Ice

Capítulo 29


-¡ Michelle, abre la puerta de una maldita vez! - Volví a gritar por quinta vez mientras golpeaba la puerta.

¿Y ahora qué hago?, Creo que primero terminaré de vestirme ya que no me sirve de nada encontrar una salida si estoy en ropa interior. Me puse unos jeans y una camisa celeste a cuadros manga corta, me puse los primeros tenis que encontré y empecé a analizar mis opciones.

Opción uno: gritar como loca hasta que alguien venga a rescatarme, no, no funcionará seguro tardará mucho e incluso los vecinos tal vez llamen a la policía. Idea descartada.

Opción dos: Amenazar a Michelle con quemar todo su Yaoi si no me deja salir en este instante, ¿falla del plan? No sé dónde esconde su Yaoi.

Opción tres: usar la computadora y tratar de comunicarme con Jess para que venga a mi rescate. Buena opción la tendré en cuenta.

Opción cuatro: Bajar por las viejas,oxidadas e inestables escaleras de incendio sin mencionar los metros de altura a los que estaría.

Intentaré la opción tres. Prendí la computadora y entre a facebook, en la barra de búsqueda escribí " Jessenia Rice", le dí "click" al perfil de Jess.
 


 


" Necesito que me ayudes, Michelle enloqueció y me encerró ".
 


 

Error de conexión.
 

 

Miré la señal del Wi-fi, no había ni una raya. Michelle había apagado el Wi-fi. Ahora solo tengo una opción, miré por la ventana y ahí estaban las oxidadas escaleras, no tengo más opción, no puedo dejar plantado a Gus. Tomé mi cartera con algo de dinero y dí un suspiro.

Abrí completamente la ventana.- Estoy loca.- pasé una pierna junto con la mitad de mi cuerpo y luego pasé la otra, el metal sonó.- Definitivamente estoy loca.- Empecé a bajar las escaleras despacios, con cada paso que daba la escalera sonaba. ¡Cálmate, Blake!, solo faltan dos pisos más.

- ¡Saltamontes!. - Miré hacía arriba, Michelle asomaba su cabeza por la ventana, ¡Mierda!, tengo que apresurarme. - ¡Vuelve aquí, pequeña loca!.- Escuché un golpe y enseguida la escalera se movió, Michelle venía detrás de mí.

Empecé a bajar corriendo, ignore los sonidos emitidos por la oxidación del metal, si no me apresuró seguro me alcanza. Me faltaban cinco escalones y Michelle estaba cerca, di un saltó y tras que mis pies sintieron el cemento de la vereda empecé a correr en busca de un taxi.

En la entrada del edificio de enfrente una señora estaba bajando del taxi, era mi oportunidad perfecta para huir, crucé corriendo y me subí rápidamente. - Al centro comercial... Por favor. - Dije entre jadeos, el conductor me miró de manera extraña.- Tengo algo de prisa.- Enseguida puso el vehículo en marcha, miré hacía atrás y ví a Michelle tratando de alcanzar el taxi, pero pronto se rindió.

* * * *

Pagué el taxi y caminé hasta la entrada del centro comercial donde ya se encontraba Gus.

- Pensé que no vendrías, Blakequipu. - Dijo sonriendo.

- Lo siento, me retrasé un poco pero lo bueno es que ya estoy aquí. - Gus agarró mi mano y empezamos a caminar con nuestras manos unidas.

Me sentía incómoda, es decir, él es mi amigo y me ha dejado claro varías veces que yo le gustó pero yo no siento lo mismo por él, no me siento bien agarrando su mano.

- Espero que tengas hambre, hermosa. Comeremos aquí, venden la mejor pizza. - Dijo señalando el lugar.

- Te apuesto a que yo llego primero. - Dije como excusa para soltar su mano, corrí hasta la entrada del estacionamiento.

Gus no dijo nada solo se rió, ordenamos una pizza mediana hawaiana y una soda para cada uno. Comimos mientras no dejábamos de hacer bromas o reírnos de cualquier cosa. Con Gus siempre la pasaba bien, siempre reíamos y jamás había tenido un percance con él.

- ¿Dónde me llevarás después?. - Le di un sorbo a mi bebida esperando su respuesta.

- ¿Te apetece ver una película de terror?. - ¡No!, ¡Claro que no!. Odio las películas de terror pero me era imposible decirle que no, no podía borrar su sonrisa.

- Claro, está bien. Iré al baño. - Me levanté y camine hacía donde estaban los letreros que indicaban el baño. Me lave las manos y acomodé un poco mi cabello pero seguía un desastre. Saque la liga que traía siempre en mi bolso y sujete mi cabello en una coleta alta. No me veía fantástica pero estaba mejor que tenerlo suelto hecho todo un nido.

Me miré por una última vez en el espejo, salí del baño y mi piel se erizó cuando escuché su voz. -¿ A dónde vas?. - Giré sobre mis talones y lo ví. Ahí estaba él parado frente de mí con su clásica sonrisa ladesca.

- ¿Qué haces aquí?, ¿Me estás siguiendo?.- Pregunté confundida.

- Tal vez te esté siguiendo, pero yo no podía quedarme tranquilo sabiendo que la chica que quiero está en una cita con un patán. - "La chica que quiero" cuando lo escuché sentí una corriente por todo mi cuerpo, ¿Acaso es miedo?.

- Creo que te has equivocado de lugar, la chica que quieres no está acá.- Hablé con un tono seco. Hoy no estoy de humor para sus bromas.

- Claro que sí está, en este instante está frente a mí o tal vez sea solo una ilusión. El deseo de verla hace que me la imaginé en todos lados. - Black se acerca a mí y acaricia mi mejilla. - En definitiva no eres una ilusión. - Sonríe.

Retiro su mano de mi mejilla. - Tengo que irme, Gus me espera.

- No vayas con él. Ven conmigo te prometo que no te vas a aburrir, aunque no lo creas sé muchas cosas sobre tí y una idea al cine no es tu estilo. - Sus palabras me sorprendieron por dos razones, la primera: yo no le había dicho que iría con Gus al cine y la segunda : tenía razón, detesto tener que ir al cine en una cita, es algo ya muy gastado y ni siquiera logras conversar con la otra persona.

- Tengo que ir, he salido con él no contigo.- Doy media vuelta pero él me toma del brazo.

- Estoy seguro que no quieres ir con él y te mueres de ganas por venir conmigo. - Tenía razón, aunque no me guste la idea de estar a solas con él me intriga saber dónde me llevaría.




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