Menos mal Stars aviso de mi llegada aquí porque no lo vi abajo pero me dijeron que estaba esperándome en la sala de descanso así que subi al ascensor y presione el boton de la penúltima planta. Arregle mejor mi peluca mientras esperaba, las puertas se abren y salgo acomodando mi mochila en mi espalda, camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de la sala de descanso. Esta entreabierta y veo a Stars hablar de espaldas por celular asi que entro de manera sigilosa.
—Oh vamos Adler sabes que lo necesito para el último álbum —Se queja—, la palabra de mi madre no me importa así que puedes ahorrarte esa amenaza... pero...
Mira su celular y lo avienta a uno de los sofás mientras se pasa una mano por el cabello. Aclaro mi garganta y él voltea, al verme sus hombros se destensan.
—¿Estás bien?
Tarda un poco en responder mi pregunta, niega con la cabeza y abre sus brazos para que vaya junto a él. Dejo caer mi mochila y me acerco para abrazarlo, mis brazos rodean su torzo y él suspira.
—Un productor esta de malas y solo retrasa todo —Dice y su mano acaricia mi peluca. Me aparto lentamente porque no quiero que sé de cuenta de que solo es una peluca—. La próxima semana tendré un Concierto en Japón.
—¿En Japón? —Pregunto sorprendida. Me alejo de él para poder mirarlo mejor.
Sonríe mientras asiente con la cabeza, se lo ve muy emocionado y eso me pone contenta. Me siento en uno de los sofás y él lo hace en otro, se quita la chaqueta blanca quedando solo con una camisa azul marino que le queda demasiado bien, se remanga la camisa por los codos y continúa hablando.
—Sí. Las fanáticas estuvieron pidiendo por mi demasiado y mi agente decidió concederles el gusto —Recuesta su espalda en el sofá—. Tuve que insistir en que quería ir porque o sino creo que ir a un concierto por mis fans no iba a ser posible.
¿Será que Stars aprendió a querer a sus fans? ¿Será que cuando lo encontré era una persona distinta a la que es ahora?
Ha pasado mucho tiempo, años y sigo preguntándome porque fui el blanco para él ese día. Sonrío alejando esos pensamientos.
—¡Eso es genial! ¿Cuándo fue tu último concierto?
Pasa una de sus manos por su mandíbula con aire pensativo.
—El último fue una semana antes del Casting de I sing to fame —Dice y asiento—. Al comprometerme como juez no puedo hacer giras pero Japón será la excepción. La proxima semana no estaré en el programa, irá una invitada.
Solo el penzar que no veré a Stars en toda una semana hace que mi corazón se apretuje en mi pecho. Intento alejar esa mala sensación pero aunque lo intento sigue allí.
—¿Y quién será la invitada? —Pregunto con curiosidad. Él niega con una sonrisita.
—No puedo decirlo —Responde y se levanta, me ofrece una mano y la tomo—. Mejor vamos a tocar un poco, luego tengo ensayo.
Con una sonrisa me levanto pero antes agarro mi mochila y dejo que Stars me dirija. Pasamos como dos horas cantando y tocando la guitarra hasta que el representante de Stars mejor conocido como el Señor Stars nos interrumpe.
Nerviosa coloca la guitarra en su lugar y Stars me hace una seña para que lo siga afuera.
—Tranquila —Dice sonriendo de lado—. Estas muy tensa.
—No estoy tensa.
Se ríe pero sé que no me creyó nada, salimos juntos y su padre me mira unos segundos.
—Buenas tardes chicos. Eres... ¿Belle? —Pregunta y asiento—, bien, soy malo recordando nombres ¿Fuiste la elegida por el público, verdad?
—Esa soy yo —Digo extendiendo mi mano como saludo y él la estrecha de manera firme.
—También conocida como la chica que rechazó a mi hijo.
Suelto su mano demasiado rápido y agacho la mirada ruborizada.
—Papá...
—Rechazar la oportundidad de estar en su equipo —Aclara y me siento mucho más avergonzada—, ¿Sabes que estás en el equipo perdedor? —Bromea—. Lydia es la única que no ha ganado el programa con ninguno de sus participantes.
—Tal vez las cosas cambien este año —Digo cruzando los brazos.
—Estás muy confiada en qué ganaras ¿eh?
Niego con una sonrisa.
—No estaba pensando en mí.
Y realmente no lo hacía, mi candidata a ganar I sing to fame siempre será Esther. John relame sus labios y yo justamente tuve que mirarlo cuando el condenado hacia eso.
—¿Es mi hora de ensayo? —Pregunta. Mientras tanto agarro mi mochila y la acomodo en mi espalda.
Su padre observa su reloj y luego niega.
—Te queda media hora.
—Bien, entonces llevaré a Belle a su casa.
Eso hace que lo miré asustada. Él no puede saber donde vivo.
—¡No! Digo, no hace falta.
Él funce el ceño.
—No voy a dejar que te vayas sola ya es muy tarde —Agarra mi muñeca y tira de mi hacia la salida. El señor Stars se ríe y se despide con la mano, ni siquiera me da el tiempo de despedirme porque Stars nos guía hasta el ascensor.
—Oye —Digo soltandome de su agarre. Él preciona el botón con toda la normalidad del mundo—. Puedo ir sola.
Voltea para observarme.
—En mi auto estarás segura y llegaras mucho más rápido.
Ruedo los ojos.
—¿Tienes que presumir tus miles de autos?
Él suelta una carcajada y las puertas se abren, agarra mi mano y me guía afuera del edificio.
—Solo tengo un... espera ¿Quieres distraerme? —Pregunta—. Voy a llevarte a tu casa así que mejor dime la dirección de una vez.
¿Qué tan malo puede ser darle mi verdadera dirección a Stars?
Dudo un poco pero me rindo y le doy mi dirección. Todo el camino se pasa hablando de sus aventuras en los escenarios y en los camerinos, yo lo escucho realmente atenta, me río por las cosas que cuenta y ni siquiera me percato cuando llegamos a mi casa.
El auto se detiene y desabrocho mi cinturón, me estiro para agarrar mi mochila del asiento trasero y luego miro los ojos verdes de Stars.
—Gracias por el día de hoy, realmente me divertí.
Se acerca y besa mi mejlla, se aleja unos milímetros de mi rostro y siento una extraña sensación en el estómago.