Apenas habían pasado dos días, dos días que parecían una eternidad. Ansiaba volver a mi casa junto a mi hermano y mi madre. Aquel hombre que se hacia llamar mi padre, trataba de arreglar sus errores de hace años pero eso era practicamente imposible,¿Qué clase de persona desaparece por años y trata de arreglarlo en dos días?. Un estúpido, esa es la respuesta correcta pero lo peor no es eso, no solo queria que lo perdonara sino también que me llevara bien con su nueva familia.
Si, resulta que el insecto había formado una nueva familia. Lucero era el nombre de su nueva mujercita, era morena, de casi mi misma estatura, un intento fallido de rubia ya que sus raíces estaban negras,
ni siquiera se como se fijo en ella, practicamente es un hombre, no es que sea mala ni nada, pero aquella mujer parece más un hombre que mi hermano, tal vez sea travesti. Pero lo que más me molesta de ella es su actitud, tan finjida, tan falsa como el color de su cabello.
Y ni hablar de sus queridos y adorables hijos. Dos pequeños, una niña de diez años y un niño de ocho, quienes se habían dedicado a fastidiarme estos dos días. Los malditos enanos no dejaban de jalarle la cola al pobre Oliver, quien tras verlos corría a esconderse, sin mencionar que me habían roto una blusa por qué se habían puesto a tirar de él para que los siguiera. Se pasaban todo el día encima de mi haciendo preguntas acerca de mi familia, según ellos solo querian saber acerca de su "hermana". Y ni hablar de lo que sucedió hoy en la mañana, cuando me desperté grité como loca al ver al mocoso acostado a mi lado sonriéndome, esa sonrisa se borró de inmediato cuando comencé a gritarle como una lunática y lo bote de la habitación, ese niño esta mal de la cabeza.
Me encontraba sentada en el comedor,
jugando con una papa frita que reposaba en mi plato. No tenía ganas de almorzar, magicamente mi hambre había desaparecido. Jess y Michelle hablaban alegremente de Dios sabra que cosa, no les había puesto atención ni un solo segundo porque me había quedado completamente sumergida en mis pensamientos de como asesinar a mi padre sin dejar rastro alguno.
Sentí algo impactarse contra mi frente, mire el objeto que ahora reposaba sobre mi plato, era una miga de pan. Eleve la mirada y me encontré con un par de chicas muy molestas — Desde hace un rato te estamos hablando y tú, idiota, nos ignoras. Si quieres que nuestra amistad se terminé solo debes decirlo, no es necesario que nos ignores — Dramatiza como siempre y Jess la apoya.
— No es nada de eso, solo estoy pensando como hacer desaparecer a alguien sin dejar evidencia— Quitó de mi almuerzo la migaja que me lanzó Michelle, sumergo la papa en la salsa y me la como, si no me alimento bien es más que seguro que me volveré a desmayar.
Observo a Michelle quien tiene dibujada una sonrisa macabra en el rostro — Has venido con la persona indicada — Finge un acento italiano— , todos los días miro investigation discovery conozco cada forma de torturar, matar y desparecer sin dejar rastro, cuenta conmigo— Nota mental, no hacer enfadar a Michelle si no quiero aparecer tres metros bajo tierra sin una mano.
Esbozó una sonrisa débil y vuelvo a mirar mi plato — En este preciso instante quiero que nos diga que tienes, ya estoy preocupada. Apenas has comido tu hamburguesa, normalmente te comes dos—Siento la mirada fija de Jess, trato de ignorarla pero es insistente.
Suspiró resignada y dejó el tenedor a un lado— Me estoy alojando en la casa de mi... — Pienso la siguiente la palabra — padre — Digo con asco— , orden de la jefa — Bufó. Observo las expresiones de mis amigas, sus mandibulas estan desencajadas, no se lo esperaban.
— ¿Tu padre? — Asiento — ¿El mismo qué se fue hace años? — Vuelvo a asentir—, Dios, no lo creo. Cuéntame ¿qué paso ?-Pregunta Michelle.
Y así empiezo a contarles todo lo sucedido, desde como mi madre practicamente me obligo a ir a convivir con aquel sujeto, hasta mi estadia con él. Ellas conocían practicamente toda mi vida, siempre le contaba todo, no teníamos secretos entre nosotras, bueno, no teníamos secretos grandes.
— En serio no puedo creer que se atreviera a aparecer después de años y decir que te extraña y anhela recuperar el tiempo perdido, es totalmente hipócrita —Dice Jess molesta.
La entiendo, ellas saben por todo lo que he pasado y la reaparicion de aquel ser en mi vida me afectaba por el simple hecho que me traía los peores recuerdos, siempre espere no volver a verlo, sin él estaba feliz.
Aleje todo eso de mis pensamientos y centre mi atencion en Jess, ahora que lo recuerdo, tengo algo pendiente con ella.
— Jess — Alargo su nombre, y ella me mira curiosa— ¿No tienes algo que contarnos?-Su mirada es de confusion.
— Ehh...no, que yo recuerde no— Le hago una seña con la cabeza a Michelle y ella entiende. Camina hasta pararse detrás de ella, pone sus manos sobre sus hombros ejerciendo fuerza para impedir que se levantará.
Sacó mi teléfono del bolsillo de mi camisa, lo desbloqueo y enciendo la linterna, para dar el toque de un interrogatorio. Ignoró el hecho de que he llamado la atención de varios presentes y camino hasta quedar frente a ella, a punto la linterna directo a su rostro, y ella parpadea varias veces por la molestia que la luz le causa.
— ¿Ahora no los diras?— Su cara es de pánico, sabe que lo he descubierto. Quiero reirme por su expresión, pero no lo haré, debo mantener mi semblante de detective.
—Y-yo...no sé de que hablan— Michelle la zarandea un poco sin soltarla mientras grita: "habla de una buena vez si no quiere morir". —¡No se nada!— Grita Jess. Tomó mi vaso y le doy un largo trago sin quitar mi mirada intimidante— ¡Esta bien! ¡Hablaré!.¡Yo me comí las galletas y culpe a Michelle!— La menciona la vuelve a zarandear un poco. Ignoró sus palabras y sigo bebiendo sin quitarle la mirada intimidante— ¡Bueno, está bien! ¡Me gusta tu hermano!— Suelta de golpe haciendo que escupa todo de manera dramática. Tal vez me digan que soy una completa exagerada, pero es que no esperaba demasiada sinceridad. Yo solo quería que nos diga de que había hablado con mi hermano, ¡pero no que le gusta!, es demasiado raro. Limpió mis labios con una servilleta y dejó el vaso sobre la mesa.