Idilio

Capítulo 5

El comedor de Westhampton House para visitas estaba a reventar. No solo se encontraban los miembros de la familia, sino los familiares de estos y sus amigos.

Josh y Lucy eran el matrimonio invitado por Marsias, este último era su mejor amigo y administrador de la casa de juego La casa del marqués.

Los tíos de Aitasis y sus padres los invitados de Uriel.

La condesa de St. James y los señores Bright de Georgia.

Dos funcionarios de la cámara de los comunes, identificados como: Sir Jones y Sir Philips; de parte de Wolfram.

Y de la segunda rama familiar: Lord Isadore y Lady Clarice, tíos de estos; acompañados de Shana y Lucius.

—Jamás había probado un desayuno como este—confesó mama Odie—Mis felicitaciones a la cocinera

—En realidad fue mi tía Sakura la que cocino el día de hoy—le informó Aitasis con una sonrisa

—¡Oh! Querida, solo di algunas indicaciones nada más—le dijo ésta mientras se sonrojaba

—No es verdad—la contradijo Uriel—Tía Sakura hace los mejores platos del mundo

—No sea modesta—le dijo mama Odie a Sakura—Es lo mejor que he probado en mi vida

—Oh por Dios mi lady, no exagere—le dijo Elizabeth Wallase—Es evidente que en los banquetes en los que usted ha asistido hay platos exquisitos. Personalmente a mí no me gusta este tipo de comida

Iuola rodó los ojos. La madre de Aitasis en ciertas ocasiones era insoportable. No le agradaba la tía Sakura porque era japonesa y porque ésta era hermana del abuelo de Aitasis, el cual era padrastro de Elizabeth. Su cuñada quería a su abuelo como si fuese de su propia sangre.

—Es una verdadera lástima que no te gusten madre—le amonestó Aitasis—Puesto que vamos a comer comida de la tía Sakura el resto de la temporada, podrías irte por donde viniste o bien podrías pasar hambre.

La estancia quedó en silencio. Sir Simon Wallase le lanzó una mirada de advertencia a su hija.

—No toleraré que le hables así a tu madre—le riñó este

Ésta se echó a reír sarcásticamente y Uriel la miró desde el otro extremo de la mesa.

—Aitasis por favor—le dijo.

Ésta le tiró una mirada asesina pero guardó silencio.

—¿Por qué la mandas a callar Uriel? —le preguntó Lucius, el cual se encontraba sentado entre Aitasis y Shana—Los conflictos familiares son muy interesantes

—Cállate Lucius—le ordenó el ti Isadore

—¿Por qué no hablamos del paseo a caballo que tendremos en unas horas? —sugirió Camelia Bright

Iuola la miró. No le disgustaba la señora Bright, sin embargo el parecido con Georgia era frustrante. A veces ella miraba a Iuola de una forma muy extraña, como si quisiera decirle algo. Y había algo en ella que le generaba desconfianza.

—Ya estoy lista para competir con ustedes; Camelia, Aitasis y Iuola—comentó Georgia—si alguien más se quiere unir a la competencia, bienvenido sea

—Yo lo haría—le dijo Robert—pero no quiero que te sientas mal cuando pierdas esposa mía

Georgia se echó a reír—¿Quieres apostar?

Él le guiñó el ojo—Adelante

—Le apuesto a Harris—anunció Uriel

—Y yo también—añadió Lucius

—¡Par de traidores! —les gritó Georgia

—Mi apuesta es por ti cariño—le dijo Becky a ésta—pero esta vez te agradecería que me suplantaras como madrina de Iuola, sin duda los caballos no son lo mío

—Ni lo mío—agregó Lucy—les tengo respeto que equivale a miedo y pavor. Con gusto te acompañaré aquí en la casa

—No va haber ninguna competencia—sentenció Agatha—Daremos un paseo por todo Hyde Park, es todo. Becky, usa la silla de amazona y usted también joven. Todos debemos ir

Iuola miró a su hermana y a Aitasis, sabía que éstas dos no harían ni pizca de caso.

De repente sintió que alguien la miraba y su mirada se cruzó con la de Sir Philips. Wolfram se lo había presentado, este tenía treinta años, el cabello castaño y los ojos verdes; tenía una estatura media y de complexión delgada. A Shana le había parecido guapo pero jamás lo consideraría por no tener un título.

Este le sonrió y Iuola le devolvió la sonrisa. No había tenido la oportunidad de hablar con él pero no le desagradaba del todo.

Wolfram se puso de pie—Caballeros los espero en la sala de fumadores. Allí esperaremos hasta que las damas se preparen

—Yo declinaré tu oferta Westhampton—le dijo Lucius—no tengo ganas de hablar de algo tan aburrido como es la política o la reforma judicial

---Cállate Lucius---le ordenó Agatha.

Todos los hombres se pusieron de pie, exceptuando este último y salieron de la estancia.

Iuola miró a Lucius—¿Viste cómo te miró Wolf? De seguro está preparando tu muerte

—Y será lenta y dolorosa—agregó Aitasis. Lucius hizo un gesto con la mano de que no le daba importancia.



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En el texto hay: altair, idilio, rosmeryah

Editado: 27.06.2019

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