- ¿Exactamente en dónde estamos? - Pregunté mientras observaba los pocos libros que se encontraban en un estante.
- Es una vieja cabaña que encontré hace tiempo, nunca nadie viene aquí, está lejos de Virginia pero a dos kilómetros de un pequeño pueblo poco conocido. - Escuché sus pasos acercarse y luego se paró a mi lado para observar que hacía.
En definitiva debo estar mal de la cabeza, ¿Cómo puedo estar tan tranquila en una cabaña lejos de la sociedad con un chico?. Pero en mi defensa yo no quería venir, técnicamente fuí traída a la fuerza.
Quité el polvo de la tapa del libro, de inmediato lo reconocí, lo había leído hace unos años atrás. Lo levanté y lo moví frente a sus ojos, él sonrió. - ¿Esto es tuyo? - Asintió. - Así que has leído Hush Hush, ¡Vaya!, eso no me lo esperaba. - Volví a poner el libro en su lugar.
- Adoro leer, es una de las mejores maneras de abandonar el mundo real y tan solo por un momento perderme en un mundo mágico, un mundo donde siento paz. - Se encogió de hombros.
- Pensé que odiabas el amor y ese libro tiene romance, ¿Por qué lo ibas a leer? - Me giré un poco para verlo de frente.
- No odio el amor, no puedo odiar algo que no conozco. Solo lo evitaba y leer estos libros solo me ayudaron a querer evitarlo aún más - Lo miré intrigada . - Es decir, por ejemplo en Hush Hush, Patch era el 911 personal de Nora, ella era tan estúpida que se metía en problemas cada segundo y como él era aún más estúpido arriesgaba su vida para salvar la de ella.
¿Espera qué?, estoy de acuerdo en que Nora es estúpida, todos los saben pero ¿Patch estúpido?, será estúpidamente sensual pero no estúpido.
- Lo hacía porque la ama - Dije rápidamente.
- Exacto. Por eso es estúpido, yo no me creía capaz de hacer eso por alguien, no sabía si podía dar mí vida por alguien. Pero ahora todo es distinto, ahora soy estúpido y sé que soy capaz de tal cosa por esa razón me encuentro aquí contigo. - Su mirada estaba fija en mí.
¿Qué se supone qué le diga?, acaba de decirme algo lindo y yo solo me quedo callada, necesito decir algo urgente pero no se me ocurre nada.
- Yo no soy estúpida como Nora - ¿En serio?, ¿Solo eso se me ocurre?. - Quiero decir que si me descuidas por dos minutos no me metería en problemas - Argumento rápidamente para no quedar como una estúpida. Además, ¿Cómo podría hacer algo en dos minutos sino he hecho nada en dieciocho años?.
Una sonrisa se adueñó de sus labios, cerró el espacio entre nosotros y me abrazo. - Me gusta cuando no sabes que decir, significa que te dejo sin palabras- Deposita un beso en mí coronilla y luego me suelta.- No sé tú pero yo tengo hambre.
Camino hasta donde yo creo que era la cocina, decido seguirlo, después de todo no tengo nada más que hacer. Todo es muy aburrido. Me siento en un taburete y apoyo mis brazos en el mesón de cerámica que estaba frente a la cocina. Observó cada uno de sus calculados movimientos, ¿Desde cuando los hombres saben cocinar?. Yo no puedo ni hervir agua sin que se me evapore y el chico que tengo en frente sabe cortar perfectamente los vegetales.
Sacó mí teléfono de mí pantalón y veo si tengo un mensaje de Michelle o siquiera de Jess pero no hay nada, me preguntó si Jess sabrá algo de lo que está sucediendo o Michelle también habrá decidido no decirle a ella. Marcó el número de la culpable de que yo esté aquí pero no suena, miró la parte superior de la pantalla del teléfono y entonces me doy cuenta que no tengo ni una sola barra de señal, era más que obvio que no habría buena recepción. Guardo mí teléfono y vuelvo a poner mí atención en aquel ojos celeste que me observa con diversión mientras cocina.
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Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es el televisor encendido mostrando los créditos de alguna película. Intento moverme pero mí cuerpo está adormecido, miró a mí derecha y ahí se encuentra Nathan plácidamente dormido. Empiezo a recordar lo sucedido anteriormente, después de saborear la deliciosa pasta que cocino decidimos ver películas para pasar el tiempo, por lo visto ambos nos quedamos completamente dormidos.
Retiró mí mano que se apoyaba en su pecho y hago lo mismo con su brazo que rodea mis hombros, me levanto del sofá y todo mí cuerpo duele, sin duda alguna dormida sentada abrazada a alguien no es la mejor posición para descansar. Estiró un poco mí cuerpo para relajarme, necesito caminar un rato y tal vez puedo aprovechar para tratar de conseguir señal. Alzó mí teléfono y antes de salir le dirijo una última mirada a Nathan, está vez noto algo que no ví al principio, su boca está semiabierta y por la esquina derecha se forma un pequeño camino de baba, pensé que los chicos lindos se veían bien mientras dormían pero sin duda esto es un poco gracioso.
Con cuidado de hacer ruido salgo del lugar, una fuerte brisa me golpea el rostro y lo único que puedo ver alrededor son árboles. Bajo las tres gradas y empiezo a observar, verde por todos lados a excepción de la cabaña, es sencilla, madera pintada de color amarilla y un techo de color gris, una puerta que tiene un pequeño cristal en cada costado por donde se puede ver un poco el interior, en lado derecho de la cabaña hay una pequeña ventana y un camino de piedras que guía hasta la entrada.
El auto de Nathan está estacionado a unos cuantos metros del lugar, lo observó por unos segundos y luego vuelvo a caminar. Sacó mí teléfono y observó la señal, aún no tengo ninguna, lo guardo y comienzo a caminar. Con cada paso que doy las ramas y hojas secas crujen.
Vuelvo a revisar mí teléfono y aún no tengo ni una sola barra. Llevó caminando alrededor de cinco minutos y solo he visto árboles y un par de insectos.
Pasan otros dos minutos hasta que logró ver una pequeña laguna a lo lejos, camino más rápido para llegar. Una roca frente al lago llama mí atención, sin duda se ve un buen lugar para pensar y despejar la mente, sigo caminando hasta llegar allí y me subo en ella. Por la altura logró obtener una buena vista de la pequeña laguna.