Pesadillas
Oscuridad, mucha, no se ve nada, pero afuera se pueden escuchar los relámpagos, es claro que una fuerte tormenta está teniendo lugar, pero de esa oscura habitación las cosas son aún peor de lo que puede estar sucediendo afuera, pues los gritos son tan fuertes que ni siquiera el ruido de la lluvia puede acallarlos, una pequeña niña se esconde debajo de la cama, sabiendo que en cualquier momento puede ser su turno, ella solo cierra los ojos mientras se aferra a lo que parece ser un peluche viejo y desgastado, pero que en ese momento es su único escudo, ella solo observa con los ojos llenos de pánico la puerta, esperando que esta no se abra, pero como siempre sus suplicas no son escuchadas y puede ver como de un solo golpe la puerta es abierta y ella solo puede cerrar los ojos ya sabiendo lo que espera.
Justo en ese momento Coral abre los ojos, dándose cuenta que está en su departamento, su fortaleza infranqueable, nadie puede entrar allí, nada la puede alcanzar en ese lugar, aun así sin importar la altura, ni la seguridad del lugar, las pesadillas no la abandonan, siguen ahí, como un recordatorio constante, como una cicatriz que no cierra, pero ella ya no es esa niña, ella ya no es frágil, ahora tiene el poder en su mano, es por eso que se levanta firme, como cada día, decidida a seguir haciendo el mundo a su manera, y ganar dinero con ello.
Por su parte Lorenzo llego a la oficina como cada día, solo que al pasar junto a una de las salas de juntas que están en su piso, se percató de que la mujer que estaba limpiando el lugar no era la misma chica de siempre, lo que sin ninguna razón llamo su atención, pues eso realmente no era algo que al le importaría, primero porqué de las contrataciones se encarga recursos humanos, el solo se involucra cuando se trata de un alto cargo o sus ejecutivos, ahora mucho menos cuando se trata del personal de servicio, pues ellos contratan con la empresa y es esta la que se encarga de su propio personal, su cerebro entendía eso muy bien, aun así no pudo controlarse y se acercó para preguntarle a la chica.
- ¿Qué paso con la empleada que estaba a cargo de esta área? – Cuestiono sin ni siquiera detenerse un segundo para saludar, en otra oportunidad lo haría, pero justo en ese momento algo parecía molestarlo.
- Buenos días presidente. – Saluda la chica un poco nerviosa, pero se recompone para explicar, después de todo es el presidente de la compañía quien está preguntando. – La señorita Lina está en su día de descanso y a mí me enviaron a esta área para familiarizarme ya que ella presento su renuncia, solo estará hasta fin de mes. – Explica la chica.
- Entiendo, espero que sepas que las salas deben estar listas antes de las 9. – Señalo con un tono más molesto del que pretendía, a lo que ella asintió rápidamente.
- Si señor, la señorita Lina me lo dijo varias veces. – Aseguro la chica.
- Al menos aprendió algo. – Dijo Lorenzo para marcharse de ese lugar, dejando petrificada a la pobre chica que no entendió nada, pero siguió con su trabajo deseando no encontrarse más con ese hombre.
Por su parte Lorenzo no sabía porque, pero se sentía muy molesto, aun así, decidió no prestarle más importancia a eso y seguir con su día, tenía una llamada muy importante que hacer.
- Jefe, ella ya está en la línea. – Dijo Laurel señalándole el teléfono que tenía encima del escritorio.
- Gracias. – Dijo Lorenzo para tomar la llamada. – ¿Cómo esta? – Saluda con respeto.
- Un tanto preocupada. – Responde una voz femenina al otro lado de la línea. – ¿Cómo es que el proyecto del hospital se nos fue de las manos? – Cuestiona la mujer, aunque ya está enterada de todo lo sucedido.
- Algo que no esperábamos. – Responde Lorenzo. – Pero trabajo en ello, pronto sabre como fue que nuestra propuesta fue robada, errores como ese no se volverán a repetir. – Asegura sin dejar lugar a dudas.
- Confió en ti, Lorenzo. – Dice la mujer. – Siempre lo he hecho y lo sabes, Así que espero que lo arregles, porque ese error nos está retrasando en nuestros planes. – Le recuerda.
- No tiene de que preocuparse, ya tengo otra forma para acercarnos a él. – Informa Lorenzo y es que desde lo sucedido no había podido dejar de pensar en una solución y ahora la tiene.
- Muy bien, espero noticias. – Comenta la mujer satisfecha, conoce las habilidades de Lorenzo y sabe que si se compromete con algo entonces lo cumplirá, así ha sido desde que lo conoció.
- Las tendrá pronto. – Dice, pero cuando está a punto de colgar la mujer lo detiene.
- Ten mucho cuidado. – Advierte la mujer. – El ENCLAVE, no es cualquier organización, si ellos quieren encontrar algo, lo harán y no queremos que sepan de nuestra alianza, ¿verdad? – Menciona la mujer con calma.
- Por supuesto que no, me mantendré alerta. – Promete.
- Quizás puedas negociar con ellos. – Sugiere la mujer.
- ¿Negociar? – Cuestiona Lorenzo, pareciéndole un poco absurdo.
- Así es, según pude averiguar, ellos son una organización completamente neutral, no se asocian con nadie, solo cumplen con su trabajo y listo, podrías intentar contratarlos para saber ¿Quién está detrás de ORION? Y ¿Por qué robaron nuestra propuesta? – Aconseja, a ella le parece una buena idea. – Además puedes aprovechar para saber cómo funcionan y quien es su líder.
- Lo pensare. – Responde Lorenzo, pues lo último si logro llamar su atención, sería como infiltrarse dentro de ellos para saber cómo operan, además no pude negar que desde que supo de su existencia se ha está cuestionando mucho sore ellos, especialmente sobre su líder.
- Bien, lo dejo en tus manos. – Se despide la mujer y cuelga.