Pista
- Señor no encontramos nada fuera de lugar. – Informa Pérez pálido, pues no tiene ninguna respuesta para su jefe. – Revisamos detalladamente las grabaciones de las cámaras de los últimos días, pero no encontramos nada, nadie se acercó a su oficina y no encontramos ningún registro de que algún extraño entrera en el edificio, todos eran empleados o personas con citas previas que de ninguna manera tuvieron acceso a ningún equipo y mucho menos a su piso. – Explico cada vez más nervioso, pero que su jefe le diga que algo salió de la empresa bajo su estricta vigilancia le parece simplemente imposible.
La respuesta claramente no le gustaba para nada a Lorenzo, pero él también se cuestiona como alguien podría burlar su sistema de seguridad eso no era posible, desde ningún punto de vista, pero sucedió porque de otra manera no se explica que su propuesta hay sido mejorada.
- Está bien Armando, puedes irte, solo mantente vigilante, de cualquier cosa extraña que veas, me informas de inmediato. – Indica frustrado, no tiene ninguna respuesta, muy por el contrario, tiene muchas más preguntas.
Mientras tanto Elías llegaba al despacho de su jefa con una sonrisa curiosa, la misma que en cuanto Coral vio solo pudo rodar los ojos con exasperación, ya se imagina que es lo que ese hombre iba a decirle.
- ¿Qué quieres Elías? – Cuestiona completamente a la defensiva. El más que su compañero, su subordinado, era su amigo, se puede decir que su mejor amigo.
- Nada, nada, ¿Por qué esa actitud? – Dice levantando las manos en son de paz.
- Dudo mucho que estes aquí por nada. – Dice ella con expresión de aburrimiento, como diciendo habla rápido y vete.
- Bueno es solo que me acabo de enterar de que te vas a quedar unos días más trabajando en la limpieza y me estaba preguntando si es que estas nostálgica por el pasado y querías recordar viejos tiempos o si es que lo habías pensado mejor y sientes que ese es el trabajo de tus sueños. – Sugiere entre burlas, logrando que Coral le tire un pisapapeles que tenía sobre el escritorio.
- Oh, así que no es eso. – Sigue provocándola. – Entonces al parecer el objetivo llamo tu atención más de la cuenta. – Sonríe Elías mientras esquiva las carpetas que su jefa le tiro.
- Parece que hoy estas muy graciosito, ¿no es así? – Cuestiona ella con cara de pocos amigos.
- Jajajajajaj. – No puede evitar reírse Elías. – Ya está bien, dime, ¿Por qué decidiste quedarte más tiempo? – Cuestiona ya adquiriendo una expresión profesional.
- Aunque creas lo contrario, en realidad decidí quedarme un poco más por trabajo. – Dice Coral y es verdad.
- ¿Por trabajo? – Cuestiona Elías levantando sus cejas.
- Así es. – Ratifica ella con una sonrisa. – Veras…
Flashback
Coral estaba a punto de responder a Lineth que pasara la carta de renuncia, el trabajo había terminado era lo correcto, pero de pronto ingreso un correo con una solicitud de una cliente VIP, nada más y nada menos que Casandra Moretti.
- Jefa esta solicitud se entrelaza con la anterior misión. – Dice Martin después de leerla.
- ¿Qué es? – Pregunta Coral realmente interesada en ello.
- Quiere información sobre Lorenzo Rinaldi, recalcando los 10 años que estuvo en el extranjero. – Responde Martin. – Dice que el pago será proporcional a la información que le demos, sobre todo si se trata de un punto débil.
Una sonrisa genuina apareció en los labios de Coral, al parecer el juego se iba a poner interesante.
- ¿Qué paso con su sistema? – Pregunta.
- Jefa ya salimos, para que no quedara rastro. – Responde rápidamente Martin.
- Está bien, de todas formas, no creo que en el servidor de IMPERIUM, encontremos algo de él. – Comenta Coral pensativa, ingresar al sistema de seguridad del lugar fue extremadamente difícil, todo fue gracias a Pablo.
Ese día como todos ella le había llevado el desayuno.
- Gracias Lina, eres muy amable. – Sonreía tímido.
- Es un placer y me alegra mucho que te guste. – Le devuelve la sonrisa con una expresión de dulzura que acelera completamente el corazón de Pablo.
- Cocinas delicioso. – Elogia, a lo que Coral agradece, pensando en que el pobre hombre no tiene ni idea de que ella no cocina ni un huevo, hasta el agua se le quema. – Bueno debo irme mi turno está por comenzar, hoy debo estar en la sala de vigilancia, allí comeré y más tarde te llevare la taza. – Expuso sin borrar su sonrisa.
- Bueno tendrás que guardarla, hoy no voy a poder ir a almorzar a la cafetería. – Expone Coral.
- ¿Por qué? – Pregunta Pablo intrigado.
- Oh, es que hoy no creo mi turno empieza a las 10 así que no tenemos hora de almuerzo y no nos podremos ver. – Comenta con pesar.
- ¿Qué?, pero es muy temprano, ¿Por qué viniste tan pronto? – Pregunta Pablo sorprendido.
- Bueno es que no quería dejarte sin desayuno, sabía que lo estarías esperando. – Sonríe ella con timidez.
- Eso… Gracias. – Dice Pablo sonrojándose realmente conmovido. – Aún faltan más de dos horas para que empiece tu turno, ¿Qué te parece si voy a recibir el turno de mi compañero y cuando él se vaya, vienes conmigo a la sala de vigilancia en lo que empieza tu turno? – Sugiere feliz con la idea de compartir con ella ese tiempo.
- ¿No te meterás en problemas? – Pregunta ella con expresión alarmada.
- Nadie lo sabrá. – Dice el seguro.
- De acuerdo, entonces espero que me avises. – Acepta ella feliz y claro que lo estaba, esa mañana jamás se imaginó que ese día lograría su objetivo, la sala de seguridad.