La iluminación del elegante lugar era tenue, nadie alrededor podría saber que el lujoso hotel era propiedad del enclave, una de las tantas propiedades que se usan como pantalla para el intercambio de información.
El hombre como siempre entro con ese paso seguro, todo vestido de negro y mirada fría, normalmente tendría un antifaz puesto, pero por el dinero que pago, ella ya era una miembro VIP por lo que tenia el derecho de conocer el rostro de su enlace.
Ella ya lo esperaba dentro del apartado asignado para ella, jamás había sido tan puntual de hecho está segura que llego mucho antes de lo pactado, ¿Por qué?, esa era una pregunta que sinceramente no quería responderse, su parte más sensata diría que es porque ya quiere saber toda la verdad y con ello tomar decisiones, pero en el fondo de su corazón sabía perfectamente que aun cuando eso era cierto, que en realidad quería tener en sus manos la evidencia de que su lógica no la engañaba, la razón detrás de que ese día haya sido especialmente cuidadosa con su peinado, maquillaje, accesorios y ropa, tenía una motivación mucho más importante.
Mia por su parte apenas miro los documentos que descansaban sobre la mesa. Para ese punto su interés ya no estaba en las pruebas que tanto había buscado, sino en el hombre que estaba frente a ella, con esa calma que siempre le había visto, imperturbable, tan inaccesible como fascinante.
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Mientras tanto el antes solitario del lujoso pent-house de Lorenzo estaba iluminado con una tenue pero enigmática luz, el contraste perfecto con la vista nocturna de la ciudad que se extendía a través de los ventanales. En el gigantesco mueble que a Coral le había parecido una exageración tomando en cuenta que nadie lo usaba, estaba sentada ella rodeada de los brazos de Lorenzo en un momento tan intimo como irreal a su parecer.
Durante el tiempo que pasaban allí el mundo exterior parecía perder importancia, aun cuando cada uno de ellos tenia diferentes batallas personales que los esperaban con ansias.
Sus palabras salieron en un tono tranquilo, pero Coral sabía perfectamente que esa fiesta seria una nueva oportunidad para que su “familia”, si es que asi se les podía llamar cuando en realidad eran sus peores enemigos y los demás asistentes quisieran humillarlo y atacarlo como había sucedido en el compromiso de su hermana.
Para Lorenzo aquello era irrelevante después de tantos años estaba acostumbrado, además para el eso solo era un sacrificio necesario para lograr su objetivo, al final sería el quien riera en la cara de todos aquellos que durante años se han burlado de él, por el simple hecho de haber nacido como hijo de ese maldito hombre que odiaba profundamente.
La cuestión es que para Coral ya aquello no era tolerable, por lo que tomo una importante decisión.
Lorenzo por un momento se quedo son palabras solo viéndola fijamente, intentando descifrar si era una broma, pero la expresión decidida de Coral le dejo en claro que no lo era, estaba hablando en serio y la verdad es que no sabía cómo interpretar eso.
¿Era parte de alguna misión suya?, pues a él ya le había quedado claro que definitivamente ella trabajaba para el enclave, pues fueron ellos quienes lograron robar aquel proyecto y es bastante obvio para el que fue ella quien hizo el trabajo.
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Editado: 19.09.2025