Ieyasu Tokugawa

CAPITULO 5 (6-10)

Ieyasu- ¿MC?

(¡Gracias a Dios, está despierto!)

Ieyasu- ¿Cuánto tiempo estuve dormido?

MC- Unas 24 horas. Todo el mundo ha estado esperando ansiosamente a que despiertes.

Ieyasu- Oh.

Un largo suspiro salió de los labios de Ieyasu.

MC- ¿Cómo te sientes? Tu cuerpo debe doler.

Ieyasu- No es nada serio. Pero no creo que pueda sentarme.

leyasu sonaba despreocupado, casi como si estuviera hablando de otra persona.

(¿No es grave? Sí, claro, debe estar sufriendo un intenso dolor ahora mismo. Pero por lo menos está consciente y está al tanto.)

MC- Debes estar sediento. Te traeré un poco de agua. ¡Regresaré después de que le cuente a todos las buenas noticias!

No queriendo hacerle esperar demasiado, salí de la habitación a toda prisa.

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Unos momentos después de que MC se fuera, Ieyasu escuchó los emocionados vítores y risas del exterior. Trató de ignorarlo y dejó que su mente se desviara. La fachada tranquila que había puesto mientras MC estaba allí se desmoronó cuando aparecieron unas arrugas entre sus cejas. Trató de sentarse, pero eso hizo que un dolor agudo recorriera todo su cuerpo.

Ieyasu- Gr...

Apenas podía levantar el brazo. Su cuerpo se sentía tan pesado como si estuviera hecho de plomo.

Ieyasu- En qué estado tan lamentable me encuentro.

Apretó los dientes contra el insoportable dolor.

Ieyasu- Maldita sea.

Invocando toda la fuerza que su ira podía reunir, golpeó el suelo con el puño.

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Seguí cuidando de Ieyasu después de que recuperara la conciencia. Mostró una mejora constante, y se las arregló para sentarse por sí solo después de unos días de descanso en cama. Una tarde, me dirigí a su habitación con un cambio de kimono para él.

(¡Ieyasu está mejorando tan rápido! ¡Creo que podrá salir de la cama en un día más o menos! ¡Cualquiera en la actualidad estaría postrado en la cama durante semanas, incluso meses! Estos señores de la guerra Sengoku son una raza diferente. Por supuesto, él todavía siente la misma cantidad de dolor.)

A pesar de que tenía la fuerza para sentarse, sus rasgos estaban tensos con un dolor reprimido. Podía decir que este incidente había herido su estado mental tan profundamente como su cuerpo.

(Me siento tan mal por él. Desearía que hubiera más que pudiera hacer.)

Con un dolor en el pecho, me detuve frente a su puerta.

Ieyasu- Sí, pero ya estoy...

(¿Ieyasu?)

La irritada voz de Ieyasu llegó a la deriva a través de la puerta corrediza.

Nobunaga- Silencio. ¡No me sirve de nada un comandante que apenas puede moverse!

(Esa es la voz de Nobunaga. ¿De qué están discutiendo? Ieyasu no debería alterarse mientras se este recuperando).

En el instante siguiente, Nobunaga abrió la puerta para salir.

Nobunaga- ¿MC?

MC- Hola. Escuché a Ieyasu gritar... ¿Está todo bien?

Nobunaga- Sí, sólo está disgustado. Ya sabes cómo es él.

Con una sonrisa, Nobunaga se acercó.

MC- ¿De qué estaban hablando?

Nobunaga- Nada importante. Sólo vine a ver cómo estaba.

(¿En serio? A mí me pareció más que eso.)

MC- ¿Ah, sí? ¿Por qué una visita amistosa haría que Ieyasu se enfadara tanto?

Nobunaga- Quién sabe. Me dijo que quería asistir al consejo de guerra de hoy y le ordené que no lo hiciera.

MC- ¿Así que le dijo que no le servía para nada? ¿No crees que eso fue un poco duro?

Nobunaga- ¿Oíste eso?

MC- ¿Por qué serías tan malo con él cuando está herido?

Nobunaga- Es la simple verdad. No voy a dejar que se levante de su cama todavía. Si se presiona demasiado, retrasará su recuperación.

(Sí, es un buen punto.)

Nobunaga- Y si no se recupera, habré perdido uno de mis peones más capaces. Forzarse a sí mismo a salir de la cama ahora no ayudará a nadie. Quiero que se concentre en mejorar por el momento.

(Así que quiere que descanse hasta que vuelva a ser el mismo de antes. Supongo que esta es la forma de Nobunaga de mostrar su preocupación, pero realmente necesita trabajar en la ejecución).

MC- La próxima vez que vengas de visita, por favor sé más amable. Intenta elegir tus palabras con más cuidado, al menos.

Nobunaga- No recibo órdenes de ti.

(Sí, bueno, espero que sepas cómo se sienten todos los que interactúan contigo.)

Suspiré para mí misma mientras él me dirigía una fría mirada.

Nobunaga- Deja de quejarte de mí y vuelve a cuidar de Ieyasu. Y no te atrevas a dejarlo salir hasta que esté completamente curado.

MC- Lo haré.

Nobunaga- Bien.

Con un gesto de aprobación, Nobunaga se giró para irse.

(La forma en que le habla a la gente es realmente la peor. Pero está claro que Nobunaga está preocupado por Ieyasu. Quiero decir, incluso dirigió el grupo de rescate de Ieyasu él mismo.)

Cuando Nobunaga se fue, entré en la habitación de Ieyasu. Con una mirada agravada en su rostro, Ieyasu había tirado su manta e intentaba salir de la cama.

MC- ¡Ieyasu! ¿Qué estás haciendo?

Ieyasu- Me voy al castillo. No puedo quedarme aquí para siempre.

MC- ¡Pero todavía estás muy débil!

Ieyasu- Urgh...

Intentó levantarse, pero su rodilla cedió y empezó a inclinarse hacia adelante.




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