nick, para ti también —Golpeo mi frenre con la palma de mi mano—, tengo dolor de cabeza perdón si sueno muy tonta.
—Oh, no te preocupes. Te dejo descansar entonces —Dice rápidamente—, quería invitarte a salir pero espero que puedas dormir un poco.
Si es que las cosas siempre me salen mal.
—¡Ya me siento mejor! —Añado.
—Tranquila Belle, podemos dejarlo para otro día —Dice riendo—, ahora ve a descansar.
Un puchero se extiende por mis labios, maldición, porque siempre me salen mal las cosas.
—Gracias por preocuparte, Nick.
—Para eso estamos los amigos, ahora te dejo. Nos vemos mañana.
Algo triste asiento.
—Claro, nos vemos mañana —Cuelgo la llamada y miro mi celular con una mueca—. "Para eso estamos los amigos" —Repito—, gracias por aclarar que estamos en la zona de amistad, Nick.
Tal vez él sólo me vea como amiga y yo estoy inventandome una pelicula en mi cabeza.
🎵🎵🎵
Estamos con los jueces esperando el siguiente desafío, Stars está poniéndome incómoda con su mirada sobre mí y me pregunto si me veo mal. Elegí una camiseta negra y unos pantalones desteñidos y rotos, nada del otro mundo, mis john foos son negras y cómodas así que no lo pensé mucho cuando elegí mi atuendo, mi peluca está alisada y me cae sobre los hombro. Nuestros ojos se cruzan y él sonríe mientras baja la mirada, mi corazón palpita más fuerte y bajo la mirada.