Planes y Alianzas
Entonces, una enorme sonrisa se apodero de los labios de Coral, el hecho de que aun cuando sabía perfectamente que su acción podía ser desconcertante e incluso sospechosa para Lorenzo, él no la cuestionaba, solo le preguntaba si estaba segura, lo que dejaba claro que con decirle que sí, que estaba segura, el simplemente aceptaría sin decir más, que fue lo que efectivamente sucedió.
- Completamente segura. – Respondió Coral quien empezaba a sentir una enorme calidez con cada acción que hacía Lorenzo donde le demostraba que ella en verdad le importaba más allá de su identidad o sus razone para acercarse a él.
- Muy bien. – Dijo Lorenzo fingiendo que esa sola afirmación no había movido fibras de su ser que pensaba que habían muerto con du madre.
Mientras que los pensamientos de Coral eran más profundos incluso de lo que Lorenzo podía imaginar, “No voy a dejar que te enfrentes a ellos solos” se dijo a sí misma como una promesa, aunque es consciente que un punto debe hablar seriamente con Lorenzo aun no puede hacerlo, pues hay demasiado en juego, pero sabe perfectamente que, si de verdad quiere construir un futuro junto a él, será necesario.
Aun así, decide que mientras llega ese momento, ella va a acompañarlo y apoyarlo en sus planes, no como un trabajo de su organización, sino como la misión más importante de su vida.
Pues lo que Lorenzo le ha dado es más de lo que se podía esperar de alguien, le abrió las puertas de su hogar y de su vida con una confianza ciega, algo que nadie en la posición de Lorenzo se daría el lujo de hacer, mucho menos el que tiene tantos enemigos, pero aun así contra todo riesgo lo hizo por ella y lo sigue haciendo.
El tiempo pareció detenerse para ellos mientras seguían sentados en ese pequeño espacio del universo, con Lorenzo rodeando tiernamente a Coral y ella recostada en su pecho, como si el mundo se hubiese detenido con ellos. La idea de que alguien pudiera caminar con tanta naturalidad hacia un terreno tan peligroso la desarmaba. Y más aún, viniendo de él, alguien que conoce la maldad del mundo y tuvo que convertirse en un depredador mayor para sobrevivir, pero ahora estaba allí, decidiendo arriesgarse por ella.
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- ¿Te pasa algo? – Pregunta Eusebio Leone con su característica intuición de quien sin necesidad de preguntar sabe lo que sucede antes de que eso se convierta en un problema para él.
La pregunta sale con absoluta serenidad mientras toma una copa de Whisky en el despacho de su hijo.
Por su parte Adrián levanta la mirada de su computadora, sin importar cuantos años pasen nunca deja de sorprenderle el poder que tiene su padre para saberlo todo.
- No sé de qué hablas. – Dijo queriendo sonar casual, pero Eusebio era demasiado viejo para eso, como dice el dicho más sabe el diablo por viejo que por diablo.
- Creo que no debo recordarte que aun con todo el poder que tenemos, los Moretti y los Rinaldi dominan industrias que son fundamentales para consolidar nuestro poder. – Menciono en lo que la copa se deslizaba en sus dedos, su voz sonaba tranquila, como si hablara de un asunto cotidiano, pero para Adrián el mensaje era claro. No tenía permitido arruinar lo que con tanto esfuerzo su padre había logrado.
- Lo comprendo padre. – Dijo con la misma calma. – Con Mia todo está bien. – Aseguro.
- Eso espero. – Sentencio poniéndose de pie dejando la copa sobre el escritorio para sacar una fotografía de su saco, colocándola al lado de la copa donde Adrián podía verla perfectamente.
Los ojos de Adrián se abrieron de sobremanera rompiendo sutilmente la máscara de indiferencia que había tenido durante la pequeña platica.
- ¿Cómo? – Fue lo que alcanzo a decir antes de que su padre interrumpiera.
- En política nada es más frágil que las alianzas. – Dijo Eusebio mirando fijamente a su hijo, mientras el intentaba retomar su compostura. – Hoy están contigo, mañana podrían volverte la espalda. – Añadió caminado hacia la ventana del estudio, desde donde se podía observar los grandes jardines de la mansión bañados con la luz de la luna que los hacían ver aún más majestuosos como si eso fuera posible, una pequeña muestra del poder que tenían los Leone. – Salvo que les des un motivo para quedarse. un lazo imposible de romper. – Sentencio.
Adrián se había quedado en completo silencio había sido extremadamente cuidadoso, no entiende como esa fotografía llego a manos de su padre.
- Así que espero que resuelvas esto lo más pronto posible. – Sugirió Eusebio dirigiéndose a la puerta. – ¿Entendido? – Inquirió ante el silencio de su hijo sin siquiera darse la vuelta antes de salir.
- Entendido. – Respondió Adrián son despegar sus ojos de la fotografía, eso era malo, muy, muy malo.
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- Debo admitir que fue una buena jugada. – Comento Elías revisando los resultados del movimiento estratégico que había hecho Coral.
- Lo se. – Sonrió Coral con satisfacción. – Ese hombre sabe lo que esta en juego y estoy segura de que no se quedará tranquilo mientras hay alguien que puede poner el peligro todo su estructurado plan. – Anuncio con seguridad.
- Tienes razón, ahora nuestra querida Jazmín tendrá interesantes problemas. – Comentó Elías.
- Cuesto con ello. – Sonrió Coral
- Pero aún estoy preocupado, Coral debería pensarlo nuevamente, no si que tan conveniente es que asistas a esa fiesta. – Dijo realmente preocupado.
- No es la primera vez que asisto. – Respondió Coral con calma.
- No. – Coincidió Elías. – Pero es la primera vez que vas a llamar la atención de todos allí, escúchame. – Dijo. – Se que la manera más rápida de ganar la guerra que se avecina es ponerte en el cetro de ella, sinceramente no creo que sea la decisión más inteligente, Coral has construido todo un imperio y una identidad con mucho esfuerzo durante años, está sola acción puede hacer que todo eso se derrumbe en un abrir y cerrar de ojos. – Le recordó.
- Elías. – Dijo con ternura, pues sabe perfectamente que ese hombre se preocupa realmente por ella. – ¿Cuándo has visto que actúe sin un plan? – Pregunto con orgullo. – Esto es solo un paso necesario para lograr mi objetivo final.