Idilio

Capítulo 23

No había nada más que le molestara a Iuola que la gente incumplida.

Se suponía que antes de la boda, ella Y Leithold tenían que verse todos los días para conocerse más, pero este de repente tuvo que viajar a Cambridge y no llegó sino hasta ayer por la noche. Y la boda era hoy.

Su vestido había llegado hace dos días y había quedado precioso; este tenía un bordado en la cubierta de la tela, las mangas eran largas y sus guantes también eran bordados; la gran falda se extendía uniformemente y en el centro de ésta tenía una tela distinta que caía desde la cintura dándole un toque espectacular. El bordado del corsé se extendía hasta el cuello, su cabello lo tenía recogido en un tocado, que lo cubría una guirnalda de diamantes en el tocado. La duquesa lo sugirió así, ya que, en la ceremonia la reina Victoria le colocará la tiara correspondiente a la duquesa de Leithold. Había escuchado que Uriel colocó una docena de agentes que vigilaran que Leithold estuviese sobrio y que no cometiera ninguna locura. Aparte de los quince guardias reales que le había puesto su majestad, ésta no le hizo ni pizca de gracia el espectáculo que protagonizó Leithold.

Sus cuñadas y su hermana decidieron hacerse vestidos del mismo color, pero de diferente diseño, escogieron el color azul rey como referencia; Camelia también se había unido a la causa.

Iuola echó un vistazo a su habitación, se encontraba sola puesto que había despachado a sus doncellas. Ambas estaban contentas porque conocerían Cambridge. Todo su equipaje ya se encontraba de camino a Cambridge, ésta había guardado todos sus libros y anotaciones en un solo equipaje; sus instrumentos médicos en otro. Pero se dijo así misma que lo que más extrañaría sería la tranquilidad de su invernadero. Esperaba que Leithold le permitiría construir uno propio.

Eso le sacó un suspiro y de repente se dio cuenta que había olvidado algo importante. El diario de su madre. En estos momentos la casa estaba patas para arriba, sin embargo, ella conocía una forma de llegar al invernadero sin tener que pasar el vestíbulo.

Iuola se acercó a su cama y sacó debajo de ella una escalera hecha con cuerdas y palos de madera, Iuola se quitó los guantes y arrojó la escalera por la ventana; ésta la sostuvo en dos anillos de hierro que había mandado a colocar sin que Wolfram supiera. Cuando se aseguró de que ésta era segura, tomó una silla y con mucho esfuerzo colocó su zapatilla en el primer escalón.

—Con este vestido será mucho más difícil—concluyó mientras se sujetaba de la cuerda.

Afortunadamente pudo descender las escalas sin ningún problema. Al tocar el suelo, Iuola caminó lo más rápido que pudo hacia el invernadero y entró de inmediato. Le hubiese gustado poder mandar a buscar el diario con algún criado, pero no podía arriesgarse a que Wolfram lo reconociera.

Esta llegó al invernadero y entró de inmediato. Le hubiese gustado saber qué tiempo disponía, porque tenía que escabullirse dentro de la casa, regresar por las escalas no era una buena opción.

Ésta abrió el cajón y tomó el diario; a continuación, suspiró.

—Gracias a Dios me acordé—susurró.

—Sabía que podía encontrarla aquí

Iuola dio media vuelta asustada y allí se encontraba la última persona que esperaba ver hoy.

Ésta frunció el ceño—¿Señor Cam? ¿Qué hace usted aquí?

Este iba vestido todo de negro desde el sombrero hasta los pies.

Él le regaló una sonrisa—Buenos tardes mi lady

—¿Cómo entró usted?

—Un gitano siempre sabrá como entrar y salir de un lugar; a juzgar por el gentilicio de la casa, usted también sabe cómo hacerlo

Iuola alzó las cejas—¿Está insinuando usted que yo tengo que escabullirme en mi propia casa?

—No lo sé

—Eso no deja muy bien parado a su comunidad gitana señor Cam, al parecer ser un criminal es sinónimo de gloria en su gente

Este se echó a reír—"Mi gente" por supuesto

—Dígame a qué ha venido o tendré que tomarme la penosa molestia de que lo saquen de mi casa

—Vine a informarle que el barón de Weasly volverá a Francia y abandonará completamente la investigación

—¿Qué? ¿Por qué?

—Al parecer ni Leithold ni su hermano estuvieron involucrados con la muerte de la señorita Weasly, el barón abusó de todos sus recursos y no aparece nada

Iuola lo miró anonadada <<Las cartas>> pensó. Aquellas cartas podía ser un farol para el barón, pero no sabía si confiar en el señor Cam. No le gustaba aquel hombre.

—¿Y va dejar todo así? —insistió ella.

—Al parecer

Iuola se quedó en silencio. Con su situación actual no podía echarle una mano porque sería muy peligroso, sin embargo, no quería que dejara eso así. Ella podía sentir que el barón se echaba la culpa de lo sucedido.



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En el texto hay: altair, idilio, rosmeryah

Editado: 27.06.2019

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