A la vista

Aquel día en el que tome una pésima decisión era simple, solamente tenía que hacer lo de siempre limpiar y salir, no tocar y no mirar demás y en este caso no escuchar, pero me pregunto quien omite así como si nada a alguien o algo que dice tu nombre, nadie. ¿-Alan, cómo estás? En mí mete sabia que algo estaba mal, estaba solo en el piso 13, no era posible, además nadie se queda a trabajar a esta hora, solo yo en este piso, ninguno de nosotros podemos cambiar de posición, solo si el jefe lo pide, aun así seguí en lo mío limpiando el suelo, me asuste cuando volví a escucharlo -Alan, no te asustes, voltea Voltea, como rayos no me iba a asustar, además voltea, que esperaba, que lo hiciera de la nada y que mi mente no jugara en mi contra, creyendo en Que iba a haber un fantasma, un monstruo cuando me diera la vuelta, lo único reconfortante era la voz era de una mujer era dulce, pero aun de esta manera me quede quieto sin girar no era posible debía de estar solo, nadie podía entrar así hubiera olvidado a su bien más preciado, el bloque era automatizado y con mucha seguridad. -Alan, noto tus pulsaciones altas, no te asustes no soy nada malo Corrí Asustado y, gire mi cabeza un poco, no había nadie, pero que rayos estaba loco, este turno de noche me estaba pasando factura, volví al sitio en el que estaba parado y vi algo genial era la cabeza de un robot solo le brillaba un ojo y volví a escucha su voz, esta vez si supe de donde salía dicho sonido. -Alan, cómo estás?, soy MEI sentí pánico esa cabeza me hablaba, pero lo asimilé rápido supuse que era una Inteligencia Artificial, lo supe porque estaba estudiando una ingeniería en sistemas no quería seguir limpiando este sitio toda mi vida, además quisas podría conseguir un trabajo aquí mismo ya me faltaba un semestre para terminar, aun así me entro una duda como rayos había notado mis pulsaciones hace un momento atrás, acaso el piso tenía tantos sensores, no era posible Aun así deje de pensar eso y la salude.