Prometo que cuando terminé contigo estarás tan enamorada de mí que harás hasta lo imposible para estar conmigo, tal como yo lo haría por ti.
Sus palabras daban vueltas por mi mente, tenía miedo. Solo espero que eso sea una de sus bromas y si es así que gran sentido del humor tiene.
Un golpe en mi frente me saco de mis pensamientos, lleve dos dedos al lugar afectado y retiré la masa que tenía, era puré. Miré a la persona que tenía en delante mío, Michelle tenía su cuchara en forma de una catapulta y volvió a lanzarme puré.
- ¿ Qué tienes, Saltamontes?, Estas más pendeja de lo normal. - Agarro una servilleta y retiro todo el puré de mi frente.
- Estás extraña desde anoche, ¿Sucedió algo en la fiesta?- Pregunta Jess preocupada.
- No es nada. - Michelle me observa fijamente. Me conoce muy bien y sabe cuando le oculto algo.- ¿Hablaste con mi jefe?. - Le pregunto para cambiar de tema.
- Sí, dijo que vuelvas cuando te sientas mejor. Por cierto hace unos momentos vino el Gusano, quiso pasar a verte pero se lo impedi, no me agrada ese chico y lo mejor es que te alejes de él.
- Michelle, Gus no es una mala persona.
- Concuerdo con Blake, por lo que lo he observado se ve alguien tranquilo, así que ya no lo molestes. - Opino Jess.
- Las apariencias engañan. Por otro lado mañana tenemos el paseo de historia. - Dijo Michelle de malas ganas.
- Cierto. ¿ Tú irás mañana al colegio?.
Asentí- Ya no puedo faltar más a clases, ya me he atrasado mucho, ¿ A dónde irán en su paseo?. - Les pregunte.
- Corrección, Saltamontes, iremos, el profesor decidió llevar a los dos grupos al museo, así que vendrás con nosotras. - Suspiré, el museo era aburrido, ¿Por qué tenemos que saber de la vida o de lo que hizo alguien que ya esta muerto?, Detesto historia.
- Y ¿Si no vamos?.- Dije sin pensarlo. Ambas me miraron. - Es decir vamos al colegio y en el momento que nos toque ir nos escapamos.
- ¡ Por eso te amo!, A veces te funciona ese cerebro - Grita Michelle y con su dedo índice toca mi cabeza.
- ¿Cómo nos vamos a escapar?, Es decir el colegio es grande y no lo conocemos muy bien. - Jess tiene razón, no conocemos atajos y el colegio es demasiado grande.
- Como en los viejos tiempos, nos vamos a escapar por los ductos de ventilación, conozco alguien que puede conseguir los planos de los ductos. - Dijo Michelle.
Caminábamos tranquilamente por los pasillos del colegio, ya teníamos todo fríamente calculado. El profesor nos había informado que el autobús iba a salir a las diez de la mañana, lo que significaba que solo pasaríamos las dos primeras clases. Habíamos quedado en juntarnos en el salón de computación ya que en esa hora no había nadie.
- ¡Nadine! - Grité llamando su atención. Me acerqué hasta ella y la saludé. - ¿Cómo has estado?.
- Muy bien. Me alegra que hayas venido ya hacías falta por aquí. - Sonríe.
- ¿ Algo nuevo qué deba enterarme?.
- No, a excepción que tu amigo Gus tuvo una pelea con Black, nada grave - La miré extrañada, ¿Gus involucrado en una pelea?.
- ¡Quítate de mi camino!- Chillaron, miré al lugar de donde provino aquel grito, y ahí estaba la chillona.
- Al parecer alguien no está de buen humor. - Digo riendo.
- Yo tampoco lo estaría si mi novio me hubiera dejado. - Miré a Nadine confundida. - Black termino con ella. - Estaba por decir algo pero una voz llamó mi atención.
- A ver, Elsa o te tranquilizas o harás que te pateé tu pálido y frío trasero. - Michelle se encontraba discutiendo con Tatiana, esto no es bueno, me preocupa Michelle no porque Tatiana pueda hacerle algo si no por lo que ella pueda hacerle.
Me acerqué a ella y la tomé del brazo.- Vámonos no vale la pena.
- No, Blake. Ella me ha faltado el respeto y si sigue así le voy a aplanar los pechos a golpes, ¡Oh, espera!, Ya es tarde parece que alguien se me adelantó. - Se escuchan un par de risas.
- No debemos llamar la atención. - Ella entiende a que me refiero y nos alejamos.
- No me agrada la princesa Elsa, y ¿ Tú quién eres ? - pregunta Michelle mirando a Nadine.
- Michelle ella es Nadine, ¿ Por cierto dónde está Jess?.
- Fue a buscar unas cosas. Esta chica es adorable, me gusta, ¿ Podemos conservarla ?.
- Ella es una persona no un animal que puedes conservar. - Nadine observaba la escena en completo silencio, lo sé nuestras charlas no son normales y cuando la gente nos escucha hablar piensa que estamos locas. - Es hora de ir clases, nos vemos después Michelle. - Ella se retira.
Nadine y yo empezamos a caminar hacia el salón pero una risa hizo que me detuviera de golpe, ahí estaba él.
Aquella persona que hace dos noches había prometido que me iba a enamorar estaba parado a unos pocos metros de mí, por suerte estaba con sus amigos y no había notado mi presencia. Tenía miedo enfrentarlo o si quiera pasar por su lado, ¿Y si había olvidado todo lo que me dijo?, Sería fantástico pero nada me aseguraba que no lo recordaría.
En este caso haré lo más maduro que puedo hacer - Nadine ve de ida al salón, yo iré por unas cosas y luego te alcanzó. - Esquivarlo, eso era lo más maduro.
Ella asintió y siguió recto, aún podía llegar al salón pero tenía que tomar el camino más largo, me di la vuelta y empecé a caminar más tranquila.
Sentí un leve tirón en el brazo y enseguida estaba en un cuarto oscuro, el olor a lavanda invadió mis fosas nasales, ¿ Dónde estoy?. La luz fue encendida y mi corazón se aceleró. El espacio era estrecho y estaba lleno de utensilios de limpieza pero eso no me importaba si no lo que me ponía nerviosa era la persona que tenía enfrente, ¿Se teletransportó o qué?.
- Si crees que será fácil evitarme estás muy equivocada, conozco está institución a la perfección. - Sonrió victorioso.
Mi espalda estaba contra la puerta y su brazo estaba apoyado contra la puerta acorralando me.
- No estaba evitandote - Trate de sonar segura pero su cercanía me ponía nerviosa. - ¿ Qué quieres?.