—Tu castigo del día número uno será podar el pasto —Ella palmeo mi espalda como si estuviera transmitiéndome fuerza para lo que se me venía —. Suerte cariño iré por algo de helado.
Vi como mi madre me sonrió, luego observe como subió al auto y terminó marchándose. Mire el frente de casa y la podadora que tenía al lado, luego levanté la cabeza y por poco quedo ciega, cada vez hace más calor en los Ángeles.
Haciendo una mueca encendí la podadora y me puse a trabajar. Aunque esto terminaría matándose seguía contenta, el día de ayer había logrado entrar al programa de I sing to fame, todavía parecía algo irreal y muy lejano. Esther lo logró, claro que lo hizo.
Cuando terminó su canción, mi madre y yo estábamos cruzando los dedos para que pueda entrar al programa, Lydia fue quien dijo un ¡Si! Apenas terminó la canción pero luego para desgracia nuestra John dijo que no, sus palabras fueron las siguientes.
“—Tienes una voz preciosa, pero hay algo que no termina por convencerme. Así que es un No de mi parte.”
Quise subir al escenario e ir directo a la mesa de jurado para estrangular a Stars pero para suerte nuestra Isaac Wesley habló.
“—No sé de qué habla Stars, yo si quiero verte de vuelta, Es un sí de mi parte. Bienvenida al programa.”
Si, lloramos. Estábamos tan felices de que por una suerte divina entre miles de personas quedamos entre los cincuenta. Mi madre luego de eso nos llevo por un café, ahí comenzaron a burlarse nuevamente de mi estúpida manera espantosa de mentir. Y seamos sinceros ¿Belle Corleone? Dios, me inventé el peor nombre y apellido de la historia.
Mire el resultado, el pasto estaba muy bajo y tardaría en crecer de nuevo, exhausta guarde la podadora en el garage y busque el rastrillo para juntar toda la basura. Luego de esto voy a tener la cara roja como un tomate, pero luego de un baño prepararla una jarra de terere* y estaría muy contenta.
Mi madre no es estadounidense, es paraguaya y algunas tradiciones las mantiene en casa. Me enseñó a hablar en español pero para ser sincera no hablo muy bien y prefiero guardarmelo para mí, ella vino a Estados Unidos por trabajo y terminó con mi padre… que nos abandonó.
Alejo esos pensamientos de mi cabeza y continuó con mi trabajo, una vez que terminó tiro la basura en una bolsa que va directo al contenedor. A lo lejos veo a Esther caminar en mi dirección dando saltitos.
—Veo que tu madre hablaba enserio sobre el castigo.
—Te lo dije hoy en el colegio, ella nunca miente sobre sus castigos.
Ella hace una mueca.
—Menos mal vine cuando terminaste. No lo tomes como algo personal pero no quería ensuciarme.
Rodé los ojos.
—Bien, porque mientras me ducho vas a preparar tereré.
—¡Bien! Amo que tu madre consiga yerba* y amo más que me hiciera probar esa delicia.
Me río, ambas nos adentramos a la casa y yo voy directa al baño. Esther va a la cocina así que me apresuro en ducharme y me pongo solo un vestido azul que uso mucho. Bajo las escaleras y la encuentro en el sofá tomando tereré.
—Gracias por esperarme —Digo rodando los ojos.
Me extiende la guampa y me dejó llevar por el frío sabor del tereré. Sonrío.
—Le pusiste limón.
—Sé que te gusta.
Le mando un beso en el aire.
Ella parece querer contarme algo pero no tiene la suficiente valentía para hablar lo cual es raro en ella.
—¿Qué pasa? —Le extiendo la guampa y ella lo agarra para volver a cebar —. Estas algo rara.
—Soy una cobarde.
Deja la guampa y la jarra en la mesa, se recuesta en el sofá y cierra los ojos.
—¿No les dijiste?
—No pude, mamá no tuvo tiempo para mi hoy y papá ya me estaba hablando de Universidades en Inglaterra donde pueda estudiar algo sobre Empresas. Odio mi vida.
Me levanto del sofá y me siento a su lado, ella coloca su cabeza en mi hombro.
—Debes hablar con tus padres, ellos no saben lo talentosa que eres. Si vieran que lograste entrar…
—Me mataran, eso pasará. En un mes cumplo dieciocho quiero esperar hasta ser mayor.
—Pero los Shows en vivo empiezan la otra semana, si tus padres te ven en televisión ahí si te matan.
Ella se retuerce los dedos.
—Estuve pensándolo, ellos no miran la televisión no creo que ni se fijen si no estoy en casa así que puedo ocultarlo… o eso espero.
Hago una mueca. No estoy a favor de su idea, suena algo muy arriesgado.
—De acuerdo, si no quieres no se lo dices pero si yo fuera tu lo haría.
Ella rueda los ojos.
—Mejor dime… ¿Te gusta Nick Lewis? —Mis mejillas comienzan a arder—. ¡Oh Si! ¡Te gusta!
—¿Cómo no va gustarme? Es hermoso… y esos ojos azules —Suelto un suspiro—. En serio me gusta.
Ella sonríe de manera pícara.
—Yo creo que le gustaste… Mira —Saca su celular y empieza a buscar algo. Mientras tanto yo agarró la jarra—. “Esa voz me dejó sorprendido" Ese fue su tweet de ayer.
—¿Y? —Le paso la guampa—. No creo que se refiera a mi… hay muchas personas que también fueron al casting…
—¡Oh vamos Valeria! Como se acercó a ti… Es muy obvio.
Me pongo nerviosa.
—Bueno, no lo sé ¿De acuerdo? Nunca tuve novio y no se sí él me vio de otra manera.
—¡Yo te digo que Si! Capaz y él te da tu primer beso —Dice sonriendo.
Agachó la mirada, hace unos años atrás hubiese vendido mi propia alma al diablo para que John Stars fuera mi primer beso… como cambiaron las cosas.
—No lo creo, es Demasiado guapo seguro tiene a todas las mujeres que deseé.
—Pero no a ti.
—Seamos sinceras, con una sola sonrisa ya me tiene.
Esther comienza a reírse sin poder contenerse.
—Esa es mi amiga, cae muy rápido como cuando te gustó Stars…
Maldijo al darse cuenta de lo que dijo. Sólo me encogió de hombros porque vamos, con sólo escuchar una música suya había caído hondo por él y se había convertido en mi primer amor.
—Tranquila, ya no duele hablar de él —No tanto—. Quería darle un puñetazo ayer.
—Hablando de Stars… él también se quedó como un tonto cuando cantaste.
Mi corazón da un pequeño vuelco y me regaño internamente por eso.
—¿Ah Si? —Pregunto gestándose importancia—. Ni me fije.
—Creo que le gustaste y debiste ver su cara cuando rechazaste su abrazo… parecía decepcionado. ¡Mi amiga está arrasando con todo!
—Belle tal vez, pero creo que exageras.
Niega con la cabeza.
—Ya verás Belle tendra comiendo de su mano a John Stars.
Y por un lado eso no soñaba tan mal, podría tenerlo y hacerle el mismo daño que él me hizo a mi.
—Puedo vengarme.
—¿Qué?
—Si logró enamorarlo. Y luego rompo su corazón de estrellita sentirá lo mismo que sentí yo hace unos años.
Ella hace una mueca.
—No creo que…
Sonrío.
—Creo que quiero que Belle le rompa el corazón a John Stars.