Identidad Oculta

Plan en marcha

  • Muchas gracias señorita Lina, es usted muy amable. – Agradecía con una sonrisa tímida Pablo, uno de los nuevos encargados de seguridad de IMPERIUM, mientras recibía una pequeña taza con un sándwich y un jugo de naranja que le llevaba la agradable mujer ocasionalmente desde que se conocieron hacía unos días en la cafetería de la empresa.
  • Es con todo gusto, no me gusta preparara el desayuno solo para mí, así que me es agradable compartirlo contigo, es una motivación para mí. – Sonríe con dulzura la chica, haciendo que el corazón de Pablo se agite, no puede negar que la chica es hermosa, además es muy amable y dulce con el paso de los días ellos se habían vuelto muy cercanos.
  • Se lo compensare, ahora debo irme ya casi es cambio de turno y el jefe es muy estricto con todo, como ya lo sabes. – Se excusa Pablo para retirarse.
  • Claro, claro, ve, no quiero que te vayan a regañar por mi causa. – Explica la mujer, despidiéndose. – Solo no olvides comerlo. – Sonríe.
  • Nos vemos más tarde para devolverte tu taza. – Expresa el chico antes de irse corriendo pues como dijo ya casi era su cambio de turno, pero la sonrisa que llevaba nadie se la quitaría.

Por su parte Lina o más bien Coral ya que Lina es solo la identidad que utiliza allí sonrió satisfecha, está segura que su plan tendrá éxito pronto y es que los días habían seguido pasando con normalidad, Coral cada día estudiaba con precisión cada uno de los movimientos en IMPERIUM, la ubicación de cada cámara, los diferentes controles para ingresar a cada área de la empresa, con lo que se dio cuenta de que tanto para el ascensor, como para el piso de presidencia solo tenía acceso para 4 personas, el presidente, el vicepresidente, el asistente Lucas y la secretaria de presidencia, Laurel era el nombre de la chica.

Coral había pensado en que podría ser buena estrategia acercarse a ella, pero esa había resultado ser una tarea muy difícil, prácticamente imposible de hecho, pues resulta que la mujer, hermosa, elegante y muy profesional era como un muro impenetrable, normalmente almorzaba en su oficina o fuera y las pocas veces que comía en cafetería no hablaba con nadie a menos que fuera por temas laborales, de lo contrario no comentaba nada, siempre mantenía una expresión seria, saludaba cordialmente pero nada más, quizás esa era la razón por la que Lorenzo le tenía tanta confianza, ella parecía más un robot que una persona.

  • La señorita Laurel, ¿es así todo el tiempo? – Preguntaba Coral mientras almorzaba con otras empleadas de la empresa, asistentes y pasantes que se habían convertido en sus amigas, claro todo con el propósito de encontrar información.
  • Si, todos comentan que se trata de un robot, jamás muestra emociones y solo habla para dar alguna indicación o por temas netamente laborales. – Responde la secretaria del departamento financiero observaban a la Laurel que se encuentra comiendo sola en su mesa en completo silencio mientras revisaba su Tablet, seguramente programando la agenda del presidente o revisando cualquier otra cosa de trabajo, ya que parecía que ella solo vivía para eso, para trabajar.
  • Dicen. – Intervino otra de las chicas en voz baja mirando hacia los lados para que nadie más la escuche. – Que tiene una relación especial con el presidente, que es por ello que el confía tanto en ella, además que casi siempre viaja con él, sin contar que en su piso normalmente están ellos solos. – Susurra la chica a lo que las demás hacen cara de sorpresa, pero al penarlo un poco tendría sentido, pues Laurel siempre está pendiente de cada cosa que tenga que ver con Lorenzo y es muy eficiente en ello, además lleva años trabajando en la empresa.
  • Vaya. – Comento Coral mirado también hacia donde estaba Laurel. Preguntándose qué tan verídica podría ser esa información.

Aunque pronto se dio cuenta de que ese rumor no era tan secreto como ella pensaba pues más bien era algo así como un secreto a voces, pues se dio cuenta de que esa información viajaba por toda la empresa, aun así no había nada comprobado, además las razones que daban aun le parecían un poco superficiales, sin embargo considero que si podía ser un opción, de hecho esa información había logrado llamar su atención, más aún porque si eso fuera cierto seria aún más beneficioso acercarse a ella, por lo que inmediatamente ordeno investigarla, pero justo con eso encontró algo aún más extraño.

  • Jefa, nada. – Informo Martin con frustración, llevaba horas buscando y no encontró nada, el que era su hombre experto en encontrar lo que fuera, le decía eso, Coral no podía creerlo.
  • ¿Nada? – Cuestiono levantando una ceja.
  • No señora. – Ratifico avergonzado. – Pareciera que se trata de un fantasma, no hay información de padres, familia o amigos, todo lo que sabemos es su dirección y que trabaja para IMPERIUM desde su fundación. Nada de su pasado, estudios o algo más. – Explica casi sin poder creerlo.
  • Entonces no estamos hablando de cualquiera. – Determina Coral pensativa. – Envía a alguien a seguirla, necesito saber todo lo que hace, ella puede ser una pieza importante. – Ordena mientras analiza sus opciones ya que acercarse a ella, estaba descartado.

Después de eso Coral había concluido que la forma más rápida para acceder a lo que buscaba necesitaba encontrar la manera de entrar al cuarto de cámaras para poder infiltrarse al sistema de seguridad, pero era perfectamente consciente de que esa no sería tarea fácil, por lo que decidió buscar otro objetivo, uno más sencillo, el que pronto encontró así fue como poco a poco empezó a acercarse a Pablo uno de los chicos encargados de la seguridad de IMPERIUM, ella era amable con él, le compartía desayuno cuando en algunas oportunidades se encontraban en la cafetería, claro todas las veces planeadas por ella solo que el pobre chico no lo sabía.




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