I sing to fame.

Capítulo 23.

 


Stars II

"¿Tienes planes está noche?"
 

Miro el mensaje de Stars con cierta duda, ¿Debería aceptar ir con él? Luego de nuestro beso fue como si nada pasó, evite el tema y él no volvió a tocarlo.

¿Me animaría a salir con él? No lo sé, tengo el celular en la mano pensando en que responder.

Yo:

"No, sigues siendo un estúpido"...

Lo borro, eso no puedo decirlo. Ruedo en la cama pensando una mejor respuesta.

"Lo siento, estoy ocupada"...

Vuelvo a borrarlo ¿Qué se supone que haga a está hora? Podría tener mucha tarea... esa sería una buena excusa.

Pero ¿Por qué huír? Tiro el celular en la cama y fijo mi vista a la guitarra que Candy Bell me obsequió, en realidad creo que me la dió solo porque no le gustaba pero a mi me parece hermosa. Me levanto de la cama para agarrarla y sentarme nuevamente, mis dedos van a las cuerdas de manera vaga jugando con acordes hasta llegar a una melodía que pueda acompañar a mi voz.
 

No puedo correr, no puedo avanzar
Me siento estancada
Volviste solo para confundirme 
Para destruir todo lo que construi sin ti

Arrugo el ceño, dejo la guitarra en la cama y voy por mi cuaderno. Anoto lo que se me vino a la cabeza y luego muerdo el lápiz pensativa.

No puedo hablar, no puedo gritar
Me estoy ahogando
Ahogandome en tus mentiras

Tacho "mentiras" y la sutituyo con "palabras"

Debo escapar, debo huír. 
De ti y de mí 
Porque sé que volveré a caer
Una y otra vez

Huyo de ti y de mí 
Huyo del amor que alguna vez juraste
Huyo de aquella chica que te creyó 
 

Algo enojada y negando con la cabeza dejo el lápiz y el cuaderno. No debí escribir nada, es una mierda.

Dejo la guitarra en su sitio, vuelvo a la cama y me acuesto, agarro el celular sosteniendolo sobre mi rostro y escribo:

"Sí, ¿Dónde nos vemos?"

Miro el mensaje unos segundos indecisa, suspiro, lo mejor será inventar una escusa, miro el techo de mi habitación y con un supiro pienso borrar la respuesta hasta que veo que mi dedo fue a parar justamente a "enviar".

Oh no.

El celular me cae directo al rostro, a mi nariz para ser precisos.

—Auch —Gimo sobando mi nariz—. Esta mala suerte ya es un problema, Valeria —Me digo a mi misma.

Mi celular no tarda en vibrar y rápidamente lo agarro. Lo desbloqueo y leo la respuesta.

Stars II

"Puedo recogerte"

Tecleo mi respuesta.

Yo:

"No"

Stars II

"Encuentrame en el restaurante donde comimos hamburguesas"

"Voy a llevarte a un lugar"

Yo:

"Bien, a las ocho estoy allí"

"Espero que valga la pena"

Despues de enviar mi respuesta me río internamente porque ni siquiera le he pedido permiso a mi madre. Ella es un poco especial cuando hablamos de salir de noche, pero si le digo que voy a casa de Esther por una tarea creo que me dejara ir.

Cruzo los dedos para que asi sea.

Bajo a la cocina en busca de mi madre, pero solo encuentro a Josias.
 

—Oye Josias —Él gira su cabeza en mi dirección—. ¿Y mi mamá?

—Fue a la casa de la vecina a chusmear —Me río, Josias camina hasta el horno y busca un paño para sacar su recipiente—. La cena ya estará lista y...

—La verdad venía a pedirle permiso a mamá. La profesora acaba de avisarnos por correo sobre un trabajo y ya sabes como es Esther, es una vaga que no hará nada así que quiero ir a su casa para hacerlo juntas.

Él frunce el ceño.

—Son las siete.

—Lo sé, esa profesora es malvada —Fingo enojarme y dramáticamente me siento en la silla frente a la mesada—. No tardaré mucho.

—De acuerdo, llámame cuando termines y paso a recogerte.

—¡Eres genial Josias!

Corro en su dirección depositando un beso en su mejilla y él desordena mi cabello, me río y salgo corriendo escaleras arriba busco mi celular y llamo a Esther.

—Necesito tu ayuda. 

 

🎵🎵🎵
 


Por suerte los padres de Esther no estaban, en realidad nunca están. Ella me dice que se acostumbro a no verlos mucho en el día pero sé que también los extraña.

Me cambio en su casa y ella me maquilla un poco, las lentillas ahora ya no me molestan tanto como lo hacían en un principio, incluso ahora ya ni las siento. No quería vestirme como para una cita ni siquiera sé a donde iremos por lo que me enfunde en unos jeans desgastados y me pongo una blusa negra simple.

Espero de brazos cruzados a que Stars se digne en llegar aunque apenas son las ocho, saco mi celular de mi bolsillo trasero pero en ese momento un auto blanco estaciona en mi frente y como no, Stars baja de el.

—¿Cuántos autos tienes? —Pregunto y él se encoge de hombros.

—Unos cuantos —No añade nada más y con una sonrisa se acerca a besar mi mejilla—. Hola Belle.

Acomodo un mechón de mi cabello mientras lo miro sin parecer muy interesada. Trae puesto un conjunto deportivo, el pantalón negro y una campera con capucha del mismo color, no quiere ser reconocido.

Yo por el contrario no tengo problemas con eso, al menos muy pocas personas me reconocen y no es que salga como Belle en todas partes.

—Hola estrellita ¿Dónde vamos?

—¿Te gusta el arte?

Parpadeo sorprendida.

—No soy fanática de las pinturas pero me gustan.

Él sonríe.

—Tienes que acompañarme a ver algo.

No dice nada más al respecto, subo a su auto y no habla mucho en el camino. Yo me dedico a mirar por la ventana tranquila, no es un silencio incómodo y agradezco eso porque no sabría bien como actuar. No tarda mucho en estacionar el auto y observo el cartel de Taller de pintura, parece un lugar no concurrido, no es por nada pero no es un lugar de lujo donde imagino ver a Stars.



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Editado: 19.07.2019

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