Encuentro

Por su parte Coral ha seguido observando todo de cerca, como se mueve cada cosa en la empresa, pero como lo sospechaba allí no va a encontrar nada sobre ese hombre, por lo que debe replantear su estrategia.

• Lorenzo. – La emocionada voz de un hombre interrumpe la conversación que Lorenzo y Luis están llevando a cabo en un exclusivo bar de la ciudad que justamente es propiedad del hombre que se acerca con alegría.

• Felipe. – Saludan a la par Lorenzo y Luis.

• ¿Cuánto tiempo, muchachos? – Dice sentándose en la mesa con ellos.

• No sabía que estarías hoy aquí. – Comenta Luis, había oído que el padre de Felipe había logrado sacarlo de sus bares para llevarlo a la estación de televisión, pero parece que logró escapar.

• Escuchaste los rumores. – Se ríe. – ¿Qué te digo?, a Felipe Moretti no hay quien lo controle. – Sonríe con suficiencia.

• ¿No temes que tu abuelo te desherede? – Cuestiona desinteresadamente Lorenzo mientras bebe de su copa.

• Jajajajaj ese anciano me amenaza con desheredarme al menos 10 veces al día, pero, ¿qué puede hacer?, tengo mis propios negocios. – Sonríe orgulloso de lo que ha logrado, pues los clubes y bares más importantes del país son de su propiedad, así que en realidad dinero es lo que menos le falta, claro no podría compararse con la fortuna Moretti, pero para Felipe su libertad vale mucho más. – Preocuparse por esas cosas se las dejare a Fabio. – Dice con una sonrisa.

Felipe y Fabio Moretti son los hijos de Francisco Moretti el hermano menor de Casandra e hijo de Aníbal, quien dirige la estación de televisión y radio más importante del país, mientras que Casandra está a cargo de la dirección del Observador, el periódico más prestigioso del país, esto hasta que Aníbal nombre a su heredero que según informo será alguno de sus nietos, ósea Felipe, Fabio o Mia, aunque Mia es la heredera del imperio Moretti lo que la saca de la lucha dejando solo a los hermanos.

Una lucha que ya parece tener un ganador, pues mientras Felipe es un aventurero, al que le encanta la libertada y la diversión, Fabio lleva años acompañando a su padre a las juntas, trabaja en la dirección de varios programas y se ha hecho de muy buenos contactos en la televisora, así que todos ya ven a un ganador, el problema es que a veces las cosas no son lo que parecen y allí hay oculto un gran secreto que puede cambiar todo el panorama.

• Que gran hermano. – Se burla Luis.

• Lo se. – Coincide Felipe haciendo que todos rían.

• Deberías cuidarte, mi tía no parece estar muy contenta con tu nuevo logro. – Comenta Felipe con verdadera preocupación, dirigiéndose a Lorenzo, a él poco le importan las disputas familiares, conoció a Lorenzo cuando llego a la familia Rinaldi y poco a poco se hicieron cercanos, claro esto sin que los Moretti lo supieran, algo que a Felipe ya no le preocupa, pues se ha desligado bastante del control de su familia.

Además, desde hace un tiempo eso ya no le importa, sobre todo luego de que en una oportunidad se metiera en problemas en el extranjero y fue justamente Lorenzo quien lo ayudo, lo que derivó en que su relación se hiciera más cercana.

• Estaré preparado. – Fue lo único que comento Lorenzo, pues ya se esperaba que actuaran, de hecho, a su parecer ya se estaban tardando, él pensó que una vez se supiera que él era el presidente de IMPERIUM iban a hacer todo para atacarlo, pero al ver que no lo hicieron, supo que esperarían a que estuviera en su mejor momento, comprende su estrategia, así que estará atento, aun sin saber exactamente como lo harán

• Me parece bien. – Asiente Felipe, al mismo tiempo que uno de sus hombres se acerca para decirle que ya es momento de irse, por lo que antes de despedirse decide que podría ser divertido llevarse a sus amigos con él. – Chicos hoy hay un evento interesante, en el club del centro, ¿Por qué no me acompañan? – Comenta con alegría.

Luis inmediatamente se emociona, mientras que Lorenzo no parece muy convencido, a él le molestan un poco las multitudes, además la palabra “evento” le genera dolor de cabeza, así que quiere rechazar la invitación, pero Luis previendo que lo hará, interviene.

• Dijiste que, si te ayudaba para que Cristal te dejara de molestar al menos un tiempo, me lo pagarías. – Dice con expresión victoriosa, Lorenzo nunca falta a su palabra.

• Está bien, vamos. – Se rinde al final, sin más opciones, haciendo que Luis y Felipe sonrían satisfechos.

Una vez en el club antes de ingresar Felipe saca tres antifaces, entregándole uno a cada uno de sus acompañantes que lo miran extrañados, bueno Lorenzo más que extrañado molesto, sabía que no era buena idea ir allí, pero no podía faltar a su palabra, después de todo no sabe cómo, pero Luis logro que Cristal se fuera a un viaje al extranjero por lo que lo dejaría tranquilo un tiempo.

• Esto será muy divertido. – Comenta Luis con una gran sonrisa mientras se coloca el antifaz.

• Lo dudo. – Refuta Lorenzo, aun así, también toma el antifaz para ponérselo.

Una vez dentro el club está lleno, pero todos están cubiertos por sus propios antifaces, sería muy difícil reconocer alguien no solo por las máscaras, sino que con las luces se hacía aún más difícil, por lo que si una cosa era cierta es que, en ese momento, en ese lugar las identidades estaban totalmente ocultas.

Felipe guio a sus invitados a la zona vip donde también había una buena cantidad de personas no era tanta como en el primer piso y desde allí se podía ver todo el lugar.

• ¿No es divertido? – Pregunto Felipe alegre una vez se sentaron en su mesa.

• Lo es, claro que lo es. – Responde Luis emocionado.

• Para nada. – Dice Lorenzo pidiendo un trago.

• Aburrido. – Se quejan sus amigos, mientras Lorenzo solo se cruza de brazos.