Juego peligroso

Por su parte Coral está disfrutando profundamente del espectáculo, no le pasaban desapercibidas las miradas que estaban sobre ellos, en espacial de aquellos hombres que siempre se han sentido superiores a Lorenzo, pero ya tendrá tiempo de enseñarles pensaba para sí misma, mientras se deslizaba por el salón con pasos eran firmes, y sonrisas calculadas.

Era obvio que se habían convertido en el centro de atención de la reunión, todas las miradas van dirigidas a ellos, y en cada una encuentra diferentes sentimientos, desde curiosidad, sorpresa, intriga, incluso admiración, hasta envidia y profundo odio.

Podía ver como muchas allí la miraban con superioridad, algo que la hacía sonreír aún más, pues con lo que nadie contaba, es que ella conocía perfectamente a cada una de las personas allí reunidas, incluso sus más profundos secretos y es que todos y cada uno de ellos habían tenido de una u otra forma algo que ver con el ENCLAVE.

• Pareces disfrutar el momento. – Susurro Lorenzo en su oído dejando ver una pequeña sonrisa.

• Un poco. – Respondió ella devolviendo la sonrisa, acercándose un poco más a él para susurrar también. – Sobre todo ver como más de un corazón se rompe, señor Rinaldi, al parecer es muy popular entre la alta sociedad. – Dijo fingiendo indignación, pero en realidad debía admitir que disfrutaba de más como cada una de esas mujeres le lanzaban miradas de odio por el simple hecho de ir del brazo de ese guapísimo hombre.

• Para nada, para todos aquí por más dinero y poder que tengo, en el fondo no dejo de ser un bastardo que en algún momento lo perderá todo. – Expuso Lorenzo con calma.

• Sabes perfectamente que, a algunas de esas mujeres, eso les importa un bledo, sobre todo a una que en este momento se acerca con una mirada que podría jurar que si pudiera matarme ya estarías comprando flores para mi funeral. – Dejo caer antes de escuchar el contenido saludo de Cristal.

• Lorenzo, querido. – Saludo Cristal fingiendo amabilidad.

• Cristal. – Devolvió con indiferencia el saludo Lorenzo.

Ante la escena Mia y Luis corrieron para rescatar a Cristal, ambos los conocen bien a ambos y saben lo imprudente que puede llegar a ser ella y también lo insensible que puede actuar Lorenzo, así que como si se hubieran coordinado llegaron juntos a tiempo antes de que Cristal dijera algo más.

• Hermano. – Saludo Mia abrazando a Lorenzo, interrumpiendo lo siguiente que iba a decir Cristal a la que Luis de envió una mirada de advertencia al llegar.

• Hola princesa. – Sonrió Lorenzo devolviendo el abrazo a su hermana.

Una vez se separaron, Lorenzo rodeo con su brazo la cintura de Coral para presentarla.

• Mia déjame presentarte a alguien muy especial. – Dijo Lorenzo con una rara emoción, que casi nunca dejaba ver. – Ella es Esmeralda. – Anuncio mirando a su acompañante, esa era la identidad que ella le había dicho que usaría esa noche, lo que nunca planearon fue lo siguiente que salió de la boca de Lorenzo. – Mi novia. – Declaro Lorenzo con orgullo.

La cara de los presentes era un poema, por su parte Mia y Luis perdieron la capacidad de habla, ¿novia?, ¿Desde Cuándo?, se preguntaron, pero Cristal ella estaba completamente indignada con la situación.

Llevaba años enamorada de Lorenzo siempre buscando excusas para acercarse a él, de hecho, en su momento estuvo celosa de Laurent ya que era la única mujer con la que Lorenzo pasaba tiempo, además no es secreto para nadie que su relación es bastante cercana, y que el confía completamente en ella.

Pero ahora de la nada aparece del brazo de una completa desconocida y anuncia ante todos, su relación, ¿Por qué? Se cuestiona mientras sus manos se convierten en puños cerrados por la ira.

La situación no es muy distinta para Coral, solo que, con sus años de experiencia en misiones, no mostro el más mínimo sobresalto, pero en su mente solo se repetía una y otra vez la misma palabra “Novia” estaba segura que eso nunca fue parte de la cubierta que habían creado, sin embargo, solo sonrió dulcemente saludando, ya hablaría seriamente con Lorenzo al respecto.

• Es un placer conocerlos. – Dijo con amabilidad, sacándolos del shock de la noticia.

• Que gusto señorita Esmeralda. – Dijo Mia recomponiéndose. – No sabía que mi hermano estaba saliendo con alguien. – Comento intentando no sonar grosera, lo que menos quería era molestar a su hermano.

• Bueno… Aun no era algo público. – Sonrió con amabilidad Coral lanzándole una mirada acusatoria a Lorenzo que solo el vio, haciéndolo disfrutar aún más del momento.

• Ya veo. – Intervino Luis. – Pues también estoy muy complacido de conocerla, señorita Esmeralda. – Expreso Luis un poco preocupado por su hermana, incluso por Lorenzo, pues sabiendo perfectamente como había llegado esa mujer a su vida y ahora viéndola en persona podía saber que se trata de alguien peligrosa.

Pues Coral con su sola presencia grita poder, elegancia, peligro, es más que obvio que ella no es cualquiera, sino alguien que conoce como se mueven los hilos en lugares como ellos y que jamás sería una marioneta del juego.

• Es un gusto señorita Esmeralda. – Dijo Por fin Cristal. – Me pregunto porque no la había visto antes, creo que conozco prácticamente a toda la alta sociedad. – Expreso con fingida inocencia, pero era obvio que era un ataque indirecto.

Luis inmediatamente le hizo un gesto para que guardara silencio, mismo que ella claramente ignoro.

• Señorita Sandoval, ¿no es así? – Sonrió Coral.

• Así es. – Respondió Cristal con más altanería, pues no era secreto para nadie que su apellido es de gran influencia en el país.

• Quizás no frecuentamos los mismos escenarios. – Expuso con calma. – Pero seguro si le pregunta a su padre por mí, él le sabrá dar más información. – Aseguro con calma antes de levantar su copa en forma de brindis.