El aire en la habitación se sintió helado de repente cuando mi corazón comenzó a latir en mis oídos.
Nobunaga- Explica.
Mitsunari- El ayudante de Lord Leyasu acaba de regresar al castillo con la noticia...
Nobunaga- Quiero oír esto de él. Vamos, Mitsuhide.
Mitsuhide- Sí.
MC- ¡Yo también voy!
Seguí a los tres hombres mientras salían corriendo de la habitación.
(¿Qué le pasó a Ieyasu? ¿Está bien?)
Mitsunari nos llevó al gran salón, y me tragué el nudo en la garganta mientras entrábamos.
(¡Todos están aquí!)
Todos los vasallos de Nobunaga estaban allí con expresiones sombrías en sus rostros. Y el ayudante de Ieyasu estaba en el centro. Un profundo corte en su hombro provocaba que su respiración se volviera agitada. La herida estaba vendada, pero la sangre ya lo había empapado y su rostro estaba mortalmente pálido.
Ayudante- Lord-Nobunaga-Lord-Mitsuhide. Lo siento.
Nobunaga- No desperdicies tu aliento. Sólo informa sobre los hechos.
Ayudante- Sí...urgh...
Mitsunari le ayudó a sentarse, y se esforzó por contar su historia.
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La noche caía cuando Ieyasu y sus hombres llegaron al pie de la montaña. El hombre que estaban cazando se mostró de forma voluntaria, su rostro quedó oscurecido por un pañuelo. Lo rodearon, pero...
Ronin- Te tengo, leyasu Tokugawa.
leyasu- ¿Cómo sabes mi nombre?
A la señal del ronin, al menos cincuenta hombres salieron de los árboles que les rodeaban. El grupo de búsqueda de Ieyasu tenía menos de diez hombres, y estaban rodeados y superados en número. Todos los rostros del enemigo estaban ocultos, pero se movían como si fueran guerreros bien entrenados.
leyasu- ¿Qué significa esto?
Ronin- ¡Mejor que no me tomes por tonto!
Ayudante- ¡No tiene sentido! ¡No te saldrás con la tuya!
Ieyasu se puso tenso y buscó su espada. El enemigo se abalanzó sobre ellos. Los hombres de Ieyasu formaron un frente aguerrido, pero se vieron superados.
leyasu- ¡Atrás, todos ustedes!
Cuando el enemigo comenzó a matar a sus hombres, Ieyasu se dirigió al frente y blandió su espada. Tratando de proteger a sus vasallos caídos, golpeó las espadas enemigas.
leyasu- ¡Vuelve al castillo y dile a Nobunaga lo que pasó!
Ayudante- Pero, no puedo dejarle...
leyasu- ¡Si intentas luchar con una lesión como esa, sólo te interpondrás en el camino!
Ronin- ¡Veremos cuánto tiempo puedes mantener esa actitud arrogante!
leyasu- Hmph!
Ayudante- Lord leyasu...
leyasu- ¡Vete! ¡Es una orden!
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Mitsuhide- Y así fue como pudiste escapar y volver aquí con vida.
Había estado apretando tanto los puños mientras escuchaba la historia, que se habían entumecido.
(¿Cómo sucedió esto? Me dijo que era una operación sencilla.)
Nobunaga- Pensé que iban tras MC, o mejor dicho, que querían llegar a mí a través de ella.
Mitsunari- Pero parece que no es tan simple como eso.
Nobunaga- Ahora que entiendo las circunstancias, iré a recuperar a Ieyasu.
(¿Nobunaga irá personalmente?)
Cuando Nobunaga se levantó, sus vasallos comenzaron a murmurar.
Vasallo- No pretenderá ir usted mismo, Lord Nobunaga.
Nobunaga- Estoy acostumbrado a tener que cuidar de Ieyasu. ¿Por qué pareces sorprendido ahora?
(¿Eh? ¿Qué significa eso?)
No lo entendía, pero todos los demás parecían aceptarlo como una explicación adecuada.
Mitsuhide- Me uniré a ustedes. No sabemos qué es lo que quieren. Es mejor ir con fuerza.
Nobunaga- Mitsunari, espera en el castillo y trae a un médico para que esté preparado.
Mitsunari- Entendido.
Nobunaga- Parece que el enemigo le ha guardado rencor a Ieyasu por su comportamiento de la otra noche. Eso puede acarrear algunas consecuencias desagradables.
Mitsuhide- En efecto. No disponemos de un momento libre.
(¡Eso significa que la vida de Ieyasu está en peligro!)
El sudor frío rodaba por mi espalda mientras mi corazón latía como una campana de alarma.
Ayudante- Por favor... ¡déjeme ir con usted! ¡Mi espada no se ha roto todavía!
Nobunaga- ¡Silencio, tonto! Sólo nos retrasarías.
(¡Vaya, no tiene por qué ser tan duro con un hombre herido!)
Pero aunque sus palabras eran duras, Nobunaga se arrodilló junto al hombre con una ligera sonrisa.
Nobunaga- Quédate aquí y descansa. Necesitamos que esa herida se cure antes de la próxima pelea. No desperdicies la vida que Ieyasu te ha dado.
Ayudante- S-Si, mi lord.
(Wow, Nobunaga... Nunca lo había visto mostrar compasión antes.)
La situación de emergencia finalmente me hizo entender por qué tanta gente admiraba a Nobunaga.
(No es tan insensible como yo había supuesto.)
Mitsuhide- Reuniré a las tropas.
Nobunaga- Sí, hazlo.
Mientras los dos se paraban para irse, salté y grité sin pensarlo dos veces.
MC- ¡Espera! ¡Quiero ir contigo!
Nobunaga- ¿MC?
Mitsunari- ¡No puedes hablar en serio, MC!
Mitsuhide- No es momento para bromas.
MC- ¡Prometo que no me interpondré en el camino! Por lo tanto, déja que te acompañe!