Una elección

El día había transcurrido en paz que ahora aterraba a Coral, pues estaba a punto de salir de ese lugar con la incertidumbre mas grande de su vida, acababa de pasar un día maravilloso junto a Lorenzo, después del desayuno hablaron durante mucho tiempo, no tocaron ningún tema personal, solo hablaron de la vida, de cosas sin sentido, de películas y hasta música, en un punto Lorenzo pidió el almuerzo, pues no tenia nada en su refrigerador para cocinar, vieron películas, se llenaron de arrumacos, eran como una pareja normal.

Coral nunca se había imaginado que Lorenzo que siempre se veía tan serio, como apartado del mundo, sin mostrar sus sentimientos, tuviera esa personalidad y estaba segura que así debió ser de niño, sonriente, considerado, hasta tierno como estaba siendo ese día.

Pero el día había terminado, era momento de regresar a su realidad, Coral se preparaba para marcharse, con una sola certeza estaba dejando su corazón en ese lugar y esta casi segura de no poder recuperarlo.

• ¿Te volveré a ver? – Cuestiono Lorenzo con mas aprehensión de la que pretendía.

Coral no tenia una respuesta a esa pregunta, su corazón quería gritarle que sí, pero su razón le recordó todo lo que estaba en juego.

Lorenzo pudo ver la licha interna en los ojos de la hermosa mujer, por lo que decidió darle espacio.

• Esta bien. – Dijo intentando mostrar una sonrisa. – Toma. – Le entrego una llave haciendo que Coral lo mirara sin entender. – Es una copia de la llave de la puerta, con ella puedes entrar aquí cuando quieras.

Le estaba dando la puerta de su casa, pero no era solo eso, ella lo sabía, las implicaciones de esa pequeña acción con la que sin palabras le estaba abriendo las puertas de su mundo, de sus secretos, de todo.

• ¿Estas seguro? – Le pregunto mirando la llave en su mano, asumiendo todo el peso que ese pequeño objeto llevaba consigo.

• Claro que sí. – Aseguro Lorenzo con total convicción mientras la miraba, tomando su mano para poner la llave sobre ella. – Ahora este lugar también es tuyo. – Le dijo y esa declaración hizo que el corazón de Coral palpitara más rápido como si eso fuera posible.

Coral sin tener respuesta solo sostuvo con fuerza la llave para confirmar que era real y sin analizarlo demasiado beso a Lorenzo, expresando todos los sentimientos que se arremolinaban dentro de ella sin que pudiera dejarlos salir, por su parte Lorenzo respondió a ese beso con la misma intensidad.

¿Qué si sabe que lo que esta haciendo puede ir completamente en su contra al ser esa hermosa mujer una desconocida que se acercó a él deliberadamente?, por supuesto que lo sabe, pero nada de eso le ha impedido a su corazón dejarse llevar por ella, desde la muerte de su madre no se había sentido tan vivo como ahora, ¿Qué si valía la pena arriesgarlo todo por ella?, Lorenzo no lo sabia con certeza, pero decidió por una vez en la vida simplemente dejarse llevar, si se equivocaba pagaría las consecuencias, pero si no, podría ser inmensamente feliz.

*****

• No dormiste nada anoche, verdad. – Expone Elías al entrar a la oficina de Coral que esta sentada sobre su escritorio con cara de que el mundo le pesa.

• ¿Es tan obvio? – Cuestiono.

• Tanto como que el fin de semana pasaste la noche fuera. – Comento con calma mientras tomaba asiento en el elegante sofá que adorna el despacho de Coral.

Para Coral no era raro que el lo supiera, Elías estaba enterado de todo lo que sucedía dentro de la organización y con cada uno de sus miembros, una de las razones por la que es su hombre de confianza, a los perspicaces ojos de Elías nada se escapa.

• ¿Tomaste una decisión? – Pregunto Elías con la misma calma con la que entro allí, no es porque no le importe, todo lo contrario, es porque dependiendo de la respuesta de Coral, el debe empezar un plan de acción con el cual contrarrestar las posibles consecuencias.

Coral se quedó mirando un punto en especifico la noche anterior no pudo pegar el ojo en toda la noche, lo bueno de ello las pesadillas no la habían visitado, pensando en eso recordó que desde que inicio sus encuentros con Lorenzo sus pesadillas habían cedido, no llegaban cada noche con esa fuerza interminable que lo hacían, como burlándose de ella porque después de tanto tiempo aun no podía escapar del todo.

Aunque físicamente había logrado salir de ese lugar, al parecer su mente se quedo estancada allí y esas pesadillas era un fiel recuerdo de ello, pero entonces llego Lorenzo, su objetivo, una de las misiones mas importantes de su organización y todo cambio.

Las pesadillas dejaron de ser importantes, porque en medio del caos que es su vida, había encontrado un pequeño lugar en el mundo donde respiraba paz, donde se convertía en alguien que no cargaba con tanto peso en su espalda, su mano instintivamente se fue hacia su cuello donde se había colgado la llave que le entrego Lorenzo como una prueba tangible de que ese lugar no era solo un sueño.

Elías se mantenía en silencio dándole el espacio que Coral necesitaba, pero al mismo tiempo trasmitiéndole su apoyo a cualquier decisión que tome, sobre todo porque en menos de dos horas deben estar reuniéndose con Casandra Moretti.

• Una elección. – Comento Coral mas para ella que para Elías. – Ya he hecho la mía, vamos. – Dijo poniéndose de pie con la seguridad y la elegancia que caracterizan a la líder del ENCLAVE, para caminar a la salida rumbo a esa trascendental reunión.

Elías al verla tan segura como siempre, con esa firmeza en su mirada, asintió también para ponerse de pie y seguirla, apoyaría cualquier elección que haya hecho.

Que pase lo que tenga que pasar, el actuara en consecuencia, su deber es protegerla, no solo porque sea su líder, sino porque para el es como su hermana menor y desde aquel día que la encontró decidió que haría todo lo que estuviera en sus manos para cuidarla y lo cumplirá, aunque Coral ya no sea esa pequeña niña.