Identidad Oculta

Primera Jugada

  • ¿No se supone que te encargarías? – Susurro Aníbal Moretti acercándose a su hija claramente irritado por la situación.

Eso era lo que su hija le había asegurado, se encargaría de ese bastardo, pero ahora estaba allí robándose todo el espectáculo junto a esa extraña y muy hermosa mujer que además parecía tener amistades en diferentes esferas del país, pues la mujer que se le había acercado hacia un momento estaba logrando posicionarse muy bien en el país.

  • Lo hare. – Dijo con seguridad Casandra dejando ver un peligroso brillo en sus ojos, pues lo que está pasando es más de lo que ella esperaba.

Había decidido tomarse las cosas con calma teniendo en cuenta la información que ahora poseía, sin embargo, aunque eso fuera cierto, Lorenzo seria quien debería estar preocupado pensó.

Tomando así la decisión de actuar.

La velada termino. Pero las sensaciones que dejo fueron mucho más de lo esperado inicialmente.

  • Pregunta. – Indico Coral con calma mientras se acomodaba en el asiento trasero del vehiculó que compartía con Lorenzo en el cual se dirigían de vuelta al pent-house.

Ella se había dado cuenta del pequeño cambio en la expresión de Lorenzo desde que Adela o al menos el nombre por el que el la conocía, se había acercado, era obvio que tenía preguntas y ¿Quién no?, esa mujer en ese momento era su principal competidora y ahora resulta que son amigas.

  • ¿Me responderás cualquier cosa que yo quiera saber? – Consulto Lorenzo con calma, su mente no había parado de girar y regresar al mismo punto, claro que sabía que ella había tenido que ver con la pérdida del proyecto del hospital, pero por la interacción entre las mujeres era obvio que no están en buenos términos, entonces, ¿Quién es la mujer que tiene al lado?, esa noche se dio cuenta de que es mucho más de lo que el llego a imaginar y eso de cierta manera lo asusta, pero también lo emociona casi a partes iguales.

¿Qué si está loco?, es posible que sí, pues el obvio el peligro que corre con alguien así al lado.

  • No lo se. – Respondió Coral con brutal honestidad. – Dependerá de tus preguntas. – Expuso. – Hay cosas que no puedo decirte, por lo menos no ahora. – Expreso Coral mirándolo a los ojos.

Esa era la única verdad que podía decirle en ese momento y es que todo lo que tiene que ver con el ENCLAVE es información que ella no puede develar a nadie, por ningún motivo, eso es parte de su ética de trabajo, además parte del legado que ella siempre juro proteger.

  • Ya veo. – Dijo Lorenzo en un murmullo. – Entonces no te preguntare nada esta noche. – Indico tomando la mano de Coral. – No comiste nada en la fiesta, ¿quieres que paremos a comer algo? – Pregunto cambiando de tema, con una tranquilidad que sorprendió a Coral, pero que sabiendo perfectamente que no podía decir más, decidió dejar pasar también y sonreír.
  • ¿Pizza? – Pregunto con alegría, haciendo sonreír a Lorenzo,
  • De pepperoni. – Determino a lo que Coral asintió dejándose abrazar por él.

*********

  • Necesito que averigües todo sobre esa mujer. – Ordeno el hombre bebiendo tranquilamente de su copa, aunque en realidad en ese momento su mundo parecía estar completamente fuera de control.
  • ¿A quién estas enviando a investigar? – Interrumpió la fría voz de Eusebio, quien entro sin anunciarse al estudio de su hijo.
  • Padre. – Saludo haciendo un gesto con su mano a su hombre de confianza, quien asintió para salir de allí a cumplir con las ordenes de su jefe. – ¿Necesitas algo? – Consulto queriendo evadir la pregunta de su padre.
  • La acompañante de Lorenzo Rinaldi, ¿no es así? – Dijo Eusebio y no era pregunta.
  • Es una pieza con la que no contábamos, creo que es bueno saber más de ella. – Expuso restándole importancia.
  • Puede que tengas razón. – Asintió Eusebio. – Pero. – Se detuvo un segundo. – Creo que antes de preocuparte por oteas cosas, deberías explicarme que está pasando con tu prometida.
  • No entiendo a qué te refieres. – Quiso hacerse el desentendido Adrián.
  • Adrián. – Advirtió Eusebio. – No te quieras hacer el listo conmigo, esa niña siempre estaba a tu lado mirándote como si fueras su luz y le fuera imposible no adorarte, pero hoy. – Dijo y se detuvo para acentuar más el mensaje. – Eras completamente invisible a sus ojos, es más se puede decir que menos que una molestia. – Aseguro y aunque Adrián le gustaría negar esas palabras en el fondo sabía que su padre tenía razón.

Esa noche Mia estaba actuando de forma muy extraña, es mas en algún punto de la noche desapareció sin despedirse, él se había distraído un momento y para cuando quiso buscarla resulta que ya se había marchado y al parecer lo hizo sola ya que para ese momento sus padres aún estaban en la reunión y Cristal ya se había marchado por insistencia de su hermano, pues era obvio lo furiosa que se encontraba por lo sucedido con Lorenzo, para nadie era un secreto que a ella poco o nada le importaba lo que se dijera de él, ella estaba más que dispuesta a ser su esposa.

  • No te preocupes es solo un berrinche, no puedes olvidar que Mia es una niña mimada, Casandra y Rómulo la consienten demasiado, por lo que ese tipo de pataletas son comunes para ella. – Aseguro Adrián restándole importancia a las acciones de Mia, aunque en el fondo de su corazón no estaba tan seguro de ello, es más una pequeña preocupación empezaba a apoderarse de su mente, por lo que decidió que al día siguiente iría a hablar con ella. – Aun así, mañana mismo lo solucionare, no te preocupes. – Prometió.
  • Mas vale que así sea. – Sentencio Eusebio. – No olvides tus prioridades. – Le recordó, para levantarse y dirigirse a la salida. – En cuanto sepas algo de esa mujer me informas, no quiero cabos sueltos, mucho menos ahora.
  • Así lo hare padre.
  • Actúa. – La orden fue enviada y con ello el primer movimiento de la que podría ser la partida final.




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