Amarre las agujetas de mis zapatos y volví a ponerme de pie. Todo mi cuerpo dolía, el entrenamiento había sido muy cansador y aún faltaba cinco minutos para que terminara.
Después de practicar lanzamientos, pases, algunas estrategias y nuestra coordinación, el entrenador nos puso a jugar un partido. Los equipos eran mixtos, elegidos por Gus y Black, como siempre.
Corrí hasta el centro de la cancha, levanté mis manos y le hice señas a Lola, para que me pasará el balón, era la única que estaba libre. Lola al ver que no tenía más opción me lanzo el balón, lo atrapé y empecé a moverme directo al aro, me moví de manera ágil, logrando esquivar a varios jugadores, salté para lanzar el balón, pero cuando lo hice alguien intento cubrirme haciendo que ambas cayeramos.
Acaricié mi cabeza,me levanté aún quedando sentada en el piso. Gus se acercó hasta mí corriendo, con ambas manos me tomo de mis cachetes, movio mi cabeza de izquierda a derecha mientras me examinaba detenidamente.
—Blakequipu, ¿Están bien, mi amor?— asentí esquivando su mirada.
—¡Eres un animal!— Gritó alguien a mi lado, no hacía falta ver para darme cuenta de quien se trataba.
Miré a Tatiana quien ya estaba de pie al lado de Black,
—¡Cállate!, esto fue tu culpa, tú te cruzaste en mi camino, chillona —Con ayuda de Gus me levanté, no tenía ganas de discutir con nadie.
Volvimos a retomar el partido, ambos equipos teníamos la misma puntuación, solo faltaba encestar una vez más para ganar. Gus le lanzó el balón a Luis, dos jugadores del equipo contrario le bloquearon el camino.
—¡Blake!-—Gritó Luis, el balón venía directo hacia mí. Salté para atraparlo, no avance ni tres pasos y mi rostro volvió a reencontrarse con el suelo.
—¡Ups!, Parece que Blake no mira por donde va—Mire a Tatiana quien se reía de mi, sabía perfectamente lo que quería, pero no le daría el gusto.
Me levanté y le dedique la sonrisa más falsa
—Lo sé, soy muy distraída—Limpié la tierra que se había aderido a mi short y acomode mi cabello. El entrenador tocó el silbato dando por terminado el entrenamiento.
Salí casi corriendo de la cancha, no quería estar cerca de la princesita, ya no la soportaría más, si vuelve a hacerme algo juro que la golpeo.
Luego de bañarme y cambiarme me dirigí a mi casillero, saqué un par de libros, al abrir mi mochila vi la chaqueta de Black. Ayer se había ido tan rápido del departamento que había olvidado su chaqueta, la saque de mi mochila y guarde mis libros. La chaqueta aún conservaba ese aroma a pinos, la acerque para olfatear la, me encantaba el perfume de los hombres, hicieran lo que hicieran su perfume jamás dejaría de oler, ellos podían atravesar un apocalipsis zombies y aún seguirían oliendo muy bien.
—¡Blake! — Escuché la voz de Nadine llamarme, rápidamente oculte la prenda detrás de mí. —¿Qué haces?—Pregunta mientras se acerca a zancadas.
—¿Quién?,¿Yo?, nada, estaba aquí casual en mi casillero guardando mis libros, nada fuera de lo normal, ¿Qué sucede?—Parpadee varias veces tratando de actuar normal, sería raro que me encuentre olfateando una chaqueta.
—Ignorare el hecho de que estás nerviosa, me enteré del percance que tuviste con Tatiana en el entrenamiento—Su rostro mostraba preocupación. ¿Cómo era posible qué lo sepa?, acaba de pasar hace como quince minutos.
—¿Cómo lo sabes?.
—Ella se encargó de que toda la escuela se entere, salió gritando de la cancha, estoy segura que todos oyeron sus chillidos, pero ese no es el punto Blake. Aléjate de ella, no te busques problemas, si no le agradas créeme que se encargará de hacerte la vida imposible.
—Quédate tranquila, yo tampoco quiero tener problemas, pero si ella me busca, créeme, me encontrará, por cierto ¿Has visto a Black?—Pregunté. La cara de Nadine demostraba confusión.
—A ti te gusta tener problemas,¿Cierto?, te dije que te alejes de Black, él puede hacerte la vida imposible sin mencionar que es el novio de miss popular, ¿ Crees qué le gustará saber qué andas buscando a su novio?— Su ceño estaba fruncido y sus brazos cruzados, parecía una madre tratando a su hija cuando se metía en problemas.
—Por Dios Nadine, relájate, quedate tranquila, solo le quiero devolver algo, ni que fuera a tener sexo con él —Saqué la chaqueta de su escondite y se la mostré. Su ceño se frunció aún más.
—¿Cómo es qué tienes su chaqueta?— Estaba por responder, pero fui interrumpida por el sonido de mi teléfono.
Era una llamada del detective Belcher, seguramente ya habían encontrado al asesino de mi madre, me disculpé con Nadine, caminé un poco para tener más privacidad.
—Hola, Detective ¿A qué se debe su llamada? —Trate de ocultar mis nervios.
—Blake, lamento informarle que no le tengo muy buenas noticias.— Su voz sonaba cansada, tal vez se había quedado despierto hasta tarde.
—No me asusté, Dígame ¿Qué sucede?.
—Lo siento, querida, juro que hice hasta lo imposible, pero no hay suficientes pruebas, nuestra investigación no llega a nada, acaban de cerrar el caso de tu madre, ya no investigaremos más.—Mi corazón se detuvo y mi estómago empezó a revolverse.
—¿Qué?, no pueden hacer eso, ¿Están seguros que buscaron bien?, Tal vez alguien más vio algo o una cámara, no pueden cerrarlo, hay un asesino suelto.
—Blake, créeme, hemos investigado , hemos hablado con los vecinos de aquel barrio pero nadie vio nada, lo siento , cariño.
—Esta bien, gracias.— Colgué la llamada.
Las lágrimas no tardaron en salir, me sentía furiosa, impotente, le di un fuerte puñetazo al casillero, el metal resonó en el pasillo, apoyé mi cabeza contra el casillero, Nadine me hablaba pero no la escuchaba, mi mente estaba muy lejos. Había un asesino suelto, feliz, celebrando que se salió con la suya, él había ganado, su crimen había sido perfecto.
Unas risas se escucharon en el pasillo, miré en la dirección de donde provenían, ahí estaba Black con sus amigos, al parecer don amargado sabe reír, recordé que aún tenía su chaqueta, empecé a caminar hacía él, sabía que interrumpirlo llevaría a una discusión, en cierto modo quería eso, descargar mi ira contra alguien.